Construir un nuevo muro en la frontera con México

El plan original de Trump era completar definitivamente la pared y costearla con las remesas de los migrantes mexicanos en EE.UU.
Durante la campaña electoral Donald Trump prometió costruir un muro a lo largo de la frontera con México para frenar la entrada ilegal de migrantes y personas a territorio estadounidense.
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¿Con qué dinero?

El triunfo de Trump el pasado 8 de noviembre de algún modo tambaleó la economía mexicana, pues no solo puso en juego la estabilidad de las relaciones entre ambas naciones, sino, también ha hecho que muchos mexicanos se pregunten de qué manera o con el dinero de quién se pagará el muro que el republicano piensa levantar en la frontera.
Las nuevas medidas económicas implementadas en México, por ejemplo, el gasolinazo, han hecho pensar que probablemente el aumento del combustible sea una forma de obtener recursos para costear el pago del citado muro. Sin embargo, Peña Nieto ha dicho que México no hará frente a ese gasto.

Deportación masiva de inmigrantes ilegales

En EE.UU. hay unos 11,3 millones de inmigrantes indocumentados. Detenerlos y deportarlos representaría un reto logístico y financiero para las agencias militares, policiales y de control fronterizo.
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¿Cómo?

Trump dijo que luego de construir el muro con México y "asegurar" la frontera sur, determinará qué hacer con los restantes 8 o 9 millones de inmigrantes sin papeles.
Las medidas principales de su plan migratorio sostienen que la única opción para todos los indocumentados sin antecedentes será salir de Estados Unidos y realizar el proceso legal estipulado, que ahora será más exigente.

Eliminar los tratados de libre comercio

Trump asegura que en los últimos 15 años 60 mil fábricas cerraron y se perdieron casi 5 millones de empleos. “La globalización acabó con la clase media”, dijo en un mitin el 28 de junio
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¿Por qué?

Estados Unidos, país que impulsó la creación de la zona de libre comercio en la región del Pacífico, conocida como Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), pudiera abandonarla pronto.
Trump dijo que emitiría una notificación de intención para retirarse del Acuerdo Transpacífico, "un desastre potencial para nuestro país".
Trump apela a millones de empleos en la industria manufacturera que Estados Unidos perdió desde la firma del tratado. Puestos de trabajo que fueron hacía México, un país donde un trabajador tiene un sueldo mínimo diario por casi la mitad de lo que ganaría un estadounidense en una hora.
El TLCAN fue negociado y firmado por el presidente Bill Clinton con un amplio respaldo de los republicanos en el Congreso.
Pero Trump, en cambio, quiere negociar "acuerdos bilaterales justos de comercio que traigan empleos e industria de vuelta a las costas estadounidenses".
El empresario Wilbur Ross, el economista Peter Navarro y el exfuncionario Robert Ligthizer serán los encargados de la política comercial de Estados Unidos a partir de este 20 de enero y México podría ser el país más afectado por las nuevas decisiones.

Protestas

La toma de posesión del nuevo presidente de EEUU se celebrará el viernes 20 de enero en Washington.
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El descontento

El descontento que dejó su victoria no solo entre seguidores de Hillary Clinton, sino entre inmigrantes, mujeres, afroestadounidenses y quienes se ofendieron por su campaña se organizaron alrededor de diferentes causas para manifestar su oposición al gobierno entrante.
Los cálculos oficiales indican que más de 1 millón de personas estarán ese día en Washington.
Miles de policías y miembros de la Guardia Nacional de todo el país fueron reasignados a la capital para el fin de semana. Según The Washington Post, los funcionarios de la ciudad esperan más de 1,500 autobuses chárter y la disponibilidad de alojamiento en la ciudad está casi a pleno.
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU en inglés) advirtió que aunque la protestas son legales, se pueden producir arrestos si los manifestantes bloquean el flujo de peatones en los espacios públicos, cruzan las barreras establecidas por la policía, o acceden a propiedad privada sin permiso del propietario.

Más empleo

Donald Trump, prometió convertirse en "el mayor generador de empleos creado por Dios", en su primera conferencia como presidente electo de los Estados Unidos el pasado 11 de enero.
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¿Es posible?

El polémico empresario busca regresarle a Estados Unidos de Norteamérica los empleos "usurpados" por los hispanos, asiáticos y afrodescendientes.
Sin embargo, ese mensaje de prosperidad laboral lo envía el presidente electo al porcentaje de la población que votó por él, es decir, los hombres blancos de clase trabajadora con poca educación y altamente racistas.
Expertos señalan que Donald Trump olvidó tomar en cuenta dentro de sus contradictorios discursos que muchos empleos relacionados con la fabricación textil, de mobiliario o de juguetes requerían, hace años, mayor mano de obra con menores conocimientos, pero debido al desarrollo de las tecnologías las tareas de producción quedan cubiertas por las máquinas y los nuevos empleos requieren otro tipo de conocimientos por parte de los trabajadores.
La industria estadounidense se ha movido hacia la fabricación avanzada, que emplea a personas altamente educadas, y las plantas que alguna vez requirieron mano de obra, en su mayoría migrante, están ahora ocupadas por robots que trabajan más rápido y cuestan más barato.