AMLO exhibe búnker “extravagante”; calla ante espionaje del Ejército
Mientras AMLO exhibe un búnker “extravagante” que ahora es la Guardia Nacional, calla ante el espionaje del Ejército contra activistas
Esta semana vimos dos facetas de AMLO, pues exhibe un búnker “extravagante” y calla ante el espionaje del Ejército contra activistas.
Este jueves, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ofreció su conferencia mañanera en el Centro de Inteligencia de la Policía Federal, ahora de la Guardia Nacional.
Dicho búnker —que calificó el tabasqueño como “extravagante”—, lo inauguró en noviembre de 2009 el entonces secretario de Seguridad Genaro García Luna y tuvo un costo superior a los tres mil millones de pesos.
Búnker ya es de la Guardia Nacional
Pese a las críticas que hizo sobre el edificio, López Obrador presumió con “bombo y platillo” que ahora pertenece a la Guardia Nacional, corporación de seguridad que nació civil, pero ya está a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Por su parte, Jesús Ramírez Cuevas, vocero de la Presidencia, compartió, en su cuenta de Twitter, un recorrido virtual del búnker de García Luna, que como muchas otras cosas en este país, pasó a manos del Ejército.
Calla como momia ante espionaje del Ejército
Previo a que le dio un nuevo “regalo” a los militares, una reportaje de Proceso reveló que el Ejército tiene un Centro Militar de Inteligencia desde donde espía ilegalmente a personas incómodas como activistas.
Dicho Centro de Inteligencia opera desde la oscuridad, pues el titular de la Sedena Luis Cresencio Sandoval no informó nada sobre éste, menos López Obrador.
Lo más grave, es que la investigación periodística mostró que la Sedena espió, de manera ilegal, al activista Raymundo Ramos, quien se encarga de documentar y denunciar violaciones a derechos humanos por parte del Ejército en el norte del país.
Ni una palabra de Cresencio Sandoval
Contrario a la parafernalia para exhibir el búnker de la extinta Policía Federal, tres días después de que se publicó el reportaje ni López Obrado ni Cresencio Sandoval han ofrecido una declaración sobre el espionaje en la Sedena, que hacen con recursos públicos.
Tal omisión o encubrimiento no se debe normalizar, por lo que mientras AMLO exhibe un búnker “extravagante”, calla ante el espionaje del Ejército contra activistas.
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