Militares israelíes contra el genocidio del pueblo palestino

Está surgiendo una oposición al genocidio dentro del propio ejército israelí

02/02/2002 - Autor: Ahmed Lahori - Fuente: Webislam

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Está naciendo una oposición al genocidio dentro del ejército israelí (Foto algarabia.blogia.com)

La respuesta del gobierno Sharon a la segunda intifada ha sido la represión e intento de destrucción de la precaria Autoridad Nacional Palestina encabezada por Yasser Arafat. Día a día se suceden las noticias, los crímenes se suman, pareciendo que nada ni nadie pueda detenerlos. Los poderosos diseñan estrategias globales tomando a los unos y a los otros como bloques monolíticos, inevitablemente enfrentados en la defensa de su identidad. Así vemos como se difunde la idea del choque de civilizaciones, las imágenes del moro con turbante frente al occidental de la corbata, como si esos estereotipos tuviesen algo que ver con la realidad del ser humano. Lo triste es que esas imágenes lleguen a dominarnos y, convenientemente disfrazadas, justificar la guerra como la única alternativa posible: o ellos o nosotros.
El gobierno de Sharon es fuerte, política y militarmente hablando. Puede seguir tratando de convencer a los ciudadanos de que los palestinos son un peligro para su supervivencia, puede instigar y fomentar los atentados bomba, acordar con Hamas bajo mano su política de expansión y locura colectiva. Todo eso no se corresponde con el sueño milenario del retorno a la tierra prometida, sino más bien con la política de tierra conquistada, usurpada con extrema violencia. Cuando los judíos repiten cada año en sus plegarias del fin de la pascua "el año que viene en Jerusalén" no se estaban refiriendo a esto. No están ahora en esa Jerusalén celeste de sus sueños, sino en un infierno de destrucción, en una escalada militar que no puede mezclarse con las plegarias sin que a los verdaderos hombres de espíritu no les suscite náuseas.
Ahora vemos como está naciendo una oposición al genocidio dentro del propio ejército israelí. Para algunos esa es una noticia sorprendente, pero a nosotros nos sorprende que no se hubiese producido antes, que no se haya extendido hasta la mayoría. Si nos fijamos en la historia reciente del pueblo judío, lo lógico es que adopten una postura diferente a la del sionismo, pues éste no hace sino reproducir las actitudes del antisemitismo más extremo, en una espiral de violencia que no conduce a ningún sitio.
La iniciativa a la que nos referimos proviene de Yoav Peled, hijo del general Matti Peled, héroe militar israelí que se significó por defender la paz con los palestinos en el lejano 1982. La importancia de este documento es que viene firmado por oficiales del ejército israelí en la reserva. Reproducimos a continuación el texto difundido por el periódico francés Le Monde, aparecido en primer lugar el 25 de enero pasado como inserción pagada en el periódico israelí Ha’aretz:
"Nosotros, oficiales y soldados de las reservas de combate de la Fuerza de Defensa de Israel, educados en el sionismo, el sacrificio de uno mismo y la contribución al pueblo de Israel y al Estado de Israel, hemos servido en las líneas del frente y hemos estado siempre entre los primeros en llevar a cabo cualquier misión, fácil o difícil, para defender y fortalecer el Estado de Israel.
"Nosotros, oficiales de combate y soldados que servimos al Estado de Israel durante varias semanas por año sin reparar en el elevado costo personal, hemos prestado nuestro servicio a todo lo largo de los territorios ocupados y allí hemos recibido órdenes e instrucciones que nada tienen que ver con la seguridad del Estado y cuyo único propósito es perpetuar nuestra dominación sobre el pueblo palestino.
"Nosotros, habiendo visto con nuestros propios ojos el costo en sangre que la ocupación impone a ambas partes en conflicto, hemos sentido cómo las órdenes que recibimos contradicen cada uno de nuestros valores embebidos en este país; hoy comprendemos que el precio de la ocupación es la pérdida de la imagen humana de la Fuerza de Defensa de Israel y la corrupción de la sociedad israelí entera; y sabemos que los territorios no son Israel y que los asentamientos judíos allí establecidos finalmente tendrán que ser evacuados.
"Nosotros, en consecuencia, declaramos que no combatiremos más en la guerra para proteger a los asentamientos en los territorios. No continuaremos combatiendo más allá de la Línea Verde (la frontera de Israel antes de la guerra de 1967), ni con el propósito de dominar, expulsar, hambrear y humillar a todo un pueblo.
"Declaramos también que continuaremos sirviendo en la Fuerza de Defensa de Israel en cualquier misión necesaria para la defensa del Estado de Israel. La tarea de ocupación y represión no sirve para ese fin y no participaremos en ella".
Al pie de este documento aparecen 52 firmas que especifican el rango de cada uno de los firmantes en la reserva (desde sargento primero hasta coronel) y su unidad de combate (paracaidistas, blindados, ingenieros, artillería, armada, inteligencia militar, aviación, brigadas Golan, Givati y Nahal).
Jerusalén, ese sueño de la pascua, sigue estando preservada en el corazón de los creyentes, lejos de cualquier sueño de dominación política.

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