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domingo, 23 de octubre de 2011

Cristo en el Islam

Cristo en el Restauracionismo
Cristo en el Islam
La figura del Ungido en el Corán se aborda como el "hijo de Maryam, no es sino un mensajero (profeta), antes del cual han pasado otros enviados" (sura 5:75). De manera que aunque uno de los Ungidos fue Jesús de Nazareth, ciertamente deja claro que no fue el único (como el resto de los profetas del Islam), pero no es hijo de Dios (Alá), dado que Dios es sólo uno y no tiene hijos ni puede ser asociado con otros dioses. Al respecto en un debate realizado en un programa televisado de la cadena SABC-TV, en 1983 bajo el título "Cristianismo y el Islam", Panelistas en representación de la Religión Musulmana, declararon la siguientes palabras:
"Nosotros los musulmanes creemos que Jesús fue uno de los mensajeros más poderosos de Dios, que él era el Cristo (al-Masīḥ), que él nació milagrosamente sin ninguna intervención masculina, que él dio vida a los muertos por permiso de Dios y que él curó esas personas que nacieron ciegos y los leprosos por permiso de Dios. De hecho, ningún musulmán es un musulmán si él o ella no cree en Jesús"
El profeta del Islam, Mahoma, afirmó que Jesús fue enviado por Alá para ser el Mesías y que él profetizó su propia venida como sello de los profetas.15 Aunque el Corán no lo menciona, un mesías llamado el Mahdi (el guiado por Alá) figura en la tradición islámica, tanto en el sunismo y el chiismo. El mahdi es alguien que vendrá a la tierra para traer paz y justicia, restaurando la verdadera religión e instaurando una era de oro poco años antes del fin del mundo, un concepto más desarrollado en la secta chiíta. No es muy conocido en el mundo occidental que en el Sagrado Corán Jesús está mencionado veinticinco veces. Por ejemplo:
• "Dimos a Jesús, hijo de María, las pruebas claras y le fortalecimos con el Espíritu Santo." (Corán Sagrado 2:87)
• "¡María! Dios te anuncia la buena nueva de una Palabra que procede de Él. Su nombre es el Ungido, Jesús, hijo de María... " (3:45)
• "... el Ungido, Jesús, hijo de María, es solamente el enviado de Dios..." (4:171)
• "... Hicimos que les sucediera Jesús, hijo de María, en confirmación de lo que ya había de la Tora... "(5:46)
• "Y a Zacarías, a Juan, a Jesús y a Elías, todos ellos de los justos." (6:85)
En el Islam, dado el estatus de profeta que tiene Jesús, tras pronunciar su nombre se dice "Isa, aleijis-salám" (Jesús, que la paz esté sobre él). Este hecho suele ser desconocido fuera del ámbito del Islam.

[editar] Cristo según los ahmadíes
Véase también: Yuz Asaf
Cristo recibe el nombre de Yuz Asaf. Creen que sobrevivió a la crucifixión y emigró a Cachemira.
[editar] Cristo en la Fe Bahá'í
Los bahá'ís consideran a Cristo como una manifestación de Dios. Dios es uno y se ha manifestado a la humanidad a través de varios Mensajeros. Los bahá'ís denominan esto Revelación Progresiva, que significa que Dios ha ido revelando a los hombres su voluntad según iban madurando y podían comprender mejor el propósito de Dios con la Humanidad. En esta visión, Dios se revela a través de varios mensajeros: Moisés, Jesús, Mahoma, El Báb y Bahá'u'lláh. En el Kitáb-i-Íqán, Bahá'u'lláh indica que estos mensajeros poseen dos naturalezas: una divina y otra humana. Examinando su naturaleza divina se puede ver que son, más o menos, lo mismo. Sin embargo, al examinar su naturaleza humana, son individuos con distinta personalidad. Por ejemplo, cuando Jesús dice "El Padre y Yo somos Uno", los bahá'ís toman esto de forma bastante literal, pero específicamente con respecto a su naturaleza como Manifestación. Esta naturaleza divina, según Bahá'u'lláh, significa que cualquier Manifestación de Dios puede decir que es el retorno de la anterior, aunque los bahá'ís creen que cada Manifestación con una función específica vuelve con un "nuevo nombre" y un propósito diferente o mayor. Los bahá'ís creen que Bahá'u'lláh es el retorno de Cristo.
[editar] Cristo en el budismo
Las perspectivas sobre Cristo en los budistas difieren. Algunos, incluyendo Tenzin Gyatso, el 14 Dalai Lama,16 ven a Cristo como un bodhisattva que dedicó su vida al bienestar de la humanidad. El maestro zen del siglo XIV Gasan Jōseki indicó que las palabras de Cristo en el Evangelio fueron escritas por un hombre iluminado.17
La diferencia más plástica y expresiva entre Cristo y el Buda se ve en la contraposición del rostro sufriente del crucificado y la sonrisa pacificadora del iluminado (Buda). El budismo no acepta que el Iluminado sufriera en vida después de llegar a la iluminación. El Buda Gautama estuvo por encima del sufrimiento, pues no en vano ahí radica la esencia del budismo, en la superación del sufrimiento. Pero Budismo y Cristianismo coinciden en que el sufrimiento es superado al final. comparten la esperanza en la liberación del sufrimiento.
Como en el caso del hinduismo, el Budismo admite pluralidad de iluminados, pluralidad de Budas (el Buda Gautama tiene predecesores y sucesores). Aquí habría una diferencia fundamental con el cristianismo que mantiene que Cristo no es un caso más de acceso a la perfección. Y es que el Budismo es una tradición cíclico-mística que busca una vía de liberación interior y el cristianismo es histórico-profético, cree en la acción de Dios en determinados acontecimientos.
Por último está el gran escollo para la comprensión religiosa del Budismo. Buda calló sobre Dios, no se planteó esa cuestión por considerar que suponía otra forma de apego a la realidad material. Por encima del posible valor que pudiera suponer la búsqueda de Dios está el carácter radical de contingencia de toda la realidad y la necesidad de liberarse de ella para que cese el sufrimiento, condición metafísica de la existencia. Cristo habla de Dios con la confianza del chiquillo en su padre (Abba). Y propone que esa confianza sea más fuerte que la aparente victoria de la muerte. Desde esa confianza, el amor solidario y compasivo y el compromiso por evitar la parte de sufrimiento causada por la injusticia tiene sentido, es el sentido cristiano de la vida.
[editar] Cristo en el hinduismo
A pesar de que le demos un nombre unitario, son numerosas y distintas las tradiciones religiosas que dan contenido a lo que nosotros llamamos hinduismo (por ejemplo, visnuismo, sivaísmo y saktismo, que son los cultos más profesados...). No deja de ser un concepto expresivo del colonialismo intelectual de Occidente. También es verdad que dentro de su pluralidad todas tienen en común una convergencia intencional superior: abrir al hombre un acceso a la divinidad o al Absoluto (Brahma).
Ni que decir tiene que esta interna constitución del hinduismo como pluralidad de tradiciones religiosas hace de él un fenómeno de tolerancia. La divinidad suprema no considera rivales a otros dioses, todos ellos existen por ella y manifiestan su realidad. Muy temprano aparece el cristianismo en la India, hacia el s. II, relacionado con la tradición de Santo Tomás. Para los hinduistas el sermón del monte es cercano a su propia fe. También la idea de encarnación o manifestación humana de lo divino (avatara) es familiar para la historia de las tradiciones hinduistas (Krisna, por ejemplo). Sin embargo, esa misma apertura hacia el reconocimiento de la presencia humana de la divinidad se opone a toda reivindicación de exclusivismo por parte de ninguna de sus manifestaciones, como sería el caso de Jesucristo. Entre las muchas avataras de la divinidad, Jesucristo bien puede ser una, como lo reconoce el Mahatma Gandhi, que lo proclama su modelo da no violencia.
Una cristología hindú partiría del Jesús histórico y el ethos que se desprende de su predicación, de sus bienaventuranzas: la defensa de los pobres y la propuesta del amor no violento. La ley eterna del amor sería una coincidencia profunda del hinduismo con el cristianismo. Y desde ahí habría una valoración de lo que de eterno y divino se hace presente en Cristo.
[editar] Cristo en los pueblos indígenas
[editar] Cristo en el Mandeísmo
Los mandeos, un grupo religioso gnóstico de Oriente Medio, ve a Juan Bautista como el mayor profeta de Dios, mientras que para ellos Cristo no es más que un falso profeta del falso dios judío del Antiguo Testamento, Adonai18 e igualmente rechazan a Abrahán, Moisés y Mahoma.
[editar] Cristo en el Maniqueísmo
Los maniqueos aceptan a Cristo como profeta, junto con Buda y Zoroastro19
[editar] Cristo según la Cienciología
El fundador de la Cienciología, L. Ron Hubbard la describió como la continuación anglicanizada occidental de muchas formas de sabiduría tempranas, y cita las enseñanzas de Jesucristo entre los sistemas de creencias que forman parte de esas "formas tempranas". Es reconocido como parte de su "legado religioso" y "es visto como uno de muchos buenos maestros".
[editar] Cristo según la crítica histórica
Los estudios sobre la historicidad de los relatos de los evangelios llevados a cabo por diversos académicos alemanes durante el siglo XIX, en especial por David Frederich Strauss, presentaron una nueva visión sobre la vida de Jesús de Nazaret enfocándola como mitología religiosa. La obra de Strauss motivó mayores estudios que se han prolongado hasta nuestros días. Algunas de las teorías más notables del análisis mitológico de la historia del Cristo contenida en los evangelios son que la figura de Jesús pude haber sido una deificación de un maestro judío no ortodoxo, o una total creación ficticia de una secta apocalíptica del primer siglo. Además que las historias evangélicas están llenas de semejanzas con los relatos de otras deidades greco-romanas muy populares durante los siglos I y II de la Era Cristiana. Entre ellos son notables las similitudes con los relatos del dios persa Mitra, deidad muy venerada por los soldados romanos y hasta por el emperador Constantino, quien fue el primero en declarar al cristianismo como religión del Imperio Romano. Según se conoce, Mitra era el hijo del dios Ahura-Mazda, principal deidad persa, y nació un 25 de diciembre. Mitra tuvo doce fieles seguidores o discípulos. Durante su vida impartió mensajes de fraternidad, sobre la vida eterna y la resurrección del cuerpo. Una vez muerto, resucitó al tercer día y ascendió a los cielos para junto a su padre Ahura-Mazda, convertirse en uno solo. También es de notar el culto al dios egipcio Horus activo también en el Imperio durante el siglo I. En el mismo se veneraba a ese dios solar, quien al igual que Jesús de Nazaret, tuvo doce fieles seguidores, luchó contra el mal toda su vida, y después de ser asesinado, resucitó para unirse a su padre, el dios Rah. Otras equivalencias de la vida del Cristo con dioses y semi dioses greco-romanos que deben distinguirse son las que comparte con Hércules, quien tuvo que pasar doce pruebas durante su vida, morir, y resucitar en el Olimpo como un dios; y Prometeo, quien siendo un dios, se encarnó y vino al mundo a traer la luz del fuego a los hombres.
[editar] Bibliografía
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• VILLA & ESCUAIN, Samuel & Santiago (1985) (en Español). Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado. Barcelona, España: CLIE. pp. 194, 195. «CRISTO, EL CRISTO (griego "ho Christos"). Un título oficial del Señor Jesús (Belén, h. 6 a. C. - Jerusalén, h. 30 d. C.), que vino a usarse como nombre. En el libro de Juan 1:41 y 4:25 este título es relacionado con el de Mesías, "llamado el Cristo". El título Mesías fue utilizado en el Libro de Daniel 9:25-26, profecía acerca de las "Sesenta Semanas". El término hebreo es "mashiach" y significa "ungido"»
• BELLET, J. G. (1957) (en Francés). La Gloire Morale du Seigneur Jésus Christ. Vevey, France: Editions du Dépot de Biblies et Traites Chrétiens.
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• FLORES, J. (1983) (en Español). El Hijo Eterno. Terrassa: CLIE.
• LACUEVA, F. (1979) (en Español). La persona y la obra de Jesucristo. Terrassa: CLIE.
• MARTÍNEZ, J. M. (1970) (en Español). Cristo el Incomparable. Terrassa: CLIE.
• SANZ, C. (1979) (en Español). Jesucristo. Valencia: Depósito de Literatura.
• WALLIS, A. (1968) (en Español). ¿Quién es Jesús de Nazaret?. Madrid: CLC.
• GUARDINI, Romano (2006) (en Español). El Señor. Meditaciones sobre la persona y la vida de Jesucristo (2ª ed. edición). Madrid: Cristiandad.
• LLORCA, Bernardino (1996) (en Español). Historia de la Iglesia Católica I:Edad Antigua. La Iglesia en el mundo grecorromano (7ªed. edición). Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos.

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