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domingo, 12 de febrero de 2012

UU. gasta US$ mil millones dolares anuales en operaciones de injerencia de USAID/CIA

EE.UU. gasta US$ mil millones dolares anuales en operaciones de injerencia de USAID/CIA
PA
AL DESCUBIERTO LA MANO PELUDA DEL INSTITUTO REPUBLICANO INTERNACIONAL (IRI) EN EGIPTO
Jean Guy-Allard

Estados Unidos invierte mil millones de dólares anualmente en las operaciones “humanitarias” en Latinoamérica y el Caribe de su llamada Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID), reveló Mark Feierstein, administrador del organismo estatal norteamericano, denunciado por ser una fachada de la inteligencia norteamericana. Feierstein fungió como estratega en la campaña electoral del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.
Feierstein, un funcionario federal con pasado vinculado a actividades de injerencia, dijo en Miami que Haití –donde USAID ha realizado actividades controvertidas– Colombia, México, Centroamérica y Perú están en “la lista de prioridades” de ese organismo.

En un momento de exceso de entusiasmo para celebrar los “éxitos” de esta dependencia del Secretario de Estado, Feierstein declaró abiertamente que se dedicará “cinco millones” para la “democracia” en Venezuela este año aunque, la USAID se retiró del país por temor a la ley a Ley de Defensa de la Soberanía Política y la Autodeterminación Nacional - que prohíbe desde finales de 2010 el financiamiento externo para partidos políticos.

Un “sector muy importante para esa agencia es el relacionado con la democracia y por ello implementa programas para el fortalecimiento de las instituciones en casi todos los países de la región”, justificó sin referencia a la violación de la ley. En el caso de Venezuela se destinan cinco millones de dólares en asistencia técnica para “promover y proteger la democracia y los derechos humanos”, insistió.

En 2002, este jefe regional de la USAID, especialista de la injerencia, fungió de estratega en la campaña electoral del ex presidente boliviano Gonzalo “Goni” Sánchez de Lozada y su Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR). “Goni” fue quién ordenó la masacre sangrienta que causó la muerte de 67 personas, y heridas a unas 400 casi todas civiles, durante la denominada Guerra del gas, en octubre 2003. Prófugo de la justicia boliviana, radica ahora en EE.UU.

Tan “humanitarios” son los ideales de Feierstein que fue sucesivamente nombrado en los años 90 como “Gerente de Proyecto” en Nicaragua, en la operación sucia realizada por la National Endowment for Democracy (NED), subsidiario de la USAID; director para América Latina y el Caribe del Instituto Democrático Nacional, otro instrumento de injerencia imperial subsidiado por la USAID; y Asesor Especial del Embajador USA en la Organización de los Estados Americanos (OEA).

El día mismo de la conferencia de prensa del funcionario norteamericano, el Presidente boliviano Evo Morales denunciaba en su país que Estados Unidos, a través de la USAID, espiaba “a Bolivia y a otros países latinoamericanos”. “Estoy convencido que algunas ONG, especialmente aquellas financiadas por USAID, son la quinta instancia de espionaje, no sólo en Bolivia, sino en toda Latinoamérica”, acusó Morales en rueda de prensa en la ciudad de Oruro.

En México, el impacto potencial para Estados Unidos

Con respecto a Colombia y México, Feierstein admite que su organización “presta asistencia en temas de seguridad”, sin demasiado precisar. “En México, dijo, la batalla se libra contra el tráfico de droga”, mientras en Colombia busca “consolidar sus avances en seguridad”.“Esos asuntos ahora se han convertido en prioridades para la USAID”, confesó.

En México el organismo estadounidense multiplica las operaciones “porque puede ser grande el impacto potencial para Estados Unidos cuando hay inestabilidad por la violencia criminal”. No habló de la omnipresencia en el país azteca, confirmada por estos mismos órganos de seguridad, del FBI, de la DEA y… de la CIA.

La USAID destina unos 180 millones de dólares a Colombia y entre 50 a 60 millones de dólares a Perú, México, Honduras y Guatemala, según el funcionario. “Estamos muy "contentos” con el progreso que se ha logrado en Haití, dijo al afirmar que “en el área de la producción agrícola, donde USAID ha estado trabajando con agricultores” (sic) la USAID “ha podido duplicar, o incluso triplicar, la producción en los últimos dos años”.

Mostró mucho entusiasmo con un parque industrial que se inaugurará en el norte de Haití con empresas norteamericanas. Sin embargo, evitó recordar que la USAID, antes y después del terremoto, ha organizado, orientado y financiado varias de las organizaciones políticas haitianas del país, en coordinación con la el Departamento de Estado y paralelamente a la presencia de 10 mil hombres del Comando Sur. La USAID también jugó un rol clave en el derrocamiento del Presidente Jean-Bertrand Aristide, en 2004.

En Cuba, donde la USAID gasta sus millones en operaciones de desestabilización que confía a contratistas, estos fondos están distribuidos por Mark Lopes, subadministrador Adjunto, quien fue “representante personal” del Senador cubanoamericano Bob Menendez, digno representante de la mafia cubanoamericana en el Capitolio de Washington, cómplice de cada “iniciativa” legislativa hostiles a Cuba y Venezuela.

En Latinoamérica, se han señalado en los últimos años huellas de la USAID en Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú, República Dominicana y Venezuela. En múltiples ocasiones se ha demostrado que la USAID, además de dar cobertura a oficiales de la CIA, ha reclutado, preparado y financiado elementos que luego se han manifestado como agentes al servicio de los intereses norteamericanos.

El IRI en crisis: la “mano peluda” de los Republicanos, ya ha dejado de engañar

La interdicción de salir de Egipto presentada al director del Instituto Republicano Internacional (IRI) y media docena de cuadros de ONGs norteamericanas por las autoridades egipcias, ha proyectado a la luz pública el papel de injerencia, de infiltración y de espionaje de esta organización cuya fachada de “promotora de la democracia” ya se derrumbó. (1)

Inspirada por Ronald Reagan quién reclamaba en 1982 la creación de un instituto que desarrollaría una “cruzada para la libertad”, el IRI fue fundado en 1983 por ideólogos republicanos y recibió de entrada un financiamiento abundante. Como contraparte del Partido Demócrata, el Instituto Nacional Demócrata (NDI), el IRI es uno de los mayores beneficiados de los subsidios de la USAID y de la NED, una organización creada para desarrollar “públicamente” actividades que la CIA realizaba de manera oculta. 

El periodista e investigador Mark Weisbrot acaba de resumir en The Guardian Unlimited, de Londres, las características del IRI, oficialmente la agencia de ayuda internacional del derechista Partido Republicano estadounidense, una organización encabezada por nada menos que John McCain, ex candidato presidencial.

En su análisis Weisbrot señala que cualquiera con la paciencia de tragarse frente al televisorun discurso de un candidato republicano se convence rápidamente que el IRI puede tener cualquier objetivo menos promover la democracia. “¿Quién sabe lo que está haciendo el IRI en Egipto?”, se pregunta el periodista, antes de señalar: “Pero sí sabemos lo que el Gobierno de EEUU hacía ahí” cuando apoyó el gobierno Mubarak hasta que su caída se hizo inevitable.

De unos 22 millones de dólares disponía el IRI en la operación de desestabilización que llevaba en Egipto impulsando grupos “pro democracia” que defienden “cambios” convenientes a los intereses norteamericanos. Un mecanismo de subversión aplicado con métodos similares a todas las regiones del mundo, y en particular a América Latina.

“Tanto como en Estados Unidos la privatización de la guerra se ha hecho un inmenso negocio, también ha sido el caso con la privatización de la subversión, o mejor conocida como la “promoción de la democracia”. Estos grupos como IRI y las llamadas ONG que financian en más de 70 países a nivel mundial, forman parte de una gigantesca telaraña imperial que genera millones de dólares en ganancias anuales; ganancias que son al costo de la sangre, muerte y violación de la voluntad de los pueblos en países soberanos”, señala la conocida investigadora venezolana-estadounidense Eva Golinger.

El caso de estas ONG estadounidenses y europeas acusadas por Egipto de intentar desestabilizar al país pone al descubierto de nuevo la estrategia de Washington de utilizar las ONG como fachadas para lograr un cambio de régimen favorable a sus intereses, subraya Golinger, autora de varios libros sobre la injerencia. La lista de los países víctimas de las conspiraciones del IRI, tanto en América Latina como en el resto del mundo, es enorme. Lo que se revela en Egipto no es más que una muestra del mecanismo desarrollado en todas las regiones del mundo donde los intereses imperiales los necesitan.

“Esta estrategia, que hemos visto repetida y re-utilizada en las llamadas "revoluciones de colores" en Europa Oriental y en los golpes de estado del siglo XXI en América Latina - todos orquestados por Washington - se ha convertido en un gran negocio. Cada año, el Departamento de Estado reparte millones de dólares de los fondos públicos estadounidenses a la USAID, la NED, el IRI, la NDI, Freedom House, y otras organizaciones con nombres benignos y caras ocultas, para promover su agenda a nivel mundial, encubierta en la fachada de una ONG que trabaja en pro de los derechos humanos. En realidad, estas organizaciones promueven solo los intereses de la élite estadounidense y su sed insaciable para dominar al mundo”.

Son decenas de millones de dólares, provenientes en gran parte del contribuyente norteamericano – sofocado por la crisis - que el IRI riega anualmente entre las organizaciones subversivas que genera, alentándolas a desestabilizar gobiernos legítimos. En nombre del desarrollo económico, de la ayuda humanitaria y de los derechos humanos.

Además de los fondos del Departamento de Estado, de la USAID, de la NED, el IRI recibe generosas contribuciones de grandes corporaciones, entre las cuales multinacionales tan famosas como las petroleras Chevron, ExxonMobil y BP, las transnacionales de las comunicaciones AT&T y Bell-South, el holding de cervecerías Anheuser-Busch (vinculado con la esposa de McCain), el gigante de la aeronáutica Lockheed Martin. Y de la proveedora de mercenarios Blackwater, alias “Xe Services LLC”, por cierto mejor conocida por sus crímenes que por la “promoción de la democracia”.

Pánico en la “comunidad”

El caso judicial en Egipto empezó en diciembre cuando la policía allanó las oficinas de varias ONGs en El Cairo, la capital. Los presupuestos de cada organización, descubiertos en redadas realizadas por los órganos de contrainteligencia, alcanzan 22 millones en el caso del IRI; 18 millones, el NDI; 23 millones del International Journalists Centre (IJC); y 5 millones del “Centro Alemán” (sin dudas el Konrad-Adenauer-Stiftung (KAS) de la Unión Demócrata Cristiana); consagrados a “desestabilizar Egipto” y a redactar informes para intereses foráneos, reporta el diario Al Ahram. (2)

Ashraf El-Ashmawy, el juez encargado de investigar a las ONGs presentes en el país y financiadas desde el exterior con fines subversivos, publicó el 5 de febrero, un comunicado – que reproduce el diario Al-Ahram – en el cual publica los nombres de los 29 extranjeros y 14 egipcios, inculpados en la espectacular operación ordenada por las autoridades judiciales egipcias.

Según el texto, los agentes de ONGs extranjeras son acusados de establecer supuestas organizaciones de “derechos humanos” en Egipto sin permiso alguno de las autoridades del país. “Estas organizaciones preparan informes que son luego enviados a EEUU”, precisa. “También dan entrenamiento a personal de partidos políticos egipcios y apoyan a ciertos personajes políticos en elecciones tanto parlamentarias como presidencial para servir intereses extranjeros”.

Los cuadros estadounidenses de lo que constituye una verdadera conspiración, son encabezados por Sam LaHood, jefe de la estación IRI y nada menos que el hijo del Secretario al Transporte, de Estados Unidos.

Según fuentes, otros de los extranjeros son de nacionalidades alemana, noruega, serbia, palestina, jordana y egipcia. Los colaboradores egipcios son identificados como Ahmed Shawky, Ahmed Abdel Aziz, Ahmed Adam y Essam El-Borai, todos empleados por el IRI; Mohamed Ashraf Omar, Raghada Said, Hafsa Maher and Ahmed Morsi, del NDI, el equivalente del IRI por el Partido Demócrata; Mohamed Abdel Aziz, Gamal Akeel y Bassam Mohamed Ali, de la ultraderechista Freedom House – conocida por sus operaciones en Cuba - y Yahia Zakaria y Islam Shafik, del American Centre to Support Journalists.

Las autoridades egipcias acusan a los “sospechosos” de haber financiado protestas antigubernamentales de grupos buscando provocar los cambios que convienen a Washington. Tienen prohibido salir del país mientras se desarrolla la investigación que empezó con una reveladora ‘redada’ en las oficinas del IRI en diciembre.

Los arrestos del Cairo han sembrado la nerviosidad en Washington, tanto en el Departamento de Estado como en la llamada “comunidad de inteligencia” donde se considera que los agentes norteamericanos tienen la vía libre en cada rincón del mundo – salvo unas pocas excepciones – para realizar amplias operaciones de injerencia, a golpe de millones, beneficiándose de privilegios imperiales.

Washington ha reiterado a través de la secretaria de Estado Hillary Clinton, como del secretario de Defensa y ex Jefe de la CIA Leon Panetta, que la “persecución” de sus agentes norteamericanos podría provocar una congelación de los fondos de ayuda a Egipto. El país debe recibir este año 1.100 millones de euros, destinados notablemente a lo militar. “Estamos profundamente preocupados por estos informes y buscando una aclaración por parte del gobierno de Egipto”, dijo el portavoz del Departamento de Estado Mark Toner.

Tan asustado está el Departamento de Estado por la decisión de Egipto que se atreve a tocar su personal de inteligencia, que ordenó a los interesados a refugiarse en su Embajada y amenazó de inmediato con reconsiderar la aportación anual de 1.300 millones de dólares (990 millones de euros) en ayuda militar a este país.

Hacen lo mismo en América Latina

Los servicios de inteligencia norteamericanos y europeos son omnipresentes a través de toda América Latina bajo la fachada de esta misma ONG y de otros, interviniendo en la vida política nacional siempre a favor de los intereses del Norte y de la oligarquías locales asimiladas. El problema ha sido enfrentado en los últimos años en particular en los países del ALBA donde se ha denunciado las actividades subversivas antigubernamentales subsidiadas desde el exterior a golpe de millones.

En América Latina, son numerosas las muestras de la actividad injerencista del IRI. En 2002, en Venezuela, el IRI se dedicaba a engrasar descaradamente a distintos grupos antichavistas. El IRI participó activamente a operaciones de apoyo al golpe de abril de 2002 contra el presidente Hugo Chávez.

En los meses anteriores al secuestro del líder bolivariano, el IRI mantuvo un puente aéreo entre Caracas, Miami y Washington, enviando politiqueros, líderes sindicales y comunitarios corruptos a Estados Unidos para reunirse con organizaciones de la extrema derecha y establecer contactos con oficiales del Departamento de Estado. Financió a Primero Justicia, el actual partido del delincuente Capriles Rodonski, cómplice del asalto a la Embajada de Cuba, y luego denunciado e inculpado por el Fiscal Danilo Anderson, cobardemente asesinado.

Hasta finales de 2010, cuando se prohibió por ley este tipo de actividad, la USAID mantuvo oficinas del IRI y del NDI en Caracas. Recorre desde entonces a la Oficina de Iniciativas hacia una Transición (OTI) para sustituir clandestinamente a estas pseudo ONGs.

El presidente ejecutivo del IRI, George Folsom, con toda su arrogancia imperialista, fue hasta celebrar el golpe en un comunicado emitido el propio 12 de abril donde se jactaba de que su organización había “servido de puente” para estimular a los partidos políticos y a los demás grupos implicados en esa acción profundamente antidemocrática.

En 2004, en Haití, el representante del IRI, Caleb McCarry dirigió el complot golpista contra el presidente Aristide. Lo hizo con el intermediario de Stanley Lucas, un delincuente político vinculado a la dictadura de los Duvalier, cuya familia se ilustró con la masacre de 200 campesinos.

El IRI arregló entonces la operación, montada con una tropa de mercenarios y supervisada por la CIA, que terminó por la expulsión del presidente haitiano de su propio país. Ex funcionario de la oficina de Jesse Helms, McCarry fue luego designado para administrar el Plan Bush de anexión de Cuba.

En 2005, el IRI fue denunciado en Brasil por su implicación en una operación para cambiar las leyes electorales y así debilitar el Partido de los Trabajadores del Presidente Lula da Silva. En 2009, un golpe encabezado por Roberto Micheletti expulsa brutalmente del país el Presidente Zelaya y promueve elecciones supuestamente democráticas cuya organización es de inmediato apoyada por el IRI que actuará de “observador” en el momento de los comicios.

Eva Golinger señala que el IRI recibió más de 1,2 millones para trabajar grupos políticos en Honduras en el 2009. Su tarea se definía en dar apoyo a “think tanks” y grupos de presión para influir con los partidos políticos y sostener “iniciativas destinadas a promover posiciones políticas durante la campaña electoral”. “Un ejemplo claro de intervención en la política interna de Honduras y una prueba del financiamiento de estos grupos involucrado en el golpe por la NED y el IRI”, concluye Golinger.

En Cuba, la trayectoria del IRI es interminable. Año tras año, se ha garantizado una buena ración de los millones con los cuales Washington cree llegar a destruir la Revolución cubana. De los cerca de nueve millones que se regalaron en septiembre último a nueve “contratistas”, el IRI recibió 693 069 dólares, para enseñar su versión edulcorada de la “democracia” a los cubanos.

A través del IRI, el gobierno norteamericano paga su mano de obra contrarrevolucionaria, entre otras cosas otorgando “premios” a las figuras de la “disidencia” encargada de dañar la imagen de Cuba en la prensa extranjera. El IRI apadrinó a organizaciones tales como Reporteros sin Fronteras y People in Need en sus campañas anticubanas.

En la Isla, el IRI financió y sigue apoyando groseras operaciones de injerencia y sirve de pantalla a la CIA en su búsqueda de información estratégica.

Notas:

1. Las autoridades egipcias anunciaron que someterán a juicio a 43 activistas sociales, incluidos 19 estadounidenses, por financiar ONG que laboraban ilegalmente. Egipto consideró un derecho imponer la soberanía sobre su territorio, al justificar un proceso judicial por financiamiento externo a organizaciones no gubernamentales que operaban sin licencias. El primer ministro Kamal Al-Ganzouri fue categórico al indicar que su país “no se arrodillará ante nadie y superará la crisis” por la que atraviesa en el delicado tránsito a la democracia, en respuesta a amenazas de Hillary Clinton y de tres senadores sobre una ruptura o, cuando menos, enfriamiento de los lazos entre El Cairo y Washington. 

2. La ministra de Cooperación Internacional y Planificación Fayza Abul-Naga reveló que de marzo a junio de 2011 Estados Unidos gastó 175 millones de dólares en esas organizaciones no autorizadas en Egipto, y también se detectaron otras transferencias de fondos de organismos y gobiernos árabes a esas entidades ilegales. El juez Sameh Abu Seed afirmó que las ONG involucradas “no son organismos de la sociedad civil”, sino que se dedican a temas políticos y operan de forma ilegítima.

* El autor es periodista e investigador.

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