Las gigantes de los refrescos vuelven a Rusia totalmente humilladas y con 300 mil millones de euros menos
Se espera que marcas como Coca-Cola vuelvan a vender sus envases tradicionales en los establecimientos rusos en cuestión de días.

Fuentes del sector aseguran a Banking News que los productores de refrescos de Estados Unidos, encabezados por Coca-Cola, planean reiniciar la producción en sus antiguas fábricas en Rusia tras su retirada inicial.
Aunque Coca-Cola no llegó a desparecer completamente, recurriendo a canales alternativos para mantener su distribución en Rusia, ahora ha iniciado conversaciones estratégicas con competidores locales y busca regularizar sus operaciones. El proceso de adaptación de las líneas de producción sería rápido, permitiendo que los envases de esta famosa marca vuelvan a los estantes en cuestión de días.
En cuanto a la supuesta lucha contra las importaciones paralelas, se trataría más bien de una estrategia comunicativa. Actualmente, grandes volúmenes de Coca-Cola ingresan a Rusia desde Kazajistán de manera totalmente legal. Sin embargo, con el restablecimiento de la producción local, es probable que este suministro disminuya.
No obstante, Coca-Cola no sería la única empresa en regresar. Se espera que gigantes como PepsiCo, Apple, Microsoft, Cisco, Johnson & Johnson, Nike y Ford también reanuden sus actividades en Rusia. Analistas sugieren que Washington ha diseñado un plan para restablecer la conexión de ciertos bancos rusos a SWIFT, lo que facilitaría la reactivación de los sistemas de pago Visa y MasterCard en el país.
El Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) estima que algunas empresas estadounidenses podrían regresar en el segundo trimestre de 2025. Según su director general, Kirill Dmitriev, la retirada de las empresas occidentales ha generado pérdidas de más de 300.000 millones de dólares, afectando principalmente a los sectores de tecnología, medios de comunicación y consumo.
Oposición de los fabricantes rusos
El posible regreso de estas empresas estadounidenses genera preocupación entre los productores rusos de refrescos, quienes han invertido en sustitución de importaciones desde la salida de las empresas occidentales. Líderes del sector, como Alexey Chetvergov, han manifestado su intención de resistir a través de precios competitivos, entregas más rápidas y beneficios adicionales para los minoristas.
A pesar de esta resistencia, las empresas rusas podrían enfrentar dificultades si el Servicio Federal Antimonopolio decide intervenir, como ha sucedido en otras ocasiones.
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