¿Cómo va a cambiar el mundo la aparición del Estado Islámico?
Última actualización: 19/09/2014@10:00:50 GMT+1
Los expertos que acudieron al Desayuno de Trabajo del Grupo ATENEA “El Estado Islámico (EI) y el Califato. ¿Qué va a pasar?”, celebrado el jueves, estuvieron de acuerdo en que el grupo terrorista yihadista del EI rompe fronteras y fractura el orden mundial trazado por las potencias occidentales mediante el Pacto Sykes-Picot, del año 1916.
Uno de los ponentes en dicho desayuno (moderado por Jesús Argumosa, director adjunto del Grupo ATENEA) fue el Embajador Javier Rupérez, quien considera que la instauración del califato en una persona con su carga espiritual y victimaria, ha producido un impacto trascendental en el mundo islámico y la ruptura de Mesopotamia. Disponer de una base de finanzas, de un territorio y de buenos combatientes, proporciona al Estado Islámico un mayor potencial para perpetrar violencia que Al Qaeda. Rupérez estima que la actual situación está beneficiando a los kurdos, a los chiíes y a Irán, y se sorprendió por el el bajo perfil adoptado por España en Cardiffen relación con la coalición contra el EI.
En opinión de Rosa Meneses, Redactora Internacional de Oriente Medio en el diario “El Mundo”,la ruptura de las fronteras que está ocasionando el modelo de califato (con sus competencias legislativas, de guerra santa y de guía moral), por un lado, afecta directamente a Turquía en el tema kurdo, mientras por otro impulsa una sangrienta lucha interna en el mundo árabe respecto al apoyo o rechazo de los Hermanos Musulmanes y grupos afines. Asimismo, recalcó que la lucha contra el EI debería realizarse dentro de una acción única de respuesta de la coalición internacional a la que debiera de apuntarse España con un mayor protagonismo.
Desde el punto de vista del General de División, Ricardo Martínez Isidoro, ex Deputy Commander en Irak, el EI es una amenaza que conculca el orden internacional e introduce un caldo de cultivo yihadista consecuencia del regreso de los combatientes extranjeros a su propio país. Por otro lado, destacó que en el aspecto operativo tanto las operaciones militares contra el EI, integradas por 'perhsmergas' kurdos, soldados del Ejército iraquí, sangrientas milicias chiíes de al-Sadr -con atroces matanzas- y tropas iraníes, apoyadas por bombardeos occidentales, como la negativa de emplear fuerzas terrestres occidentales, constituyen obstáculos para conseguir resultados decisivos. Considera que España tiene un bajo perfil en la coalición por la mala conciencia de Irak y por su limitado gasto en defensa.
Para Carlos Echeverría, Profesor de Relaciones Internacionales de la UNED, el resurgir del califato supone una grave amenaza que estimula y actúa como elemento dinamizador para los radicales islamistas. El yihadismo está incrementando su capacidad de reclutamiento y su intervención está centrada cerca de los lugares sagrados del Islam, originando un efecto de contagio como el que se ha visto con Boko Haram o con otros grupos de Al Qaeda. La guerra sectaria contra los chiíes ya se ha extendido a Líbano y corre el peligro de que lo haga a Jordania y a Arabia Saudí. Considera que las lecciones extraídas de Libia conducen a desconfiar del apoyo de ciertos grupos, y que España merece participar con un mayor papel en la coalición internacional.
De izquierda a derecha, el general Pedro Díaz Ostos (asesor del Grupo ATENEA); Rosa Meneses (Redactora Internacional de Oriente Medio en "El Mundo"); Carlos Echeverría (profesor de Relaciones Internacionales de la UNED); José Luis Cortina (presidente del Grupo ATENEA); general de División Ricardo Martínez Isidoro (ex subcomandante en Irak), y Jesús Argumosa (director adjunto del Grupo ATENEA).
Por último, el desayuno terminó cuando todos los participantes expusieron en común los siguientes puntos: la gran repercusión que ha tenido el resurgir del califato en el mundo islámico; el importante reordenamiento regional que está ocasionando la ruptura de fronteras del EI; la necesidad de que la coalición actúe legitimada y con una acción única; la continuidad del enfrentamiento sectario; la fuerte rivalidad entre Irán y Arabia Saudí, y la realidad de la delegación de la guerra a los actores regionales (los grandes beneficiados de la actuación del EI son los kurdos, los chiíes e Irán). Todos coinciden en señalar que España debería tener un mayor papel en la coalición internacional.
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