Disfruten lo votado, podría llamarse este artículo.
Pero no, la mayoría de los mexicanos no votó por
quienes hoy usurpan el poder, ni por la “suprema-
cía constitucional” con la supresión del amparo y la rifa de
jueces, ni por la suspensión retroactiva de los juicios ya en
proceso. Nunca hubo una manifestación del pueblo a favor
de ello, todo en contra. Y esto no es mentira sólo porque
lo dice la derecha ‒así como una verdad no deja de serlo
porque la diga el diablo‒. Pero a muchos de izquierda ya
se les olvidó el artículo 8 de las Declaración Universal de
los Derechos Humanos, el derecho a la defensa.
Y olvidan el derecho a la vida en el artículo 3. Porque tampoco nadie
votó por el aborto a los 9 meses. Si a las12 semanas ya era un escándalo,
ahora Morena no se la acaba con su aborto en cualquier etapa del emba-
razo, y el argumento suele ser que el cuerpo de la madre tiene prioridad
sobre el cuerpo del niño. Están borrachos de poder, pero tuvieron que
detenerse, es un asesinato. Y Claudia Sheinbaum dicta que no se discuta
‒así como hicieron con la “supremacía” y reforma judicial.
Ciertamente hay casos en que el aborto es inevitable, y cuando peligra
la salud o la vida del niño o de la madre; o por violación, sobre todo a
menores de edad ‒no obstante que el violador también se beneficia.
El aborto intencionado debería ser ilegal, en el sentido de que el Estado
no lo consiente ni lo promueve. Y tampoco los médicos deben ser obliga-
dos a practicarlo. Mas no debería penalizarse, pues la pena ya es muy
grande para una mujer que decide matar a su propio hijo, y es agravar las
cosas; además es irreparable y el Estado poco puede hacer para contro-
larlo o impedirlo, ni tiene por qué asumir una responsabilidad que es prin-
cipalmente de la mujer ‒el Estado regula el espacio público, no el privado.
Qué cosas, hoy ser “próvida” es de derecha y ser “promuerte”, de iz-
quierda. Pero el aborto que quieren, poco tiene de izquierda y de derechos
humanos. Otra vez es la Agenda 2030 que siguen AMLO y Sheinbaum,
liderada por grandes corporaciones de ultraderecha y que busca despo-
blar el planeta ‒siendo las vacunas otro de sus métodos, lo mismo que la
destrucción de campos agropecuarios y la geoingeniería ambiental.
No hay salidas. México está acorra-
lado por arriba con el poder ejecutivo y
toda su soberbia; abajo por el legisla-
tivo embriagado de poder; por un cos-
tado el virrey judicial fiel al mejor pos-
tor; por otro un artículo 41 Constitucio-
nal que nadie propone derogar, parti-
dos por todos los frentes; instituciones
demolidas, traiciones por doquier, bri-
bones al mando. Donald Trump por el
Norte con su racismo antimexicano y
Sheinbaum con los buitres ultraneoli-
berales de BlackRock como lo hizo
AMLO. ¿Por el Sur?, un falso socia-
lismo de pobreza y tiranía; por el Este
las imposiciones de la ONU con su
Agenda 2030; por el Oeste la econo-
mía china. Y por todos lados militares
y delincuencia organizada; manipula-
ción de consciencias; apatía, confort
ideológico, frivolidad, desorganiza-
ción, atados a un celular que resuelve
todo, menos la democracia. Añada la
falta de soberanía monetaria, deudas
por todo; rampante corrupción en cada
nivel de gobierno. No sin incendios,
tsunamis, huracanes, terremotos,
inundaciones, tornados, sequías...
todo provocado con fines perversos.,,
¡radiaciones Haarp! Medios vendidos
al poder y ciencia chatarra.
Agregue el discurso apocalíptico de
no saber si Dios va a intervenir para
ayudarnos o para castigarnos por todo
esto. Aunado al desconsuelo de que
México no es el único país en esta si-
tuación, ¡es el planeta entero! ¿Queda
algún dejillo de esperanza? No, no me
hable de partidos políticos.
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