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domingo, 9 de octubre de 2011

Diez años del 11-S: las claves de la más grande conspiración de nuestra época

Diez años del 11-S: las claves de la más grande conspiración de nuestra época
En el décimo aniversario del supuesto ataque terrorista del WTC, Pijama Surf presenta su investigación de las múltiples teorías de la conspiración que envuelven a este mítico acontecimiento; 9-11, el día en el que se gestó la nueva narrativa del terror y en el que millones de personas despertaron en el centro de una una manipulación ritual global.



A 10 años del día en el que “el mundo se transformó” por un supuesto ataque terrorista que atacó el corazón de la cultura estadounidense con una fuerte carga simbólica y que puso en marcha una nueva narrativa global —el terror y la supervigilancia—, surgen cada vez más y más contundentes dudas sobre la versión oficial de lo que sucedió ese mítico 11 de septiembre de 2001. Como si ese día se hubiera liberado una poderosa energía que para algunos representó el miedo, la inseguridad y el odio y para otros, en palabras del ex consejero de Seguridad Nacional Zbigniew Brzezinzki, “un masivo despertar político”, al tomar conciencia de estar dentro de una gigantesca manipulación. En cierta forma el 11-S es el día en que se estremeció para millones de personas la matrix de la realidad y se atisbó la existencia de una agenda oculta de control mental masivo.

Si bien es difícil definir del todo lo que en realidad sucedió ese día, después de tanta prestidigitación y desinformación, resulta evidente que la “Singularidad” del 11 S, como la llamó Jean Baudrillard, involucra una compleja operación política y financiera e incluso religiosa que actualmente sigue en marcha y que se vale de la propaganda y de la manipulación de la opinión pública para efectuar su cometido. A 10 años de los “atentados terroristas” podemos ver que, como consecuencia, se ha movilizado la industria militar como nunca en la historia, gastando Estados Unidos más de 3.2 billones de dólares (3.2 trillones en inglés) solamente en las guerras de Afganistán e Irak, una cantidad de dinero que se ha ido en buena parte a las familias que controlan las empresas que reciben contratos militares y de infraestructura del gobierno de Estados Unidos. Al mismo tiempo se ha implementado una estructura global de vigilancia, espionaje e inteligencia bajo pretexto de mantener la seguridad de los principios de democracia y libertad amenazados por el espectral enemigo del terror.

El 11 de septiembre del 2001 murieron 2,722 personas (el verdadero ataque ocurrió en le televisión, en la psique de las millones de personas sintonizando en vivo la cobertura); en contraste, según las cifras más conservadoras, han muerto 225 mil en las guerras de Irak y Afganistán (se cree que podrían ser más de 1 millón), incursiones declaradas como respuesta a la supuesta agresión terrorista. Hoy Estados Unidos recordará a su víctimas —la cuales sinceramente son cuantitativamente insignificantes en comparación con las víctimas de su represalia—, reforzará su nacionalismo y justificará su despliegue bélico en el mundo (inyectando combustible a la maquinaria de guerra), sustentándose meramente en un simulacro —una psy-op, una lobotomía masiva. Nosotros preferimos condenar esta farsa colectiva y celebrar este día, si acaso, la conciencia de cuestionar a la autoridad, investigar individualmente los hechos y buscar liberarnos de la programación psicosocial que ejercen los medios mainstream. Se puede usar despectivamente la palabra “conspiracionista” o “conspiranoico”, pero creer sin cuestionar lo que nos dicen los gobiernos y la mayoría de los medios es simplemente ingenuo, por no decir idiota.

A continuación les presentamos información que permite argumentar que la versión oficial de los hechos ha sido manipulada. En algunos casos la información presentada se contradice, por lo cual queda claro que no todo es verdad (o lo es en una especie de superposición de planos, similar al estado de las partículas en la física cuántica). Actualmente, con la cantidad de (des)información que existe, es utópico creer que se sabe la verdad íntegra de los sucesos planetarios que vivimos. Nuestra perspectiva es que esta información es al menos tan digna de considerarse como la información oficial emitida por el gobierno de Estados Unidos; de igual manera, forma parte de la metanarrativa histórica que se construye también a través de los mitos y creencias de cada persona y cada grupo que transforma el mundo al observarlo desde su particular cristal cognitivo. Que cada quién forme su opinión sobre los misteriosos hechos que ocurrieron hoy hace 10 años, y que de alguna forma siguen ocurriendo.

ANTECEDENTES
Existen numerosos eventos históricos en los que se finje o se orquesta un autoatentado para iniciar una guerra o ejercer un estado policial. El emperador Nerón incendió Roma para iniciar la persecución de los cristianos. William Mckinley y William Randolph Hearst planearon la Spanish-American War luego de que el buque Maine diligentemente explotara. Adolf Hitler incendió el Reichstag para implementar su Estado policial y culpar a sus enemigos.

El presidente Roosevelt tenía conocimiento previo del ataque de Pearl Harbor, el cual fue la excusa necesaria para entrar a la Segunda Guerra Mundial. Como detalle cultural, el abuelo de George W. Bush, Prescott, ayudó a financiar a Adolf Hitler y se benefició económicamente de la Segunda Guerra Mundial, en ambos bandos. Esta nota del diario The Guardian explica los vínculos entre los Nazis y el abuelo Bush.

Reporte indican que el primer ataque al WTC en 1993 se dio con el conocimiento del FBI.

La versión oficial del bombardeo de Oklahoma City por una especie de avatar de Lee Harvey Oswald, Timothy McVeigh, da lugar a serias dudas de la verosimulitud del caso del “asesino solitario”. Aquí una investigación de los hechos.

Al parecer estos actos terroristas o beligerantes son construidos bajo una diálectica de crear un problema y ofrecer una solución ordo ab chaos.

En 1983 Donald Rumsfeld se reunió con Sadam Hussein como enviado al Medio Oriente del presidente Reagan, existe información que apunta a que Rumsfeld ayudó al gobierno iraquí a conseguir armas biológicas, las cuales luego fueron usadas contra los kurdos. Irónicamente, años después Estados Unidos invadiría Irak bajo el supuesto de que ese país contaba con armas nucleares.

En este artículo se documenta cómo la CIA y Zbig Brzezinski fondearon y entrenaron al Talibán y al grupo terrorista Al-Qaeda, incluyendo a Osama bin Laden, como resultado de la Operación Ciclón iniciada en 1979.

Un ex científico de la NASA, Rene Welch, señala que los ataques del 2001 fueron planeados con los sauditas en esta reunión de 1987.

Otro detalle cultural sincromístico: el 11 de septiembre de 1991, justo diez años antes del ataque a las Torres Gemelas, George H. W. Bush daba un discurso al Congreso donde hablaba de la posibilidad de erigir un nuevo orden mundial. (Minuto 40 de este video). (El 12 de septiembre de 2001 el Council of Foreign Relations habla de la posibilidad de que George W. Bush implemente un nuevo orden mundial como su padre había mencionado).





En 1995, en su juego de cartas Illuminati New World Order, Steve Jackson de manera extraña predice el ataque terrorista tanto a las Torres Gemelas como al Pentágono en sus dos cartas correspondientes (y también dibuja una carta de un desastroso derrame petrolero ).



En septiembre del 2000 el documento Rebuilding America’s Defenses: Strategy, Forces and Resources For a New Century, generado por el neo-con think thank Project for the New American Century por Dick Cheney, Donald Rumsfeld, Paul Wolfowitz, Jeb Bush y Lewis Libby (parte de los halcones grises que estarían a punto de entrar al poder), sentaba el plan maestro para el dominio global de Estados Unidos. Entre otras cosas se acuñó en este documento el término “eje del mal”, se hablaba de tomar control de la región del Golfo Pérsico, de una guerra biológica y muchas otras “autoprofecías”, incluyendo la necesidad de un evento de escala global, estilo Pearl Harbor, como detonador para activar su plan.

El 28 de junio de 2001 Milton Wiliam Cooper, transmitiendo por onda corta, dijo que Estados Unidos se debería de preparar para un estremecedor ataque del cual sería culpado Osama Bin Laden, pero que en realidad sería orquestado por el mismo gobierno. El 5 de noviembre la policía decidió arrestarlo, después de que fuera acusado de amenazar con una pistola a unos transeúntes que pasaban cerca de su casa en Eager, Arizona. La policía, que sabía que Cooper estaba armado, hizo que saliera de su casa tocando música a alto volumen. Según la policía, después de que se identificaron, Cooper regresó a su casa por una escopeta y empezó a disparar. Cooper hirió en la cabeza a uno de los oficiales y otro policía le disparó, matándolo.


El periodista Alex Jones, en una transmisión del 25 de julio, advirtió del plan del gobierno de crear un ataque terrorista de falsa bandera en el que culparía a Bin Laden.



El secretario de Defensa Donald Rumsfeld, el 10 de septiembre del 2001, hablaba de 2.3 billones dólares (2. 3 trillones en inglés) faltantes o desperdiciados por el Pentágono. ¿Podría ser que este dinero se haya usado para financiar operaciones secretas, las llamadas black op? Claro, todo esto se olvidó cuando, al siguiente día, se inció una guerra contra el terrorismo y se pidieron 48 mil millones más para la Defensa, siendo que sus contadores no pueden contabilizar el 25% de lo que gastan.

El año pasado la misma Hillary Clinton aceptó que Estados Unidos había creado a los terroristas con los que ahora luchaba, en su programa de Contra en los ochentas en Pakistán y Afganistán.

Documentos declasificados del Archivo de Seguridad Nacional revelan que la administración de George W. Bush planeó la guerra contra Irak al menos desde enero del 2001, casi 9 meses antes de los ataques “terroristas” del 11 de septiembre que supuestamente desataron la guerra contra Afganistán y más tarde la guerra con Irak.

La misma Agencia de Seguridad Nacional escribe:

“Hasta este punto, el peso de la evidencia soporta una observación hecha en abril del 2002 por miembros del grupo secreto de operaciones en Irak –el ‘cambio de régimen’ en Irak ya era parte de la agenda de Bush cuando tomó el poder en enero del 2001. El 11 de septiembre no fue la motivación detrás de la invasión de Estados Unidos a Irak, fue la distracción”.

VÍNCULOS ENTRE LA FAMILIA BIN LADEN Y LA FAMILIA BUSH
El hermano de Osama bin Laden, Salem, fue inversionista de la compañía de petróleo de George Bush padre, Arbusto Oil.

El representante financiero de George W. Bush y compañero en el ejército, James Bath, también fue representante de Salem bin Laden, en Houston.

En 1992 el Financial Crimes Enforcement Network investigó a James Bath por supuestamente inyectar dinero de empresarios del Medio Oriente a compañías de Estados Unidos, para influenciar la política de ese país.

En 1997 la BBC reportaba de la presencia del Taliban en Texas, gobernado entonces por George W. Bush, para la construcción de un ducto de gas en Afganistán para la compañía UNOCAL.

La familia bin Laden invirtió en el grupo Carlyle en 1994, aunque según la familia del patriarca Mohammed bin Laden, que tuvo más de 50 hijos, Osama fue desheredado desde 1991. En octubre del 2001 la familia bin Laden retiró su inversión del Grupo Carlyle, por conflicto de intereses.

George H. W. Bush fue miembro de la junta directiva del Grupo Carlyle, fondo de inversión militar privado que se benefició enormenemente de la Guerra con Irak.

Georg W. Bush fue parte de la junta directiva de Caterair, que pertenecía al Grupo Carlyle.

El magnate banquero saudí Khaled bin Mahfouz fue inversionista del Grupo Carlyle y, según se ha reportado, su banco NCB financió al grupo terrorista Al-Qaeda; Mahfouz ha negado esto. En 1998 el director de la CIA James Woolsey dijo que la hermana de Mahfouz era la esposa de Osama bin Laden, más tarde se retractó.

Como reporta The Economist, George H. W Bush y el hermano de Osama bin Laden, Shafiq bin Laden, se encontraban en una junta del Grupo Carlyle en Washington al momento del atentado. Todos los miembros de la familia bin Laden partieron inmediatamente después del atentado a Arabia Saudita, pese a que el espacio aéreo había sido cerrado y supuestamente nadie podía salir de Estados Unidos.

Existen reportes que apuntan a que Osama bin Laden murió en el 2001, por 10 años su fantasma perpetuado generó una industria multimillonaria. El siguiente documental sostiene que Al-Qaeda no existe, es solamente la fachada que encubre a los verdaderos perpetradores del atentado —un brazo operativol de la CIA. Al-Qaeda, junto con bin Laden, serían los malos del guión que desde un inició los medios tautológicamente nos implantaron.


Minutos después del atentado, antes de que se impactara un supuesto avión contra el Pentágono, el edificio más vigilado del mundo, los medios de comunicación ligaron el ataque a Osama bin Laden. No se sabía qué iba suceder, pero ya sabían quién había sido.

El 1 de mayo de este año, coincidentemente el día de fundación de los Iluminati de Bavaria y de la celebración de la fiesta pagana de Mayday, se anunció la muerte de Osama bin Laden, supuestamente asesinado por un comando de navy seals en su casa en Pakistán. Numerosas inconsistencias surgen de la versión oficial de los hechos. Por una parte jamás se mostaron imágenes de bin Laden muerto, se arrojó su cuerpo al mar argumentando que esto era para darle un funeral islámico apropiado y no generar represalias (expertos en esta religión señalan que su exequia fúnebre no tuvo nada de apropiada según la tradición), se publicaron imágenes de Obama y su gabinete presenciando la captura en el Situation Room y luego se reveló que no hubo transmisión de los sucesos y una serie de contradicciones y contenido deinformativo que sugiere lo que han dicho numerosos comentadores, entre ellos el Dr. Steve Pieczenik, experto en inteligencia militar, y el ex subsecretario del Tesoro, Paul Craig Roberts, que Osama había muerto años antes y que todo esto fue un montaje (ve nuestro análisis del caso de la muerte de bin Laden aquí y aquí).


EL PETRÓLEO
Una de las razones esbozadas para invadir Irak y orquestar el atentado del 9-11 es el beneficio que pudieron haber obtenido miembros claves del gobierno de EU, estrechamente vinculados a grandes petroleras.

El vicepresidente Dick Cheney fue CEO de Halliburton. En el 2003 las acciones de Cheney de la petrolera habían subido un escandaloso 3000%.

La secretaria de Estado, Condoleeza Rice, fue diez años directora de la petrolera Chevron.

La familia Bush es una de las familias de mayor alcurnia petrolera, vinculadas a Zapata Oil, Arbusto y Pennzoil.

La guerra en Irak ha representado un enorme negocio para las compañías petroleras. Ver The Iraq Oil Bonanza.

AFGANISTÁN, LOS MINERALES Y EL OPIO
Hace apenas unos meses reportamos sobre el hallazgo de yacimientos minerales en Afganistán con valor de un billón de dólares, consideremos un interesante antecedente relacionado a la otra industria líder que tiene Afganistán: el opio. En 1980 Afganistán no producía más del 1% del opio en el mundo. En esa misma época inició la Operación Ciclón de la CIA con presupuesto que llegó hasta a 630 millones de dólares en 1987 y que fondeaba (bajo la dirección de George H.W. Bush) y armaba a los mujahideen en la guerra afgana-soviética. En 1986 Afganistán ya producía con sus cultivos de amapola el 40% de la heroína en el mundo. En 1999 esto había llegado al 80%. Justo entonces subieron al poder los talibanes, quienes prohibieron el cultivo de amapolas y redujeron dramáticamente la producción de opio en más de un 80%. Esto, ¿casualmente?, no duró mucho, ya que después del ataque a las Torres Gemelas Estados Unidos invadió Afganistán y los talibanes perdieron poder. Para 2005 Afganistán (o la CIA) había vuelto a hacer de las suyas y producía el 87% del opio en el mundo, una cifra que siguió creciendo.

UNA DEMOLICIÓN CONTROLADA FUE LO QUE HIZO QUE LA TORRES SE DERRUMBARAN
Según la versión oficial, la caída de las Torres Gemelas y el WTC 7 el 11 de septiembre del 2001 se debió al impacto de dos aeronaves comerciales, que provocaron un incendio e hicieron colapsar las dos torres en un efecto pancake, de forma simétrica. El WTC 7, un edificio que muchas personas ni siquiera saben fue destruido, se colapsó debido al incendio generado por restos o debris que salieron de las Twin Towers. Esta es la versión oficial y sin embargo, si analizamos los hechos, parece, citando a Charlie Sheen, el actor que se ha pronunciado en contra de la versión oficial del 11-s, “un cuento de hadas”.

Las Torres Gemelas son los primeros edificios hechos de acero que se colapsan totalmente en la historia. Incendios sostenidos de mucha mayor intensidad por mucho más tiempo no lograron colapsar edificios en Madrid, Philadelphia y Los Ángeles. Cuando los edificios de acero se incendian permanece el core, la médula. Las Torres Gemelas tenían 47 vigas de acero en su centro.

Las Torres Gemelas, que fueron construidas expresamente para soportar impactos de aviones según sus arquitectos, se colapsaron en caída libre en 8 y 10 segundos respectivamente.

Entre los restos de los tres edificios se encontraron restos de metales fundidos (molten metals); para que esto pudiera haber sucedido el incendio tuvo que haber llegado a más de 1500 grados centígrados de temperatura, algo poco probable si se analiza el color del fuego y del humo.

Análisis muestran que las olas de humo generadas por la caída de las Torres son una manifestación física de lo que se llama flujo piroclástico, algo que no se produce a través de un incendio, sino de una explosión, similar a la de un volcán.

El acero de las Torres fue rápidamente llevado a China para ser fundido, destruyéndose así la más importante evidencia de lo sucedido.

El profesor de la Universidad de Brigham Young, Steven Jones, sostiene haber encontrado restos del material explosivo termita, capaz de derretir el acero, entre los destrozos del 9-11. 8 semanas después del ataque todavía ardía el suelo de la zona cero.

Una gran cantidad de testigos (incluyendo a la prensa) hablan de explosiones previas a los aviones y previas también a la caída de las Torres. Este testimonio de los bomberos de NY es incontrovertible.



El último sobreviviente del WTC, el héroe William Rodriguez, habla de explosiones en el sótano antes del impacto de los aviones y de la muerte de algunos de sus compañeros. Imágenes demuestran que las ventanas del lobby habían explotado antes de que el edificio se colapsara. Aquí Rodriguez explica lo que vio ese día.

Si observamos los videos de la caída de las torres se pueden ver squibs, pequeñas detonaciones iniciadoras de una demolición. Viendo esto es difícil seguir pensando que las Torres cayeron por un incendio.

Scott Forbes, administrador de una empresa de base de datos con oficinias en el WTC, habla en esta entrevista de un misterioso apagón eléctrico días antes del ataque. Esta podría ser la ventana de oportunidad para insertar en el edificio el cableado para los explosivos.

El hermano del presidente George W. Bush, Marvin, era directivo de la empresa encargada de la seguridad de las Torres Gemelas al tiempo del ataque.

El fantasmal edificio WTC 7, que no recibió un impacto directo, se colapsó horas después, teniendo solo dos pequeños incendios. Si observamos la forma en cae, veremos claramente el efecto de una demolición controlada.


El dueño de los edificios, Larry Silverstein, quien recibió 7 mil millones dólares por los seguros, cometió un lapsus y dijo que el WTC 7 fue jalado (pulled) un término común entre los demoledores.

El trabajo de Jeff King, ingeniero del MIT, sobre la imposibilidad física de la versión oficial de que la Torres cayeran por un incendio, es notable. Aquí un video.

Solo se gastaron 600 mil dólares para investigar el 9-11; 40 millones fueron gastados para investigar a Bill Clinton por el incidente de la oficina oval.

En los videos que les presentaremos al final se puede observar un amplio análisis de la forma en la que se colapsaron estos tres edificios.

En el siguiente video el grupo “1500 Arquitectos e Ingenieros Por la Verdad del 11-S” expone de manera contundente que el edificio WTC 7 necesariamente, si queremos ajustarnos a los preceptos de la física y la ingeniería civil, se desplomó por el efecto de una demolición controlada y no de un incendio provocado por los residuos de los otras dos torres del WTC.


Una demolición controlada supone necesariamente que un evento así tuvo que haber sido planeado con antelación.

El edificio WTC 7 albergaba exclusivamente instituciones financieras y agencias gubernamentales, incluyendo una oficina de la CIA, el Servicio Secreto de Estados Unidos —la oficina de la SEC, encargada de investigar fraudes financieros— y la oficina del alcalde Guiliani de Manejo de Emergencias en el piso 23, el cual había recibido 15 millones de dólares en renovaciones, incluyendo ventanas resistentes a bombas y vientos de más de 200 millas por hora. Curiosamente el día del supuesto atentado terrorista los funcionaros del gobierno de Guiliani cambiaron de lugar de trabajo.

El NIST dijo que no había evidencia de explosivos, pero también aceptó que no buscó esta evidencia, la cual, además, fue destruida antes de que se empezara la investigación de FEMA, un mes después del 11-S.



NO SE USARON AVIONES EN LOS ATAQUES DEL 9-11
Una de las teorías más radicales y quizás disparatadas dice que no se usaron aviones comerciales para atacar las Torres, el Pentagono ni el misterioso incidente de Philadelphia.

Un análisis de los videos presentados por los medios, hecho por el documental September Clues, hace pensar que podrían haber sido editados como un compuesto CGI para insertar un avión impactándose contra las Torres, una especie de hechizo digital masivo. Esta teoría es una de las más difíciles de aceptar y tal vez necesitaría pruebas extraordinarias, difíciles de encontrar, pero es parte de la narrativa mítica de este fenómeno.



El segundo avión que impacta no desacelera, haciendo una penetración perfecta, como si el acero estuviera lubricado, sacando su nariz del otro lado.

Curiosamente todos los medios de comunicación tienen un testigo que reporta haber visto un avión impactarse de una manera sospechosa.

Esta reportera de la BBC reporta en vivo el colapso del edificio antes de que suceda.

El avión que supuestamente se impactó en el Pentagono no dejó restos y no se tiene registro del vuelo 77.

En primera instancia un reportero en la escena de CNN, Jamie Mcintyre, dice que que no hay evidencia de que haya sido un avión, que no hay restos de la aeronave, que todo indica que fue una explosión. Después se arrepiente y corrige la historia y dice que vio un avión. En el minuto 16 de este video se pueden ver la declaraciones del reportero.

Veamos al director de cine David Lynch hablando del misterioso avión que se desintegró en un campo de Philadelphia y del WTC 7.



Un video que había sido ocultado de los medios revela que CNN reportó que una explosión subterránea fue la que hizo que se desplomara una de las Torres Gemelas, contradiciendo la versión oficial.


LOS WHISTLEBLOWERS: MIEMBROS DE LA ADMINISTRACIÓN DEL GOBIERNO DE BUSH DENUNCIAN IRREGULARIDADES EN LA INVESTIGACIÓN DEL 9-11 Y HABLAN DE UN AUTOATENTADO
“Sabemos que tuvimos varias advertencias que fueron dadas a conocer antes de los eventos del 11 de septiembre. Las personas estaban llamando a la CIA y al FBI, y estaban dando información que era crítica. Hubo una advertencia adecuada. Pero en vez de que el Congreso investigara qué salió mal y por qué, tuvimos al presidente Bush haciendo una llamada telefónica al senador Tom Daschle, líder de la mayoría, pidiéndole que no investigara” (Rep. Cynthia McKinney), Georgia, 12 de abril (Vía Global Research).

No solo Bush, también Dick Cheney llamó a Daschle para que limitara su investigación (Ver nota de CNN).

El senador Max Cleland, que renunció a la Comisión de Investigación del 9-11, declaró en una entrevista a PBS que la investigación había sido postergada intencionalmente y le dijo a Democracy Now: “Algún día sabremos la verdad sobre el 9-11 porque es importante para Estados Unidos, pero esta Casa Blanca lo quiere encubrir”.

El Comisionado del 9/11 Bob Kerry dijo a Salon que había razones para creer que había una alternativa a la versión oficial.

En su libro The Test of Our Times, el ex secretario de la Homeland Security, Tom Ridge, habla sobre cómo Donald Rumsfeld le pidió que incrementara la alerta de seguridad nacional días antes de la elección presidencial del 2004 y luego de que apareciera un sincrónico video en el que Osama bin Laden amenazaban con volver a atacar. Dentro del área de análisis de la CIA esto fue identificado como un intento de George W. Bush por justificar su guerra contra el terror.

El consejero de Seguridad Nacional Zbigniew Brzezinski le dijo al senado que la guerra contra el terror post 9-11 es una “mítica narrativa histórica”. Zbig es uno de los personajes favoritos de las teorías de la conspiración y junto con Henry Kisssinger parece ser un brazo operativo de la élite en el poder.

Morgan Reynolds, quien sirviera como economista en jefe en el United States Department of Labor durante la administración de George W. Bush, sostiene que no hubieron aviones comerciales involucrados en los ataques del 9-11, básandose en que las imágenes de los ataques tienen una falta de correspondencia con la física que deberían de mostrar y que son en realidad compuestos editados. En este video Reynolds explica los supuestso videos falsos que fueron transmitidos al mundo.

Michael Meacher, ministro de medio ambiente del Reino Unido cuando se realizaron los seudoataques, escribió un artículo en el diario inglés The Guardian en el que dice que la guerra contra el terrorismo es un mito (bogus: un chiste, un espectro). Habla del proyecto de crear una Pax Americana global, previo al ataque, cuyas bases fueron sentadas en el documento Rebuilding America’s Defences, redactado por Dick Cheney, Donald Rumsfeld y Jeff Bush, entre otros, en el año 2000, como parte del Project for the New American Century.

Robert Bowman, director del Advanced Space Programs para el Departamento de Defensa de Estados Unidos, cuestionó seriamente la versión oficial de los hechos y hace referencia al extraño incremento en la venta de acciones de United y American Airlines el 10 de septiembre del 2001. (Aquí un análisis que sugiere que hubo insider trading en los días previos al autoatentado).

Paul Craig Roberts, ex asistente al Decretario del Tesoro y editor del Wall Street Journal, se pregunta por qué los videos de las interrogaciones del 9-11 fueron destruidos. Y sugiere que existe una imposibilidad científica en las descripciones de los ataques de la Torres Gemelas, refiriéndose al efecto “pancake” con el cual supuestamente se colapsaron en caída libre las torres de acero.

Ray McGovern, analista del CIA por 27 años, dijo del ataque del 9-11: “es una broma, la pregunta es ¿qué se está encubriendo?”.

El consejero de Obama, Van Jones, llamado el “zar de los trabajos verdes” renunció luego de que se supiera que había firmado una petición en la que se declaraba que George W. Bush había deliberadamente permitido que sucedieran los ataques del 2001.

El ex gobernador de Minnesota, Jesse Ventura, presenta en su programa de TV algunos de los testimonios que parecen indicar que el desplome de las Torres fue una demolición controlada.



El miembro del comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, Richard Falk, insinuó en su blog que los supuestos ataques terroristas registrados en las Torres Gemelas y el Pentágono el 11 de septiembre de 2001 fueron parte de un plan del propio gobierno estadounidense. Falk dijo que la mayoría de los medios estaban “indispuestos a transmitir las dudas bien fundamentadas frente a la versión oficial de los eventos [...] a pesar de que esta contiene varia contradicciones y vacíos”.

Susan Lindauer, ex contacto de la CIA en Irak, ha revelado en un libro y en entrevistas que la CIA tenía conocimientos previos de que se realizarían ataques en las Torres Gemelas y que estos estarían siendo operados por la agencia de inteligencia israelí, el Mossad. Lindauer le dijo al investigador Kevin Barret que su manejador en la CIA, el agente Richard Fuisz, conversó con ella sobre la planeación de los ataques del 11 de septiembre del 2001 y la participación de agentes del Mossad, los cuales habrían grabado las imágenes de uno de los impactos contra el WTC para entregarlas a los medios en el momento de los supuestos ataques terroristas. Lindauer, además, reveló que un alto official militar le comentó que se usó una mezlca reactante de termita para colapsar las Torres Gemelas.

Richard Clarke, miembro del Consejo Nacional de Seguridad, ex zar contra el terrorismo y asesor del presidente en esa materia, dijo que la CIA sabía que dos terroristas de Al-Qaeda, Nawaf al-Hazmi y Khalid al-Mihdhar, habían entrado a Estados Unidos días después de asistir a una cumbre de Al-Qaeda en Malasia. La CIA negligentemente —un eufemismo para decir conspiratoriamente— no comunicó esta información al FBI ni a otras dependencias del gobierno de Estados Unidos.

Clarke señala que esto sucedió debido a que la CIA había estado intentando reclutar a estos terroristas que vivían en California usando sus propios nombres.

“He pensado mucho sobre esto y creo que fue una decisión de alto nivel dentro de la CIA, ordenando que no se compartiera esa información. Creo que tuvo que haberse hecho por el director”, dice Clarke en el documental, añadiendo que Tenet no lo admitiría “aunque se le torturara”.

Clarke reveló también que un día después de los ataques del 9-11 el presidente Bush insistentemente le pidió que encontrara evidencia que vinculara a Saddam Hussein con el atentado.

El 6 de agosto del 2001 Clarke había dado a conocer información de inteligencia sobre la amenaza de Al-Qaeda al presidente Bush, pero este le dijo que no quería saber más del tema. Jamie Gorelick, el único miembro de la Comisión Warren del 9-11 que leyó el brief diario del presidente, dijo que los documentos “hubieran incendiado tu cabello” y que las advertencias de la inteligencia ameritaban un nivel máximo de alarma meses antes del 9-11.

LA AGENCIA DE INTELIGENCIA ISRAELÍ MOSSAD RESPONSABLE DE LOS ATAQUES


El ex presentador de la BBC y director de corresponsales del Medio Oriente para la cadena británica, Alan Hart, declaró que los ataques del 9-11 fueron perpretados por la agencia secreta israelí, Mossad, y que “la compañía de construcción más grande del mundo” hizo un estudio sobre la forma en que sucumbieron las Torres Gemelas y el WTC 7, concluyendo que se trató de una demolición controlada.

Hart apareció en el programa de Kevin Barret, donde dijo que piensa que el Mossad infiltró la operación terrorista islámica, algo que ha hecho el Mossad desde que nació Israel. Según Hart, el Mossad, junto con la CIA, los sionistas y neocons, decidieron utilizar esta operación terorista para llevar a cabo su proyecto tal y como fue redactado un año antes por Rumsfeld y Worowitz en el Project For a New American Century, en el que se hablaba de la necesidad de un nuevo Pearl Harbor.

Hart hace referencia a los cinco agentes del Mossad que fueron vistos en Nueva York documentando la caída de las Torres con cámaras, apuntando antes del “ataque” y luego celebrando con un efusivo baile, conocidos como los “Dancing Mossad”. Es posible que los aviones hayan sido controlados por vía remota por el Mossad.

Sobre la caída de las Torres, Alan Hart dice que tiene amigos en la compañía de ingeniería civil más grande del mundo que le han dicho que la forma en la que se desplomarón los edificios muestra, sin lugar a dudas, que se trató de una demolición controlada. “No hay ninguna duda de que las Torres cayeron por una explosión controlada desde tierra, no por los aviones”, dice Hart. Ciertamente esta compañía no sería la primera en afirmar esto: un grupo de 1200 arquitectos e ingenieros reconocidos ha manifestado lo mismo.

EL FBI, LOS PILOTOS ENTRENADOS EN SUELO ESTADOUNIDENSE, Y LAS ADVERTENCIAS PREVIAS AL ATAQUE
El encargado de emitir Visas en Arabia Saudita, Michael Springman, declaró que se le ordenó emitir visas a sujetos que no calificaban para lo dicho, y que algunos de ellos eran terroristas que iban a ser entrenados en EU.

Según información de la BBC, documentos del FBI revelan que se le ordenó a agentes especiales que dejaran de perseguir a Osama bin Laden tan pronto George W. Bush asumió la presidencia.

Algunas versiones indican que algunos de los supuestos terroristas fueron entrenados en bases aéreas de Estados Unidos.

Aquí un amplio archivo sobre cómo se protegió a los terroristas y el conocimiento de informes que recibió el gobierno sobre los posibles ataques, mismos que decidió ignorar.

El abogado David Schippers, encargado de la fiscalía en el caso Lewinksy, dijo que el FBI le advirtió que sucedería un ataque terrorista en Manhattan el 11 de septiembre.

El alcalde de San Franciso, Willie Brown, y el escritor sobre el que pesa un fatah, Salman Rushdie, recibieron la advertencia de no volar el día de los atentados.

SINCROMISTICISMO Y MAGIA NEGRA A ESCALA GLOBAL: ¿POR QUÉ FUERON DESTRUIDAS LAS TORRES GEMELAS?
Entremos ahora a la región crepuscular de la esoteria para intentar explicar las razones detrás de los sucesos del 9-11. Hay que decir que esto es una teoría de la conspiración apoyada en ciertas nociones de la existencia de una élite secreta que se maneja como una mafia —financiera, religiosa y política— a lo largo y ancho del planeta, y aunque algunos suponen tener pruebas de esto, no existe contundentemente datos duros que lo soporte —pero sí ciertas pistas y símbolos. Así que sigamos el juego y veamos si resuena con nuestra intuición de la verdad.

Los ataques terroristas de Madrid sucedieron justamente 911 días después de los ataques de Estados Unidos. El 9 -11 de 1991, 10 años antes, George Bush padre hablaba ante el Senado sobre la creación de un nuevo orden mundial. “Novus ordo seclorum” es una frase masónica grabada en el billete de un dolar, debajo del ojo de la pirámide (el ojo que todo lo ve), uno de los grandes símbolos esotéricos de la historia de la humanidad.

También un 11 de septiembre, pero de 1973, a las 11 de la mañana se dio el Bombardeo de la Moneda en Chile por ordenes del general Pinochet, el hombre de la CIA y del nuevo orden mundial en el Cono Sur. Ese día murió Salvador Allende, supuestamente al suicidarse, aunque existen versiones que indican que fue asesinado.

Según la mayoría de los teóricos de la conspiración el nuevo orden mundial es el plan maestro de la elite global, normalmente etiquetada con el nombre espectral de los Iluminati, una serie de familias —los Rockefeller y los Rothschild, entre las más prominentes— que controlan el sistema financiero, dueños del Fed, (el Federal Reserve que es, sorprendentemente, una institución privada) y que pertenencen a grupos como los Bilderberg, el Consejo de Relaciones Exteriores y la Comisión Trilateral. El nuevo orden mundial supone el establecimiento de un gobierno global, una moneda global y un ejercito global; para realizar esto, se dice, primero se debe generar el caos y luego proponer el orden —la consigna ordo ab chao. Para que la gente acepte la intervención del gobierno, la creación de un Estado orwelliano, debe de temer antes por su seguridad y buscar la protección del gobierno. Esta sería la verdadera guerra del Terror que habría usado George W. Bush contra su propia gente.

Poco tiempo después del 9-11 se instituyó el Patriot Act, que permite al gobierno de Estados Unidos, entre otras cosas, interceptar comunicaciones (mail, teléfono, datos) y allanar domicilios privados sin una orden judicial, con el pretexto de terrorismo. El Patriot Act fue renovado este año y, según dijo el senador Ron Wyden, en entrevista con el blog Danger Room de la revista Wired, en la práctica existe un Patriot Act secreto, el cual es ejecutado de una manera altamente licenciosa por el gobierno de Estados Unidos.

La invasión a Irak, según se especula entre cosnpiracionistas, más allá del petróleo tiene como motivo una especie de reconquista religiosa (¿de Babilonia? Parte del arcano de los misterios que profesan los masones) o de la continuación de la antigua cruzada que hizo de los cristianos y de los judíos adversarios de los árabes. Erik Prince, el fundador de una de las mayores empresas contratistas militares del mundo, Blackwater, hoy Xe Services, la cual se catapultó meteóricamente en los años posteriores al 11-S con ingresos de miles de millones de dólares anuales, es un conocido cristiano fundamentalista que ha hecho pública su animadversión por los musulmanes. Según reporta Foriegn Policy, los contratistas de Blackwater en Irak usaban códigos e insignias basados en la Orden de los Caballeros Templarios, una sociedad secreta fundada en 1085 por un grupo de monjes y la cual se convirtió en una orden militar que protegía a los peregrinos en búsqueda de retomar el control de Jerusalén y despojar a los musulmanes.

Seymour Hersh, ganador del Premio Pullitzer, reveló en un libro que el ex comandante de las fuerzas armadas de Estados Unidos en Afganistán, así como el vicealmirante William McRaven y otros miembros del JSOC (Joint Special Operations Command), la unidad contra terorismo de Estados Unidos, son parte de la Orden de los Caballeros de Malta y del Opus Dei.

La revista GQ descubrió el año pasado que el secretario de defensa Donald Rumsfeld preparó documentos militares que incluían pasajes de la Biblia y que el contratista militar Trijicon Inc. imprimió referencias bíblicas en armas usadas por militares estadoundidenses en Irak y Afganistán.

Las Torres Gemelas serían un símbolo de los pilares de los masones, Joachim y Boaz, representando el Templo de Salomon (que tambíen parece un 11: el número del primer vuelo que impactó el WTC y por lo demás el número mágico del ocultismo). Uno de los postulados simbólicos de la masonería es constuir un nuevo templo de Salomón, el tercer templo. A un lado de las Torres Gemelas se construyó la torre Hilton Milennium, una torre inspirada en el monólito negro de 2001: Odisea en el Espacio, que en esta película abre el Stargate

El Pentágono, que también fue supuestamente atacacado por terroristas, es una pentagrama velado como el que se vería en el piso de una sala masónica –la estrella resplandeciente.

Según se dice la religión oculta de los Iluminati requiere sacrificios humanos y una compleja numerología suscitativa. 911 es el número con el que se pide el auxilio de la policía en Estados Unidos: una metáfora de lo que ocurrió el 11 de septiembre de 2001, cuando la gente fue manipulada para aceptar la intrusión de un estado vigilante para que tomara control de sus vidas.

La cuasi omnipresencia del 11, el número de la magia, según la interpretaicón cabalística del ocultista Aleister Crowley es de notar: 9 + 1 + 1 = 11; después de septiembre 11 quedan 111 días para el fin del año; septiembre once es el día 254 (2+5+4:11) los aviones secuestrados; el primer avión en golpear las Torres era el vuelo 11, con 11 miembros de tripulación y 92 (9+2:11) pasajeros; el vuelo 77 también secuestrado tenía 65 pasajeros (6+5:11).

En el siguiente video, el blogger sincromístico Jake Kotze explora la posibilidad de que los sucedido el 11-S haya sido parte de un megaritual global destinado a abrir un portal dimensional o stargate:


Uno de los fenómenos más interesantes jamás presenciados a escala global de sincronicidad sucedió la mañana del 11 de septiembre del 2001. En el momento en el que se realizaban los ataques al World Trade Center de Nueva York una maestra afroamericana de la escuela primaria Emm Booke, enseñaba a leer a sus alumnos con el presidente Bush como invitado. Con una técnica hipnótica de pedagogía que resuena como un mantra, la maestra hace repetir a los niños las siguientes palabras: “kite”, “hit”, “plane”, “steel”, “must”. Las cuales pueden ser ordenadas para decir “kite-plane must hit steel” (avión-cometa debe golpear acero).

Un “kite-plane” es un avión controlado a través de señales de radio, lo cual bien podría ser sinónimo de un drone, un avión no tripulado como los que usa Estados Unidos en Irak, Afganistán, Libia, Somalia, entre otros países. Se ha sostenido en varias ocasiones que los aviones que impactaron las Torres Gemelas no fueron aviones comerciales sino justamente drones, (¿aviones-papalote o cometa?). Las Torres Gemelas, por supuesto, estaban hechas de acero.


En el siguiente video se muestra cómo la caída de las Torres gemelas y la fecha del 11 de septimebre apreció recurrentemente en películas de Hollywood y programas de TV, como si hubiera una especie de prefiguración ritual o una premanifestación en la psique colectiva.


Curiosamente los “electrogaiagramas” del proyecto de Princeton, Global Consciousness Project, registraron afectaciones en su medición de la conciencia global minutos antes del ataque de las Torres Gemelas y el científico Dean Radin notó en su investigación una tendencia en cientos de personas a tener premoniciones de este acontecimiento.

Existe siempre la posibilidad de que estos símbolos y sincronías sean las manifestaciones de una inteligencia cósmica que opera el tablero de la realidad de formas que nos son incognosibles y de las cuales solo alcanzamos a percibir fragmentos superficiales que no nos permiten entender cabalmente lo que está sucediendo. Quizá, para verdaderamente entender lo que está sucediendo, sea necesario recurrir a una percepción no ordinaria de la realidad, a la más profunda intuición, a la magia y a la voluntad del espíritu, algo que supera los alcances de este artículo pero no de cada individuo en su propio proceso cognitivo

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