Pueblos originarios. En Buenos Aires comunidades indígenas repudiaron la conquista española iniciada en 1492, recordaron el Holocausto provocado y marcharon por la descolonización / De la wiphala a la palestina, con todas las banderas en alto
Cobertura especial de Resumen Latinoamericano, 12 de octubre de 2024.
12 de octubre. Buenos Aires, Argentina. NADA QUE FESTEJAR. El mayor genocidio, etnocidio, culturicidio y el patriarcado más atroz de la historia. Frente al Congreso acto y marcha contra el festejo del descubrí-miento.
A pesar que el gobierno y la policía de la ciudad pusieron todo tipo de trabas para que las comunidades originarias se reunieran como todos los años en la plaza del Congreso desde el 10 al 12 de octubre, este último día, cientos de personas escucharon música y la voz de los principales referentes de cada comunidad.
Habla Mario Barrios, desde sus 82 años, este pionero de actos y marchas como la de este sábado, recordó que hay que seguir luchando por todo los que han arrebatado a los pueblos originarios.
Habla Nilda Alcántara, del Movimiento de Mujeres Indígenas
Habla Nilo Cayuqueo, de la comunidad Mapuche de Los Toldos.
Todas las oradoras (predominaron las mujeres) reivindicaron la necesidad de cuidar y querer a la Pacha Mama, ya que la Madre Tierra es un factori indispensable para la vida. También plantearon sus reivindicaciones postergadas y ninguneadas por los respectivos gobiernos, y embistieron duramente contra la actual gestión de Milei por su desprecio a los pueblos originarios.
Luego, todas las y los presentes se encolumnaron y marcharon acompañados por una potente banda de sikuris (también se escucharon caracolas y trutrukas), recorriendo, desde Congreso, por la avenida Callao, Corrientes, 9 de julio, Avenida de Mayo, para llegar nuevamente a la Plaza del Congreso. Al frente, entre wiphalas, banderas mapuche, palestinas y pancartas reivindicativas, una enorme pancarta expresaba: “1492: El principio de la invasión y el genocidio más grande de la historia que los Estados actuales aún continúan”. La marcha recibió aplausos y gritos de apoyo y admiración de los transeúntes a lo largo de todo su recorrido. Mientras la movilización discurría por la avenida Corrientes hacia el Obelisco, desde un parlante se gritaba continuamente: “por los ríos, por los vientos, por los mapuche, por los pilagá…” y así hasta nombrar a todos los pueblos originarios, mientras la multitud respondía: “resistiendo”. Asi es esta historia que comenzó a sangre y fuego en 1492, que provocó un holocausto de 90 millones de muertos, pero toda esa perversidad colonial no pudo matar ni la memoria ni la resistencia de los pueblos. Sí les arrebataron las tierras, pero aún no se escribió la última palabra. La lucha continúa. Aqui, en toda Abya Yala y de la misma manera en Palestina.
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