¿Vendrá la calamidad desde el (extremo) Sur? El frente del Yemen
Misil balístico lanzado por los hutíes del Yemen Foto: Agencia de Noticias Tasnim CC BY 4.0Por el Dr.. Yoel Guzansky
Este frustrado ataque perpetrado por los hutíes mostró el “concepto operativo” regional de Irán y la idea de la hegemonía iraní.
Esto fue principalmente una demostración de la capacidad y no una participación total en los combates.
Los hutíes están limitados por una serie de elementos.
En primer lugar, la arena yemení está a unos 2.000 kilómetros de Eilat, lo que dicta principalmente la capacidad de llevar a cabo sólo ciertas operaciones en el aire y en el mar (por ejemplo, impedir la libertad de navegación en el Mar Rojo) y también las hace más fáciles de desbaratar.
En segundo lugar, a pesar del deseo de los hutíes de demostrar solidaridad con los palestinos y los demás miembros del “eje”, el grado de influencia iraní sobre ellos es relativamente bajo en comparación con el que Teherán, por ejemplo, tiene sobre Hezbollah.
Además, los hutíes no tienen ningún interés en un estallido importante que ponga en peligro los logros alcanzados tras los entendimientos alcanzados con la coalición árabe liderada por Arabia Saudita y el alto el fuego vigente desde abril de 2022.
Además, con su acción corren el riesgo de una fuerte reacción estadounidense (¿e israelí?) contra ellos, que tratan de evitar.
No nos equivoquemos: los hutíes son una amenaza y, dada la distancia y la complejidad del escenario yemení, es difícil contraatacarles.
Sin embargo, el teatro yemení debe ser proporcional.
El grado de daño y riesgo de este teatro, que podría reavivar con la entrada terrestre de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en la Franja de Gaza, no se compara con el grado de daño potencial de Hezbollah, Hamas e incluso de los emisarios adicionales de Irán, ubicados en Siria y /o Irak.
Los hutíes pueden presumir de ciertos logros en el ámbito cognitivo.
Con su acción, también “pagaron una deuda” con los miembros del eje y con Irán, y especialmente con Hamás, que tal vez esperaba una participación más activa en los combates de los otros miembros del eje.
Además, la interceptación de los lanzamientos desde Yemen ilustra no sólo las limitaciones del poder del eje, sino también la efectividad de la acción regional bajo el paraguas del CENTCOM (Mando Central de EE. UU.) para enfrentar la amenaza de misiles y vehículos aéreos no tripulados [drones] de Irán y sus apoderados [proxies].
Fuente: INSS – The Institute for National Security Studies
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