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domingo, 10 de febrero de 2013

Lecciones de Islam XIX: Introducción al estudio de las prácticas islámicas

Lecciones de Islam XIX: Introducción al estudio de las prácticas islámicas




Lección 19: Introducción al estudio de las prácticas islámicas.


En el Nombre de Dios, El Compasivo, El Misericordioso


1.- Generalidades.

Como dijimos anteriormente, el creyente no es tal sólo por sostener determinadas creencias, sino que debe actuar en concordancia con ellas. Es en el ámbito de las acciones que la verdadera sinceridad en la fe y el grado de la misma es demostrado. El Islam es un “modo de vida completo e integral” para ser puesto en práctica en la vida cotidiana de la gente, tanto a nivel individual como comunitario. Por consiguiente, no es sólo un conjunto de creencias para investigar y debatir desde lo intelectual, sino un conjunto armonioso de prácticas para aplicar en la vida.


2.- Clasificación de las acciones.

El Islam clasifica todas las acciones grandes y pequeñas que pueda realizar el ser humano, estableciéndolas dentro de 5 posibles categorías :
1.- Acciones obligatorias (“Uayib”). Son aquellas acciones que el musulmán está obligado a realizar por el Mandato de Dios, las cuales debido a su importancia para la vida humana, han sido establecidas por Dios como obligatorias. Por ejemplo, la oración, el ayuno, la caridad, la Peregrinación a la Meca, etc. Cada una tiene determinadas condiciones y luego las describimos brevemente.
2.- Acciones prohibidas (“Haram”). Son aquellas acciones que, debido al perjuicio que conllevan tanto para el individuo como para la sociedad, han sido terminantemente vedadas y prohibidas por Dios, por lo cual el musulmán no puede realizar de ninguna manera. Por ejemplo, tomar embriagantes, comer cerdo, cobrar usura, mentir, traicionar, robar, asesinar, fornicar o cometer adulterio, cualquier forma de idolatría, etc.
3.- Acciones meritorias (“Mustahabb”). Son aquellas acciones que si bien no entran en la categoría de obligatorias, son aconsejables y recomendables por el bien que conllevan. Por ejemplo, realizar cualquier forma de bien, como una caridad, una ayuda al necesitado, o rezar y ayunar más allá de lo estrictamente obligatorio, etc.
4.-Acciones reprobables (“Makrub”). Son los actos que si bien no están prohibidos, es mejor que el hombre no realice y en lo posible se aleje de ellos y los omita. Por ejemplo, el divorcio.
5.- Acciones permitidas (“Halal”). Es todo el conjunto de acciones que el musulmán es libre de realizar o no, según sus deseos, y que no tienen ninguna de las calificaciones anteriores.

3.- ¿Por qué Dios obliga y prohíbe determinadas acciones?

Por el beneficio o perjuicio que traen aparejadas para la vida del ser humano, tanto a nivel individual como social. No es necesario que el hombre conozca en detalle estos asuntos. Le basta con saber que las acciones no afectan en absoluto a Dios Altísimo, Glorificado sea, sino al hombre mismo. Dios no se engrandece ni perfecciona a través de la oración del hombre, ni necesita del ayuno o la caridad del siervo. Es la vida del propio ser humano la que mejora con estas acciones. Lo mismo con las prohibiciones: a Dios no le afecta en absoluto el consumo de embriagantes o de cerdo, el robo o el adulterio : es el propio ser humano el afectado y perjudicado con estas cuestiones.
Los mandatos y reglas de la religión son para el hombre, para que él pueda obtener la felicidad y bienestar en su vida, los cuales se obtienen a través del establecimiento de la justicia en todos los ámbitos. Y no es necesario que el hombre conozca en detalle la forma como tales mandatos actúan en el establecimiento de la justicia, tal como un enfermo no necesita conocer en detalle el mecanismo de acción de un medicamento : le basta saber cómo debe administrarlo y seguir las indicaciones para alcanzar la salud.
Ni los individuos ni las sociedades pueden vivir sin reglas, sin leyes, sin orden. Luego, el ser humano tiene dos alternativas : reconocer el valor de los mandatos de la religión o adoptar las normas de los hombres, las cuales nunca son completas ni perfectas por mucho que se esfuercen y por más que tengan las mejores intenciones. El resultado del abandono de los mandatos de la religión puede verse hoy en cualquier sociedad del mundo, especialmente en las de Occidente que son las más alejadas de todo lo sagrado.

4.- ¿Cómo conocemos los límites y la forma de realizar las acciones?

Las conocemos a través de las fuentes que antes mencionamos (el Corán, el Hadiz, el intelecto; hay otra que es el consenso de los sabios, que no lo hemos mencionado con este título pero sí hemos hablado de los sabios y la obligación de seguirlos). El creyente infiere los límites y aspectos de las acciones a través de un esfuerzo profundo de investigación y análisis intelectual que en árabe se llama “iytihad”.
Si bien todo musulmán está obligado por Dios y las indicaciones del Profeta Muhammad (BPD) a buscar el conocimiento, a estudiar e investigar, no todo aquel que estudia y conoce algo del Islam puede realizar “iytihad”. No cualquiera está en condiciones de hacerlo, pues debe ser sabio en las diversas ramas de las ciencias islámicas : Corán, Tafsir (exégesis), Hadiz, gramática árabe, historia, etc. No todos los hombres tienen la misma capacidad, por lo que no todos los musulmanes pueden realizar el “iytihad” con éxito. Dice el Corán :

"No es posible que acudan todos los creyentes. ¿Por qué no va una parte de cada grupo para instruirse en la religión, para así poder advertir a su pueblo cuando regresen a ellos? Quizá así sean precavidos." (9:122)
Cuando un grupo de musulmanes se instruyen y alcanzan el grado de “muytahid”, que es quien realiza “iytihad”, el resto de los musulmanes puede tomar las prácticas de ellos y hacer imitación o “taqlid”.

5.- ¿Las prácticas se realizan por imitación?

Sí, por supuesto : las prácticas se realizan por imitación. No se pueden alcanzar por deducción racional. Uno puede razonar que debe rezar para comunicarse con Dios, pero la forma correcta de la oración islámica no la puede extraer de una deducción lógica : tiene que aprenderla de alguien que la enseñe. Fue el Profeta Muhammad (BPD) quien nos ha enseñado la manera correcta de realizar las diferentes prácticas. Pero hoy el Profeta (BPD) no está entre nosotros y ninguno de nosotros lo conoció en vida. Tampoco tenemos a sus compañeros y allegados con nosotros. Por consiguiente, aprendemos estos asuntos de los sabios que profundizan en la investigación de las ciencias islámicas hasta alcanzar el punto en que ellos nos pueden decir cómo realizar las prácticas correctamente.
La deducción racional el creyente la usa para alcanzar la comprensión de los Principios de fe, los cuales no pueden seguirse por imitación. Pero para las prácticas, debe imitar a un muytahid de una de las Escuelas de Fiqh o jurisprudencia islámica.

6.- Escuelas de Jurisprudencia Islámica.

Existen en el Islam dos grandes corrientes de pensamiento que tienen algunas diferencias en cuanto a algunos puntos doctrinales del Islam. Son la Escuela Sunnita y la Shiita. No difieren en las cuestiones más esenciales del Islam : la creencia en Un Dios Unico, la creencia en el Corán y el Profeta Muhammad (BPD), la creencia en el Día del Juicio, etc. Tampoco en las prácticas elementales : la oración, el ayuno, la caridad, la Peregrinación, etc., aunque presentan algunas diferencias en cuanto a las formas de las mismas.
La Escuela Sunnita presenta a su vez 4 Escuelas de Fiqh basadas en la opinión de 4 eminentes sabios o muytahides del pasado : Abu Hanifah, Malik ibn Anas, Ahmad ibn Hanbal y Shafi’. Así las Escuelas se denominan según sus fundadores o “Imames” : Hanafita, Malikita, Hanbalita y Shafiita. También tenemos la Escuela salafi que para algunos no es parte de “la Escuela sunnita”, para otros sí, pero sólo con una diferencia de visión o interpretación.
La Escuela Shiita tiene una Escuela principal llamada “Ya’farita” debido al Imam Ya’far As Sadiq (P) que fue quien la organizó. También se conoce como “Imamita Duodecimana” por seguir a los Doce Imames (P). Dentro de la Escuela Shiita, cada “muytahid” que ha alcanzado el grado de “iytihad” escribe lo que a su entender es el conjunto de prácticas, de acuerdo a sus estudios e investigaciones. Luego, cada musulmán shiita que no ha alcanzado el grado de “iytihad”, está obligado a seguir a un muytahid vivo, a alguien a quien (si lo desea y lo necesita) pueda contactar para clarificar todas sus dudas.
Existen muchas pequeñas diferencias entre ambas Escuelas, las cuales no detallamos aquí. Pero más allá de los términos, nombres, títulos, aspectos externos, etc., todas las Escuelas y todos los grupos del Islam tienen uno o varios sabios encabezando la interpretación de los límites y aspectos del Islam, es decir: tienen “muytahides” haciendo “iytihad” (dando “fatuas”).


7.- El “muytahid” y el “iytihad”.

“Iytihad” significa esforzarse uno mismo para deducir normas de ley islámica de sus fuentes, de acuerdo con reglas especiales de investigación. La capacidad de hacer “iytihad” o deducir leyes no es el monopolio de ninguna clase en particular, ni es materia para ningún anuncio ni señalamiento. El camino está abierto a totos para adquirir la calificación necesaria y especializarse en este campo, para lo cual deberá realizar estudios académicos en las Universidades Teológicas especializadas. Quienquiera que lo haga, si alcanza el grado máximo de tales estudios, automáticamente estará facultado para ejercer el “iytihad” y tendrá derecho a actuar de acuerdo a sus propias decisiones y pronunciamiento, e incluso a hacer conocer los resultados de sus estudios para conocimiento e información de otros.
El “iytihad” respecto a los mandatos que involucran a las ramas es obligatorio con la obligación “Kifái” (es decir, en la medida de lo necesario) para todos los musulmanes. Es decir que es obligatorio para todos los musulmanes en todas las épocas, pero cuando un grupo cuyos miembros son en cantidad suficiente se moviliza y emprenden esta tarea, la obligación cae y deja de ser tal para los demás musulmanes, limitándose a quienes emprendieron este tarea hasta alcanzar el grado de “iytihad” (hasta ser un muytahid). Luego, cuando uno posee todas las condiciones, los demás lo imitan, recurren a él y lo consultan sobre las ramas de su religión.
Por lo tanto es obligatorio para todos los musulmanes de todas las épocas atender a este tema. Si encuentran entre ellos a quien se haya esforzado por obtener el grado de “iytihad” -el cual no es alcanzado sino por alguien muy afortunado- y posee todas las condiciones que lo hacen digno de ser imitado, entonces pueden conformarse con él e imitarlo, recurriendo a él (para consultarlo) para conocer los mandatos de su religión. Pero si no encuentran a nadie que posea este grado, es obligatorio para cada uno de ellos alcanzar el grado de “iytihad”, o preparar a uno de ellos para que obtenga esta jerarquía, cuando resulta imposible o muy difícil para todos ellos emprender este asunto.

Abdallah Yusuf de La Plata – Argentina.

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