Dos "glifos" mayas predicen el 23 de diciembre de 2012 como el "fin del mundo"
Sesenta especialistas de todo el mundo se reunirán en Palenque y analizarán los jeroglíficos mayas que relatan fechas apocalípticas, la epigrafía y la arqueo-astronomía
La Gran Época
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Sab, 26 Nov 2011 14:38 +0000
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Según los mayas, el 21 de diciembre de 2012 es el fin de esta civilización humana. Ellos no mencionaron la causa, pero una cosa es clara: el último día no significará el arribo de ninguna calamidad; en cambio, implica una nueva conciencia cósmica y una transición espiritual hacia la nueva civilización
Se trata de la ciudad maya de Holtun, o Cabeza de Piedra, la cual se encuentra en la selva tropical de Guatemala, habitada por más de 1.000 años
Existen aproximadamente 15 mil Glifos Mayas–así llamada esta particular escritura jeroglífica- y de todos estos los arqueólogos mexicanos confirman que dos describen a la fecha: 23 de diciembre de 2012 Maya comoel fin de una era, un evento apocalíptico definido por algunos como "fin del mundo".
Uno de estos textos está en el Monumento 6 de Tortuguero, y el segundo en Comalcalco, una zona arqueológica de Tabasco. Ambos lugares son cercanos entre sí, informa en su reporte del 23 de noviembre el Instituto Nacional de Antropología de México (INAH), y agrega que sesenta arqueólogos y especialistas se reunirán en los próximos días en una mesa redonda en Palenque, México, para discutir sobre los jeroglíficos mayas y en particular de los que se refieren a un evento apocalíptico.
El Monumento 6 del Tortuguero describe el momento cuando culminará la época del treceavo Baktun (b’aktun) el cual, según el epigrafista Carlos Pallán Gayol dice:
“el 23 de diciembre de 2012 d.C. descenderá un Dios o un conjunto de deidades llamados Balun Yookte Kuh (B’alu’n Yookte K’uh’: los nueve pilares o soportes)”.
El investigador explica que para los mayas el tiempo estaba conformado por ciclos que tenían nombres y eran frecuentemente personificados con retratos animados y que en el caso del ciclo Baktun (B’ak’tun), de 400 años, está caracterizado por un ave mitológica.
Según los arqueólogos, los mayas, mediante observaciones astronómicas pronosticaban fechas convenientes o no convenientes para la siembra, la cosecha y la guerra. Para esto último Mario Aliphat y Rafael Cobos explican en el informe de INAH que los mayas reconocían diferentes facetas de las divinidades, de los humanos y de la naturaleza.
Los Olmecas, habitantes en el siglo 1 d.C. iniciaron el uso del ciclo vigesimal (de 20) en los ciclos de larga duración y con ellos pronosticaron fechas muy lejanas, sucesos míticos y pronósticos futuros, según los expertos de la Universidad Autónoma de Yucatán, citados por INAH.
Para los mayas, el día 0 de su calendario se describió como 1.3.0.0.0.0 que sería "4 Ajaw 8 Kumk’u", que en nuestro calendario equivale a 3114 a.C. de la fecha juliana.
Ellos dividieron las eras en ciclos de 400 años llamados Baktun y cada era tenía en total 13 Baktun, lo que da un total de 5125 años del calendario gregoriano y 5200 años del calendario maya.
Según los arqueólogos, los mayas describen el 23 de diciembre de 2012 como el fin de una tercera era y el inicio de la siguiente que tendría la duración de otros 5.125-5.200 años.
Conjuntamente con la cuenta de años de período largo, los mayas registraron los períodos cortos en el ciclo solar de 360 días, más 5 días. De igual manera tenían otro ciclo de 260 días y entre ellos coincidían cada 52 años.
Entre el 27 de noviembre y 2 de diciembre se reúne la VII Mesa Redonda de Palenquey al menos 60 expertos y arqueólogos de todo el mundo discutirán sobre estas predicciones mayas y sobre la arqueo-astronomía y epigrafía de los mayas entre los años 250 y 290 d.C., fechas en que ordenaron el tiempo en sucesos de secuencias.
La cosmovisión de la cultura maya desarrolló un avanzado conocimiento matemático, astronómico y de escritura, además de la monumentalidad de su arquitectura. Una exposición "La sociedad y el tiempo maya", se exhibirá en el Museo del Oro, en Bogotá, Colombia, entre el 27 de octubre y febrero de 2012.
El poderío de la cultura maya se extendió por más de tres mil años, durante la época prehispánica; abarcó desde el sureste mexicano hasta Honduras, incluyendo los actuales territorios de Guatemala, Belice y El Salvador.
Abandonaron varias ciudades a fines del periodo clásico (el período clásico y post-clásico duró entre 1.500 a.C y 1.000 d.C), no obstante, la civilización como tal no desapareció. Para los arqueólogos, los mayas siguieron habitando parte de ese territorio que dominaron, y conservaron la lengua, cultura y creencias heredadas desde la antigüedad.
Uno de estos textos está en el Monumento 6 de Tortuguero, y el segundo en Comalcalco, una zona arqueológica de Tabasco. Ambos lugares son cercanos entre sí, informa en su reporte del 23 de noviembre el Instituto Nacional de Antropología de México (INAH), y agrega que sesenta arqueólogos y especialistas se reunirán en los próximos días en una mesa redonda en Palenque, México, para discutir sobre los jeroglíficos mayas y en particular de los que se refieren a un evento apocalíptico.
El Monumento 6 del Tortuguero describe el momento cuando culminará la época del treceavo Baktun (b’aktun) el cual, según el epigrafista Carlos Pallán Gayol dice:
“el 23 de diciembre de 2012 d.C. descenderá un Dios o un conjunto de deidades llamados Balun Yookte Kuh (B’alu’n Yookte K’uh’: los nueve pilares o soportes)”.
El investigador explica que para los mayas el tiempo estaba conformado por ciclos que tenían nombres y eran frecuentemente personificados con retratos animados y que en el caso del ciclo Baktun (B’ak’tun), de 400 años, está caracterizado por un ave mitológica.
Según los arqueólogos, los mayas, mediante observaciones astronómicas pronosticaban fechas convenientes o no convenientes para la siembra, la cosecha y la guerra. Para esto último Mario Aliphat y Rafael Cobos explican en el informe de INAH que los mayas reconocían diferentes facetas de las divinidades, de los humanos y de la naturaleza.
Los Olmecas, habitantes en el siglo 1 d.C. iniciaron el uso del ciclo vigesimal (de 20) en los ciclos de larga duración y con ellos pronosticaron fechas muy lejanas, sucesos míticos y pronósticos futuros, según los expertos de la Universidad Autónoma de Yucatán, citados por INAH.
Para los mayas, el día 0 de su calendario se describió como 1.3.0.0.0.0 que sería "4 Ajaw 8 Kumk’u", que en nuestro calendario equivale a 3114 a.C. de la fecha juliana.
Ellos dividieron las eras en ciclos de 400 años llamados Baktun y cada era tenía en total 13 Baktun, lo que da un total de 5125 años del calendario gregoriano y 5200 años del calendario maya.
Según los arqueólogos, los mayas describen el 23 de diciembre de 2012 como el fin de una tercera era y el inicio de la siguiente que tendría la duración de otros 5.125-5.200 años.
Conjuntamente con la cuenta de años de período largo, los mayas registraron los períodos cortos en el ciclo solar de 360 días, más 5 días. De igual manera tenían otro ciclo de 260 días y entre ellos coincidían cada 52 años.
Entre el 27 de noviembre y 2 de diciembre se reúne la VII Mesa Redonda de Palenquey al menos 60 expertos y arqueólogos de todo el mundo discutirán sobre estas predicciones mayas y sobre la arqueo-astronomía y epigrafía de los mayas entre los años 250 y 290 d.C., fechas en que ordenaron el tiempo en sucesos de secuencias.
La cosmovisión de la cultura maya desarrolló un avanzado conocimiento matemático, astronómico y de escritura, además de la monumentalidad de su arquitectura. Una exposición "La sociedad y el tiempo maya", se exhibirá en el Museo del Oro, en Bogotá, Colombia, entre el 27 de octubre y febrero de 2012.
El poderío de la cultura maya se extendió por más de tres mil años, durante la época prehispánica; abarcó desde el sureste mexicano hasta Honduras, incluyendo los actuales territorios de Guatemala, Belice y El Salvador.
Abandonaron varias ciudades a fines del periodo clásico (el período clásico y post-clásico duró entre 1.500 a.C y 1.000 d.C), no obstante, la civilización como tal no desapareció. Para los arqueólogos, los mayas siguieron habitando parte de ese territorio que dominaron, y conservaron la lengua, cultura y creencias heredadas desde la antigüedad.
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