El Estado Islámico secuestra a 18 trabajadores turcos en Bagdad
Bagdad/Estambul, 2 sep (dpa) – Al menos 18 ciudadanos turcos fueron secuestrados en la capital de Irak, Bagdad, informó hoy un portavoz del Ministerio de Exteriores de Turquía.
Los secuestrados son 14 trabajadores de la construcción, tres ingenieros y un contable que trabajaban en la construcción de un estadio de futbol en el barrio chiita de Sadr City con capacidad para 30 mil personas.
La policía iraquí informó en un primer momento del secuestro de 16 trabajadores turcos y un iraquí. Al parecer fueron secuestrados por hombres que vestían trajes del Ejército. Las fuerzas de seguridad ya iniciaron una acción de búsqueda en el este de Bagdad.
Según el Ministerio de Exteriores turco, los secuestradores separaron a los empleados turcos del resto de trabajadores. Los motivos del secuestro todavía no están claros.
La empresa de construcción turca Nural informó de que los secuestrados son trabajadores suyos. En Irak, un importante socio comercial de Turquía, trabajan numerosas empresas turcas.
El año pasado el Estado Islámico secuestró a 49 trabajadores del consulado turco tras invadir la ciudad iraquí de Mosul. Los rehenes fueron liberados ilesos tres meses después. Informaciones de medios no confirmadas apuntaron a que se produjo un intercambio de prisioneros.
Al gobierno turco se le acusó durante mucho tiempo de no combatir -o incluso apoyar- a la milicia yihadista Estado Islámico, que controla parte de Irak y Siria. Tras un ataque contra la ciudad turca de Suruc atribuido a EI, el Ejército turco lanzó ataques contra los yihadistas en Siria.
Por otro lado, este nuevo secuestro se produce un día después de que hombres armados diesen el alto a un convoy policial al norte de Bagdad y secuestrase a 42 detenidos. Estos estaban siendo llevados a la capital para ser liberados, tras haber sido detenidos e interrogados bajo la legislación antiterrorista.
La organización Human Rights Watch aseguró el año pasado haber documentado la ejecución extrajudicial de 255 prisioneros sunitas por parte las fuerzas de seguridad iraquíes y de milicias chiitas.
Los arrestos masivos de sunitas bajo la legislación antiterrorista es una de las principales quejas de la minoría sunita que ha facilitado la propagación en Irak de Estado Islámico y otros grupos armados.
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