Sobre las drogas en el Islam
Todo embriagante o intoxicante (muskir)
es jamr, y todo embriagante o intoxicante es ilícito
·
drogas
·
islam
·
jamr
·
vino
Jamr es lo que enturbia la mente
Allah Subaḥana
wa-Taʿāla, en el Qurʾān al-Karīm (5:90) dice:
يَـأَيُّهَا
الَّذِينَ آمَنُواْ إِنَّمَا الْخَمْرُ وَالْمَيْسِرُ وَالاٌّنصَابُ
وَالاٌّزْلاَمُ رِجْسٌ مِّنْ عَمَلِ الشَّيْطَـنِ فَاجْتَنِبُوهُ لَعَلَّكُمْ
تُفْلِحُون
¡Oh creyentes! Los intoxicantes (jamr), los
juegos de azar, las prácticas idólatras y la adivinación del futuro no son sino
una abominación, obra de Satán; ¡evitadlos, pues, para que así prosperéis!
El Qurʾān usa el término jamr, cuyo significado básico es vino,
pero que también se refiere a cualquier bebida alcohólica. De hecho, el Profeta
(saws) clarificó en diversas ocasiones que jamr no estaba
reducido al vino, sino a cualquier bebida embriagante o intoxicante, y como tal
ha sido interpretado el término por los comentaristas del Qurʾān.
Ibn ʿUmar (ra) relató que el
Mensajero de Allah (saws) dijo: “Todo embriagante
o intoxicante (muskir) es jamr, y todo embriagante o
intoxicante es ilícito”.
(Muslim)
كُلُّ
مُسْكِرٍ خَمْرٌ، وَكُلُّ مُسْكِرٍ حَرَامٌ
Abū Salama ibn ʿAbdu-r-Raḥmān trasmitió que ʿAʾiša dijo, "Le preguntaron al Mensajero de Allah
(saws) sobre el bitʿi, una bebida hecha de miel fermentada
que la gente del Yemen solía beber, y el Mensajero de Allah (saws) dijo: ‘Toda
bebida que intoxica es ḥarām".
(Bujarī)
حدثنا أبو
اليمان أخبرنا شعيب عن الزهري قال أخبرني أبو سلمة بن عبد الرحمن أن عائشة رضي
الله عنها قالت : سئل رسول الله صلى الله عليه وسلم عن البتع وهو نبيذ العسل وكان
أهل اليمن يشربونه فقال رسول الله صلى الله عليه وسلم كل شراب أسكر فهو حرام
Desde el punto de vista léxico, la palabra árabe jamr se
deriva del verbo jamara, que significa fermentar, pero también “ocultar,
enturbiar”. Su significado puede extenderse a cualquier sustancia que enturbia
el intelecto. Así, Hz Umar (ra), cuando era Amir al-Muʾminīn, declaró desde el púlpito del Profeta (saws): “Jamr es
lo que enturbia la mente”.
El Profeta trasmitió la prohibición no sólo de bebidas
embriagantes, sino de todo lo que intoxica o enturbia la mente –lo que incluye
las drogas.
Umm Salamah, Ummu-l-Muʾminīn (ra)
narró que el Mensajero de Allah (saws) prohibió todo embriagante o intoxicante
(muskir)
y todo lo que produce languidez (mufattir).
(Sunan de Abu Dawūd, Este hadith es
considerado saḥīḥ)
حَدَّثَنَا
سَعِيدُ بْنُ مَنْصُورٍ حَدَّثَنَا أَبُو شِهَابٍ عَبْدُ رَبِّهِ بْنُ نَافِعٍ
عَنِ الْحَسَنِ بْنِ عَمْرٍو الْفُقَيْمِىِّ عَنِ الْحَكَمِ بْنِ عُتَيْبَةَ عَنْ
شَهْرِ بْنِ حَوْشَبٍ عَنْ أُمِّ سَلَمَةَ قَالَتْ نَهَى رَسُولُ اللَّهِ صلى الله
عليه وسلم عَنْ كُلِّ مُسْكِرٍ وَمُفَتِّرٍ
El Profeta, además, subrayó que la ingestión de estas
sustancias, está prohibida aunque sea en una pequeña medida:
“Lo que embriaga o intoxica en grandes
cantidades está prohibido en pequeñas cantidades”.
(Abu Dawūd, Tirmiḏī, Ibn Maŷah)
ما أسكر
كثيره فقليله حرام
Como se sabe, aunque las fuentes fundamentales del
fiqh (que es la comprensión de las normas y aplicación de la Shariʿa o ley sagrada) son el Qurʾān y la Sunna, a estos dos pilares se unen
otros principios (aceptados por las cuatro escuelas de jurisprudencia islámica suníes, Hanafi, Maliki, Shafiʿi y Hanbali) entre los que destacan el iŷmāʿ o
consenso de los ʿulamā y
la qiyās o analogía, que permite aplicar las normas de laShariʿa a
nuevas circunstancias o casos.
En cuanto a la segunda, muchos ʿulamā han
sustentado la prohibición de las drogas en la analogía con respecto al alcohol,
pues ambas sustancias alteran la mente y esta alteración es la causa
inteligible (ʿilla)
de la prohibición del primero. De hecho este caso es usado frecuentemente en
los tratados de Uṣūl al-fiqh (principios o fundamentos delfiqh) como
modelo explicativo del concepto mismo de qiyās o analogía.
En cuanto al iŷmāʿ, importantes ʿulamā han subrayado el consenso entre juristas de las cuatro escuelas en lo tocante a la prohibición de las drogas –incluyendo drogas “blandas” como el cannabis o la marihuana. En su obra Lo halal y lo ḥarām en el Islam, Yusuf Qaradawi (un ‘alim con aspectos muy controvertidos, pero que ha realizado aportaciones indudables), dice al respecto: “Los juristas musulmanes han sido unánimes en prohibir las drogas que existían en sus respectivos tiempo y lugares”.
En cuanto al iŷmāʿ, importantes ʿulamā han subrayado el consenso entre juristas de las cuatro escuelas en lo tocante a la prohibición de las drogas –incluyendo drogas “blandas” como el cannabis o la marihuana. En su obra Lo halal y lo ḥarām en el Islam, Yusuf Qaradawi (un ‘alim con aspectos muy controvertidos, pero que ha realizado aportaciones indudables), dice al respecto: “Los juristas musulmanes han sido unánimes en prohibir las drogas que existían en sus respectivos tiempo y lugares”.
Los ejemplos abundan entre los ʿulamā clásicos
y contemporáneos en las cuatro escuelas jurídicas (maḏāhib). Imām al-ʿAbidīn, referencia esencial de la
escuela Hanafi escribió en Radd al-Mujtār: ‘Es ḥarām consumir bany o hashish’.
El gran jurista maliki al-Qarafī, en su libro al-Furuq, catalogó
específicamente el hashish como mufsid(sustancia corruptora),
aunque consideraba lícito el uso de opiáceos en pequeñas dosis para fines
médicos autorizados. Ibn Taymiyyah, de la escuela Hanbali, detalló los
perjuicios del hashish, tanto desde el punto de vista religioso como físico:
“El hashish es intoxicante como el vino, destruye la mente, causa pérdida de
memoria, causa revelar secretos, mina la vergüenza (…) y el respeto a uno
mismo”. Ibn Haŷar al-Haytamī al-Makkī, el gran jurista shafiʿi de Egipto, escribió lo siguiente sobre el hashish, en su obraFatāwa al-Fiqhiyyah:
“La evidencia de su prohibición es el hadith narrado por Ahmad
(ibn Hanbal) en su Musnad y por Abu Dawūd en su Sunan,
con una isnad sahih(cadena de trasmisión fidedigna) que
parte de Umm Salamah (ra), que dice: “el Mensajero de Allah (saws) prohibió
todo intoxicante (muskir ) y todo lo que produce
languidez (mufattir)”. Los ʿulamā dicen
que mufattir se refiere a sustancias que producen languidez y
torpor en los miembros. Este hadith indica que el hashih en particular es ḥarām, porque intoxica y produce languidez”.
Ibn Haŷar cita a al-Qarafī e Ibn Taymiyah en el sentido de que “hay
consenso en que (el hashish) es ḥarām”.
Digamos de pasada que este consenso en torno a la
consideración de las drogas comoḥarām no
se mantiene en lo tocante al tabaco. Pese a que indudablemente este es
perjudicial para la salud, los ʿulamā han
mantenido opiniones diversas en este sentido. En la escuela Hanafi, por
ejemplo, algunos (p.e. Imam Shurunbulali) lo han consideradoharām o makruh
taḥriman,
otros (p.e. Imām Laknawī), makruh (no recomendado, pero no
prohibido); y otros, permitido. Esta última era la opinión del gran alim sirio ʿAbd al-Gani al-Nabulusī en su obra –específicamente dedicada al tabaco- Al-sulh bayna al-ijwān fi ibahah šarb al-dujān, así como de Imam Ibn ʿAbidīn en Radd al-Mujtār. Ibn ʿAbidīn basaba esta permisibilidad en el hecho de que el tabaco no tiene
efectos intoxicantes o que causen languidez o torpor. Al-Aŷhūri, en su Risala
dice que ha habido ʿulamā de
las cuatro escuelas (maḏāhib) de fiqh que han adoptado esta opinión de
permisibilidad. Es cierto que, en nuestros días, hay una comprensión y
evidencia mucho más claras de los daños que supone el tabaco para la salud,
pero, en cualquier caso, su consideración como harām o makruh se
basa siempre en estos efectos negativos, no es ser un intoxicante. Aunque el
consumo de tabaco es adictivo, no afecta el ʿaql ni
produce languidez. Digamos, por último, que una de las normas de lahisba (ordenar
el bien y prohibir el mal) en el Islam es que aquello que se denuncia debe ser
claramente harām por consenso, una categoría en la que el
tabaco, aun admitiendo sus efectos nocivos, no entra.
El propósito de la noble Shariʿa es obtener el bien y repeler el mal, tanto para el individuo como para la sociedad, tanto en esta vida como
en la otra. No hay en laShariʿa nada
que se oponga al bien del ser humano. Los ʿulamā han
definido cinco objetivos fundamentales (maqāsid) de la Ley Sagrada, cuyo
valor es afirmado por la razón y que constituyen valores universales. Uno de
estos principios es la preservación del intelecto (ʿaql). El consumo de intoxicantes y
estupefacientes va directamente en contra de tal principio. La experiencia y
las investigaciones científicas no hacen sino confirmar tal prohibición.
Particularmente preocupantes son los efectos de las drogas en los jóvenes,
incluyendo sustancias como la marihuana. Según un estudio realizado enThe
Children’s Hospital of Philadelphia, los jóvenes que consumen mucha
marihuana tienden a sufrir –más que los jóvenes que no consumen- problemas de
desarrollo cerebral, en áreas relacionadas con la memoria, la atención, la toma
de decisiones, el lenguaje y las habilidades ejecutivas.1 Así mismo, estudios recientes (por
ejemplo, del Instituto Nacional Francés para la Investigación del Transporte y
de la Universidad de Dalhousie en Halifax, Canadá) muestran que conducir
después de haber tomado incluso pequeñas cantidades de cannabis casi duplica el
riesgo de un accidente de tráfico fatal.2 Las citas médicas y científicas
podrían fácilmente multiplicarse.
El hecho de que el consumo de ciertas drogas, como la
marihuana y el hashish, haya tenido (y tenga lugar) en ciertos países o
culturas islámicas no significa que tal uso no esté prohibido en el Islam. No
todo lo que hacen los que dicen que son creyentes como es bien –como bien
sabemos- necesariamente buen comportamiento islámico. El Islam respeta las
prácticas culturales de las diversas tierras y lugares (ʿurf) pero sólo cuando no van en contra de
las órdenes y prohibiciones de Allah y Su Mensajero (saws).
Uno de los principios fundamentales del Islam es lo
que el Qurān llama ʿamr bi-l-maʿrūf wa naḥy ʿila-l-munkar (ordenar el bien y prohibir el
mal). Así mismo, el Profeta definió la esencia del dīn como nasiha,
preocupación activa y sincera, frecuentemente expresada en forma de consejo.
Dada la presencia del consumo de la marihuana y otras drogas en la comunidad
musulmana en nuestro entorno, hemos sentido la necesidad de elaborar este breve
escrito con la sincera intención de buscar el bien y el éxito de nuestros
hermanos y de nosotros mismos.
Aquellos que reconocen el don inmenso que es decir ašhadu
an lā ilāha illallāh wa ašhadu anna Muḥammadan
ʿabduhu wa rasūluh deben recordar que cualquier
persona que considera que lo harām (según un texto inequívoco
y por consenso) eshalāl ha negado el dīn. Todos somos
imperfectos, cometemos errores y pecados. Allahu taʿala nos informa en Su Libro, el Sagrado Qurʾān, que Él ama a los que se arrepienten. Por supuesto, no pecamos con
el fin de atraer el amor de Allah. Cuando lo hacemos, al momento de volvernos
conscientes de nuestra falta, Le rogamos a Allah que nos perdone, prometiendo
no repetir ese acto. Sin embargo, cuando una persona considerahalāl algo
que es claramente ḥarām (según
un texto inequívoco y por consenso) –por ejemplo, cuando un creyente bebe
alcohol, diciéndose a sí mismo que beber hasta un punto, sin emborracharse,
está permitido, o alguna otra racionalización- esto es kufr y
tal persona ha dejado el dīn. Esto tiene efectos inmediatos: por
ejemplo, si está casado, el matrimonio o nikah es invalidado,
y si la mujer permanece a su lado, también ella sacrifica su imān.
La acción más sabia del creyente es evitar la compañía de aquellos que pueden
llevarle a la tentación. Rasulullah (saws) nos exhorta a que nos conozcamos a
nosotros mismos, diciendo que conocerte a ti mismo es conocer a tu Señor. El
comienzo de esta búsqueda es conocer tus propios límites. Hay creyentes que
nunca se verían tentados a beber alcohol, aun si se encontrasen en mitad de una
fiesta con un vaso de vino enfrente y todos sus amigos diciéndole: “Vamos, bebe
y únete a la fiesta”. Otros, tal vez en esas circunstancias no serían capaces
de controlar su nafs. La mañana siguiente despertarían con una resaca y
pidiendo perdón a Allah con remordimiento. Para ellos, hay esperanza de que un
día dominen su debilidad. Y luego están aquellos que no sienten remordimiento
por haber transgredido la Shariʿa de
Allah. Por desgracia, tales personas no se toman seriamente el consejo de Rasūlullah (saws).
2Ver http://www.bbc.co.uk/go/em/fr/-/news/health-16961112
y http://news.bbc.co.uk/go/em/fr/-/2/
hi/health/4486308.stm
hi/health/4486308.stm
Anuncios
Relacionados
Artículos -
14/01/2004
Noticias -
09/12/2008
Noticias -
12/05/2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario