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jueves, 13 de abril de 2023

La ciudad árabe de Kafar Qasem pide cuentas a Israel por matar a un vecino acusado de un ataque

 

La ciudad árabe de Kafar Qasem pide cuentas a Israel por matar a un vecino acusado de un ataque

 
 
 
 
La ciudad árabe de Kafar Qasem pide cuentas a Israel por matar a un vecino acusado de un ataque

Kafar Qasem (Israel), 13 abr (EFE).- La conmoción recorre aún las calles de Kafar Qasem, ciudad árabe de Israel donde vivía Yusef Abu Jaber. El pasado viernes murió tiroteado por agentes israelíes en Tel Aviv tras un atropello que mató a un italiano e hirió a otros siete turistas, en un hecho aún poco claro que Israel tachó rápidamente de "ataque terrorista".

Las circunstancias de lo que pasó siguen pendientes de esclarecer, pero en su ciudad lamentan que Abu Jaber -de 45 años, padre de seis hijas, sin antecedentes y respetado por el vecindario- recibiera directamente la etiqueta de "terrorista" por parte de autoridades sin haber aún conclusión final de la investigación, algo que achacan al hecho de que fuera un ciudadano árabe.

"Israel nos ve directamente como enemigos", denuncia a EFE Saed Isa, jefe del Comité Popular de Kafar Qasem.

Según lamenta, Abu Jaber no podrá contar su versión de los hechos porque la Policía lo mató a tiros cuando yacía malherido al volcar su coche, lo que para él parece ser "un abuso de fuerza", en lo que califica de "patrón de actuación común" contra los árabes de Israel, descendientes de palestinos.

ATAQUE VERSUS ATROPELLO ACCIDENTAL

Hasta ahora, su familia y vecinos de la urbe defienden la presunta inocencia de Abu Jaber y dicen que el atropello pudo ser accidental, exigen la publicación de las imágenes del incidente y piden informes detallados de la autopsia del cadáver y del análisis de su vehículo.

En un inicio, la Policía dijo que le disparó letalmente porque intentó sacar una pistola. Después rectificó y aseguró que era un objeto similar a un arma de fuego, pero no aportó pruebas de ello.

Tampoco publicó imágenes de las cámaras de vigilancia del área, y según medios, se negó a hacer público el contenido de las cámaras corporales de los agentes que dispararon por las pesquisas vigentes, lo que ha levantado las sospechas en Kafar Qasem.

El presunto atacante no estaba implicado en política, fue un empleado querido en una escuela israelí y tenía amigos judíos. Por ello, su entorno reaccionó incrédulo cuando se enteró del caso.

Varios vecinos aseguraron a EFE que ven "imposible" que cometiera un atentado, alegan que se pudo dormir o tener un fallo técnico en el coche, mientras Policía y el servicio de Inteligencia israelíes mantienen el "ataque terrorista" como principal hipótesis en su investigación.

INCIDENTE MORTAL

Según medios hebreos, las pruebas descartaron que pudiera tener un derrame cerebral, y se desconoce aún si sufrió otra afección médica o estaba bajo efectos de drogas o alcohol cuando cometió el supuesto ataque.

El atropello acabó con la vida de Alessandro Parini -italiano de 35 años que visitaba Israel y hoy es enterrado en Roma- y se saldó con siete heridos, todos turistas de Italia y el Reino Unido que paseaban por el frente marítimo de Tel Aviv en pleno fin de semana.

La secuencia de los hechos -incluida la información inicial de un ataque con pistola que después se desmintió- puso en alerta todo Tel Aviv, ya que el último año sufrió varios tiroteos cometidos por palestinos que se saldaron con muertos.

Todo ocurre en medio de otro repunte de la tensión entre Israel y Palestina que este inicio de 2023 escaló en la situación de más violencia desde tiempos de la Segunda Intifada. En lo que va de año, 98 palestinos han muerto en el marco del conflicto; mientras que de lado israelí han fallecido 19 personas.

DISCRIMINACIÓN HISTÓRICA

Con todo, tras años de denuncias de criminalización contra los árabes, en Kafar Qasem no se fían de Israel. En varios puntos de la urbe hay memoriales de los hechos de 1956, cuando fuerzas israelíes mataron a casi 50 de sus habitantes tras decretar un abrupto toque de queda.

En aquel tiempo la población árabe-israelí estaba sujeta a la ley militar -que se mantuvo hasta 1966-, y en 2007 el difunto presidente israelí Simón Peres se disculpó por la masacre en nombre del Estado.

El sector árabe -descendiente de los que se quedaron en el actual Israel tras su creación en 1948 y que hoy es el 20 % de la población- denuncia sufrir discriminación histórica y trato de segunda clase.

Se trata de un "racismo" que, según Saed Isa, se vio de nuevo en la forma contundente en que la Policía israelí mató a Abu Jaber.

"¿Por qué lo disparan a la cabeza?, ¿Por qué lo matan? Queremos la verdad", dice a EFE otro vecino, en referencia un vídeo difundido por redes sociales donde se ve a agentes disparando una intensa ráfaga de balas a Abu Jaber mientras estaba en el suelo.

Joan Mas Autonell

(c) Agencia EFE

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