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jueves, 11 de octubre de 2012

El Espíritu, el alma, el cuerpo, la unidad del ser humano

El Espíritu, el alma, el cuerpo, la unidad del ser humano Es necesario ser verdaderamente humanos 06/10/2012 - Autor: Iahia ibn Said Al Andalusi - Fuente: shadilia.com.ar adab islam muhammad pensamiento sufismo sunna 0 Flores Se debe comenzar por tener completamente claro, por erradicar toda duda, respecto a que el ser humano es una unidad, compuesta de un alma (nafs), que está conformada por su aspecto natural e instintivo, y es por tanto asiento de las pasiones, pero no de la razón ni el intelecto; de espíritu (ruh), que es el asiento de la individualidad capaz de cooperar solidariamente con otros, ya que es de lo que carecen los animales, que solo poseen nafs, y es lo que Allah swt insufló en Adán al crearlo de la tierra, todo el trabajo del iniciado en el sufismo se centra en someter el nafs al ruh; y por último el ser humano carga con un cuerpo, destinado a perecer en este mundo, pero unidad con ruh y nafs en definitiva, que es un préstamo (amana), que Allah swt nos ha otorgado para nuestro efímero tránsito por esta vida. Teniendo en consideración esto, deberíamos apresurarnos a someter nuestro ego, que colma el nafs a nuestro ruh, que es racional y una gracia divina que nos permite ser verdaderamente humanos. Y utilizar nuestro cuerpo para realizar el bien, para servir a las personas y aliviar a los que sufren, es indispensable si deseamos acercarnos mínimamente a la sinceridad (ihsan) refrenar nuestro ego, que brota del nafs, mediante el fortalecimiento de nuestra fe por medio de obras prácticas que sean de beneficio para las personas. Ningún esfuerzo es mucho en este sentido. Trasmitió Tirmidhi, que Abu Huraira narró que Dijo el Mensajero, al que Allah colme de bendiciones: “¿Acaso no es cara la mercancía de Allah? ¿Acaso la mercancía de Allah es el Jardín?” Es necesario ser verdaderamente humanos, el ego construye en torno a nosotros una cárcel de incomprensión, ¡que difícil nos resulta comprender que no tenemos derechos sobre las personas, sino en aquello que Allah swt ha dispuesto! ¿Por qué nos apresuramos a juzgar si el Profeta saws ordenó buscar mil excusas para nuestro hermano antes de acusarlo? Es necesario ser verdaderamente humanos, ser capaces de comprender que en cada persona reside una chispa divina, aquella que Allah swt insufló en Adán –as-, y que es en sí el ruh, es en sí lo que nos hace parte de la humanidad. Si en cambio, nos entregásemos a los deseos ególatras del nafs, seremos como animales, más aún seremos animales. Es necesario tener humildad ante Allah swt, temor reverencial de Allah swt y sobre todo amor por Allah, que nos ha hecho salir a un mundo colmado de beneficios, que el hombre mismo, al apartarse de la guía de los Profetas, ha hecho más duro. En Tirmidhi leemos el hadiz: “Cuando descendieron las diez primeras aleyas de la Sura de los Creyentes, el Mensajero elevó sus manos y dijo: ‘Oh Allah, auméntanos y no nos mengües, sé generoso con nosotros y no nos restrinjas, danos y no nos quites, prefiérenos y no prefieras a otros a nosotros, haz que seamos complacidos y complácete con nosotros’. Luego dijo: ‘Han descendido sobre mi diez aleyas que quien las lleve a la práctica entrará en el Jardín’, y recitó las diez aleyas: ‘Habrán triunfado los creyentes. Aquéllos que en su salat están presentes y se humillan, los que de la frivolidad se apartan, los que hacen efectivo el zakat y preservan sus partes privadas, excepto con sus esposas o las que poseen sus diestras, en cuyo caso no son censurables. Pero quien busque algo más allá de eso... Esos son los transgresores. Y aquéllos que con lo que se les confía y de sus compromisos son cumplidores, y los que cumplen sus oraciones, ellos son los herederos que heredarán el Firdaus, donde serán inmortales”. Y Tabarani trasmitió que: El Mensajero entró en una ocasión donde se encontraba ‘Umar, y con él había otros Compañeros, y dijo: “¿Sois creyentes vosotros?”. Umar dijo: “Sí, oh Mensajero de Allah”. Dijo el Mensajero: “¿Cuál es la realidad de vuestro Imán?”. Dijo ‘Umar: “Permanecemos pacientes ante la adversidad, nos complacemos con el Decreto y agradecemos en la felicidad”. Dijo: “Sois ciertamente creyentes por el Señor de la Ka’bah”. Por su parte Bujari trasmitió que fue preguntada en una ocasión Aisha, que Allah esté complacido con ella, acerca del carácter del Mensajero, al que Allah colme de bendiciones, y dijo: “Su carácter era el Corán”. A continuación dijo a los que le preguntaron: “¿Recitáis la Sura de los Creyentes? Así era el carácter y comportamiento del Mensajero de Allah, al que Allah colme de bendiciones”. Dice Allah: “Quien se ha alejado del Fuego e introducido en el Jardín, ha triunfado. La vida de este mundo no es sino el disfrute engañoso de lo que se acaba” (Al Imran, 185).

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