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domingo, 4 de octubre de 2015

Carta a Ahmad Ibn Ajiba y a todos los hermanos Darqawi

No separéis conocimiento y acción. Mantened el vínculo entre conocimiento y acción, no pongáis el conocimiento en un lado y la acción en otro como quien pregona acerca de los dulces pero no los come

04/10/2015 - Autor: Shaikh Albuzayidi - Fuente: Blog Miamadomila
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Querido Sidi Ahmad Ibn 'Ajiba y todos los hermanos en las ciudades y el desierto: paz, amor y bendiciones recaigan sobre vosotros. Y luego: esperamos de vosotros -que Allah os ame y os guíe-, que os centréis en la entrega humilde y confiada en Allah; y que animéis a todos aquellos que estén próximos a vosotros a aferrarse a ella. Debéis hacerlo porque es a través suya que la gente de Allah es reconocida como tal, así como las buenas gentes; y es por su rechazo que las personas desviadas son reconocidas, excepto para aquel que, más allá de su voluntad, es dominado por la omnipotencia iláhica. Así que abandonaos en la entrega humilde y confiada, porque cualquiera que le da de lado no la vuelve ya a encontrar. Esto es así por ser uno de los rangos más excelentes y una de las más nobles de las moradas. El profeta (salla allahu 'alaihi wa s-sallam) pasó toda su bendita vida en una humilde entrega, y las personas más respetadas a sus ojos eran los pobres y los de condición sencilla. Debéis por tanto hacer como él y adoptar su noble comportamiento caracterizado por la humildad, la entrega, la compasión, la generosidad, la sinceridad, el amor, la magnanimidad etc, acorde a cada situación particular en la que os veáis involucrados, -pueda Allah estar complacido con vosotros-. No separéis el conocimiento de la acción. Mantened el vínculo entre el conocimiento y la acción, no pongáis el conocimiento en un lado y la acción en otro como alguien que pregona acerca de los dulces pero no los come. Vosotros más bien deberíais pregonarlos, comerlos y alimentar con ellos a otros.
También os advierto de mantener relaciones con personas entrometidas, aún si es el caso de que formen parte de nuestra cadena de transmisión espiritual. Pero si se arrepienten de su malsana curiosidad y se ocupan únicamente de lo que les concierne y les debería de preocupar de verdad, entonces volved a ellos; de lo contrario, no. Esto es debido a que guardar la compañía de gente entrometida corrompe tanto al corazón como a los miembros (del cuerpo). Todo aquel que quiera mantener sin altibajos el estado de amorosa y humilde entrega debe dejar ir por completo su ego, física y mentalmente, al igual que la gente de Allah, -que Allah esté complacido con ellos-, dejaron marchar sus egos.
Aquel que no deja partir a su ego y aún piensa que podrá ser humilde, eso no ocurrirá nunca ya se trata de algo inconcebible. Para someter vuestros egos debéis despojarlos de todos sus rasgos envilecedores sustituyéndolos por cualidades dignas de elogio, sobre todo en lo que respecta a aquellos rasgos innobles de carácter que se ponen de manifiesto. En ese momento resulta fácil cortar con el ego súbitamente en un instante, al igual que resulta fácil fortalecerlo y darle vida de forma súbita en un instante. Así que sed consciente de ello cuando os sobrevenga para que podáis tener acceso a la plenitud de la cercanía con Allah. Que Allah se haga cargo de nuestros asuntos, de vuestros asuntos y los asuntos de todos los musulmanes cuando los egos estén apunto de tomar el control sobre nosotros mismos. Así que liberaos en la consciencia de Allah cuando vuestros egos os dominen, centraos en Allah cuando vuestros egos se centren en vosotros y recordad a Allah cuando vuestros egos os recuerden. Recordar a Allah en momentos de dificultad no es como recordarle en los momentos de facilidad: hay una gran diferencia entre ambos.
En tiempo de facilidad uno tiene la impresión de que hay mucha gente dedicada al recuerdo de Allah. Pero en tiempo de dificultad sólo los auténticos amigos de Allah persisten en Su recuerdo. Por tanto debéis adoptar una actitud bondadosa cuando vuestros egos se muestren airados, pausados cuando se muestren inquietos, generosos cuando se muestren tacaños, humildes cuando se muestren orgullosos y necesitados cuando se muestren autosuficientes. Todo aquel que controla su ego de esta manera se cuenta entre los siervos elegidos de Allah.
También os aconsejo no entrar en disputas personales, lo cual supone un descuido enorme. Más bien deberíais ocuparos de Allah de modo que Él os baste frente al mal que os pueda llegar de otros y os proteja de su malsana influencia. Al recordar a Allah y olvidar los egos, los disputadores desaparecen, desapareciendo con ellos vuestra propia existencia. Y cuando vuestra existencia desaparezca las luces de la percepción interior os desbordarán por completo desde dentro inundándolo todo hasta no quedar nada salvo la visión espiritual en el ojo, el pie y el oído. Allah dice en una tradición sagrada (hadiz qudsi): “Mi siervo no deja de acercarse a Mi mediante sus actos de entrega voluntaria hasta que Yo le amo, y cuando le amo me convierto en su mano, su vista, su oído y en su ayudante.” Esta forma de proceder en la entrega confiada, mediante la cual tiene lugar este tremendo acontecimiento, es la puerta de acceso al abandono de la existencia condicionada y la adopción de los rasgos trascendentes del carácter que os habita. Intentadlo y descubridlo por vosotros mismos.
También os invito a adquirir de aquello que necesitáis solo lo que os resulte sencillo de conseguir; en cuanto a aquello que os resulte complicado deberíais dejarlo porque en ello ningún bien hay para vosotros. Cualquiera que pretenda satisfacer todas sus necesidades permanece sin duda ignorante de su Señor por estar tan pendiente de su ego. Si esa persona fuera realmente consciente de su Señor se olvidaría de sus necesidades personales y de sí mismo. Cualquier necesidad más allá de lo básico e imprescindible es una necesidad del ego. Por lo tanto deberíais tratar de satisfacer sólo vuestras necesidades básicas dejando lo que exceda, ya que esa es la parte que le corresponde al ego. Un hermano me preguntó: “necesito cierta cosa, ¿voy por ello o lo dejo? Yo le respondí: “¡escucha y beneficiate! No adquieras de tus necesidades excepto aquellas que sean realmente importantes. Y no vayas tras ellas a menos que realmente las necesites. Una vez que hayas decidido ir a por ellas mueve las cuerdas de la omnipotencia iláhica: si te resulta fácil cógelo, pero si observas la más leve traba déjalo. Deberías proceder así con todas tus necesidades para que, en consecuencia, todas tus necesidades sean satisfechas. Nunca pierdas el ánimo, pues el que se desanima en nuestro asunto va tras sus deseos, interna y externamente. Habiendo olvidado nuestros deseos nada de lo que venga de Allah nos preocupa. Así que ocúpate de Allah para que todos los miembros de tu cuerpo se ocupen de ti. Estas necesidades están fuera de nuestro alcance sólo porque nos mantenemos alejados de nuestro Señor.”
Sabed también -que el amor misericordioso de Allah recaiga sobre vosotros-, que si el ego es bajo, oscuro, mundano y grosero tratará de satisfacer el máximo de sus apetitos sin flaquear lo más mínimo e independientemente de que lo consiga. Pero cuando el ego deviene celestial, sutil, espiritual y luminoso tratará de satisfacer sus necesidades como una forma más de servidumbre a su Señor, no para su satisfacción personal u otros motivos, más allá de que lo consiga o no, porque en ambos casos su independencia con respecto a lo que no es Él está garantizada. Esta una señal inequívoca de que la fijación egoísta ha desaparecido y el “yo” personal ha muerto.
También os aconsejo no vanagloriarse ni compararse con nadie, y mucho menos ante vosotros mismos. La afectación no es más que descuido, y lo que Allah quiere de nosotros es que despertemos. La afectación a la que me refiero es por ejemplo cuando una persona pobre da lo que no tiene. No nos gusta tal cosa, ni a Allah ni a su mensajero. El profeta (salla allahu 'alaihi wa s-sallam) dijo: “yo y los verdaderamente conscientes de mi comunidad están libres de cualquier tipo de afectación.” Un auténtico sufí es el que gasta en los demás cuando tiene medios para hacerlo y deja de lado la afectación cuando no puede. Por lo tanto, no os deis aires ante vosotros mismos ni ante nadie, si queréis ser contados entre la gente despierta.
Saludos de paz.
Tomado del libro "El Adab del verdadero buscador" los libros de Viator. Sheikh Al Buzaydi fue alumno y heredero espiritual de Sheikh Ad-Darqawi del cual la Tariqa Darqawi toma su nombre. Sheikh Ad-Darqawi fue estudiante de Sheikh Ali Al Jamal, el autor de 'El significado del hombre". Sheikh Al Buzaydi fue a su vez maestro de Sheikh Ibn 'Ajiba, autor de "El inmenso océano: Al-Bahr al-Madid" y "La investigación fundamental" entre otros títulos.
http://es.scribd.com/doc/31118455/Letter-to-Ahmad-Ibn-Ajiba-and-All-the-Darqawi-Brethren-Shaykh-Al-Buzaydi

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