Israel, un régimen sustentado en el apartheid
En el libro de los Hechos de los Apóstoles (capítulo 10, versículo 28), el apóstol Pedro dice: “Dios me enseñó a no llamar a ningún hombre ni considerarlo impuro, mientras que la asociación de un judío con un extranjero ha sido llamada prohibido.” También, dice en otra parte, del mismo libro: “Dios creó todas las naciones de la misma sangre, mientras que los judíos creían y siguen creyendo en que la raza judía es superior a las demás razas”.
Aunque, en las enseñanzas de las religiones divinas no hay diferencia ni discriminación entre los seres humanos, y Dios ha creado a todos iguales. Empero, hoy y en el siglo XXI, estamos atestiguando el apartheid por parte de un régimen usurpador, el cual continúa discriminando y humillando a los humanos apelando seguir la religión divina.
Israel se creó en el año 1948, al ocupar una parte de Palestina que estaba bajo el dominio colonial de Inglaterra en ese momento. El régimen Sionista, constituido con la idea de crear un territorio para los judíos, rápidamente estableció una forma de apartheid y privó a los palestinos como los principales dueños de Palestina de cualquier derecho de ciudadanía y los convirtió en los ciudadanos de segunda clase.
Hoy en día, después de 75 años, la mayoría de las regiones palestinas han sido destruidas y los habitantes de los asentamientos sionistas, que eran menos de 60.000 personas en el momento de la suscripción de los Acuerdos de Oslo (1993) han superado hoy (2023) a más de 700.000 personas. Además, una parte del territorio palestino, Gaza, se ha convertido en la prisión humana más grande de la historia, donde los prisioneros se encuentran aniquilándose, esto a pesar de que de conformidad a la resolución 2334 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en 2016, este régimen estaba obligado a detener la construcción de los asentamientos. Pero la administración derechista y ultra ortodoxo de Israel sigue construyendo nuevos asentamientos.
Otra característica del régimen de apartheid israelí es el encarcelamiento del pueblo palestino bajo la acusación de cometer el delito de la búsqueda de la libertad y el amor a su patria. Actualmente, se encuentran más de 4700 palestinos privados de libertad en 23 prisiones del régimen sionista, de los cuales solo 2410 han sido condenados, y más de 1500 se encuentran encarcelados de forma arbitraria o por razones desconocidas. De los cuales más de 185 son niños y 30 mujeres prisioneras, y 315 son menores de edad. El comportamiento de los sionistas contra el pueblo palestino es tan brutal e inhumano que se han enfermado más 600 de los prisioneros y 23 de ellos padecen de cáncer y 16 se encuentran permanentemente hospitalizados. Hasta ahora, 236 prisioneros han sido martirizados mientras se encontraban en cautiverio; y entre 2022 y los primeros tres meses de 2023, más de 310 palestinos inocentes han sido asesinados por el ejército israelí.
De ahí, que la administración israelí para evitar que la voz del oprimido pueblo palestino no fuera escuchada por todo el mundo, ha encarcelado a más de 16 periodistas e incluso a más de 410 activistas de las redes sociales. Por eso, algunas organizaciones internacionales no gubernamentales, incluida Beth Salem, consideran a Israel como un régimen de apartheid, e incluso Noam Chomsky, gran pensador estadounidense, ha considerado a este régimen peor que el régimen de apartheid de Sudáfrica.
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