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martes, 11 de octubre de 2011

MSM: Las teorias conspirativas ( La concepcion Voodoo de la historia )

MSM: Las teorias conspirativas ( La concepcion Voodoo de la historia )
Aunque poco se puede decir sobre la autenticidad del documento, a favor de su veracidad se puede señalar que tanto la obra de Joly y sus antecedentes, así como los posteriores Protocolos de los Sabios de Sión, se inscriben en un período de gran actividad judaica histórica (eran los inicios del Sionismo como tal) y que forman parte de una serie de revelaciones muy similares entre sí sobre las intenciones de la judería mundial.

Por otro lado, el punto más importante que algunos otorgan a la veracidad del documento, es la precisión con la que cada uno de los puntos principales de los protocolos se ha ido cumpliendo celosa y proféticamente.

Es realmente improbable que Maurice Joly haya sido capaz de vaticinar la Revolución Rusa (1917) o las dos Guerras Mundiales (1914 y 1939), la tendencia actual hacia la Globalización, entre otros acontecimientos de los que habla el texto, suponiendo que el mismo date de 1858, 1897 o 1905. Si la autoría de este texto es enteramente de Maurice Joly, tendríamos que aceptar que el escritor o bien fue informado por alguien sobre los planes futuros para el mundo, o bien era un profeta; esto significaría que sus profecías serían aún mucho más precisas que las realizadas por el célebre Nostradamus.

Al respecto, Henry Ford había dicho en una entrevista publicada en febrero de 1921 por el periódico New York World que "el único comentario que diré sobre los Protocolos es que encajan en lo que está pasando".

Julius Evola dijo también que: "Si los Protocolos no son auténticos, entonces son verídicos". Por eso el Sionismo ha centrado el debate sólo a nivel de su autenticidad cuestionada, pero no en el cumplimiento de sus contenidos.

Por su parte, William Pierce, en el artículo "Los nuevos protocolos"[9] dijo:

Yo no llamaría a Los Protocolos "una falsificación", como los judíos lo llaman siempre que el libro se menciona. Yo me inclino a creer que el Profesor Nilus era un astuto observador de los judíos y también un patriota. Él quiso advertir al pueblo ruso lo que los judíos estaban planeando [...] y así imaginó cómo el plan de los judíos podría ser si fuera. Creo que escribió el texto que él mismo publicó, pero que creyó que era una descripción bastante exacta de lo que los judíos realmente estaban haciendo.

----- Mensaje original -----
De: Marcos
Para: undisclosed-recipients:
Enviado: Martes, 11 de Octubre de 2011 10:41 a.m.
Asunto: [diasporaNoticias] MSM: Las teorias conspirativas ( La concepcion Voodoo de la historia )



Comentario: Unas de las teorias conspirativas que mas han distorsionado la verdadera historia son los llamados Protocolos de Zion, curiosamente quien mas la popularizo fue un capitalista llamado Heny Ford aclamado como el heroe por Adolfo Hitler. Hoy en dia las teorias conspirativas han florecido como las rosas de los jardines y a todo se le aplica una conspiracion

Conspiraloons

Voodoo Histories: The Role of the Conspiracy Theory in Shaping Modern History. By David Aaronovitch, published by Jonathan Cape, 2009

Perhaps the most disastrous of all conspiracy theories is the Protocols of the Elders of Zion. This is largely based on a book written by a Parisian lawyer in the 1860s as a satire on Napoleon III. It was altered later in the nineteenth century by a Russian secret policeman to depict a Jewish conspiracy to take over the world. The man who popularised the Protocols around the world was the capitalist Henry Ford. Published by Ford's publishing house in the 1920s (along with other anti-semitic literature), subsidised with five million dollars, it sold half a million copies in the US alone. After mounting complaints about his anti-semitism Ford recanted and apologised, but Adolf Hitler saw him as a hero and the Protocols formed the basis of his world-view in his manifesto Mein Kampf. The rest, as they say, is history. Aaronovitch thoroughly demolishes this conspiracy theory, as he does with the alleged conspiracies in Stalin's show trials, McCarthyism, the deaths of President Kennedy, Marilyn Monroe, Diana, the story underpinning Dan Brown's Da Vinci Code (in a chapter entitled “Holy Blood, Holy Grail, Holy Shit”), the 9/11 attacks on the Twin Towers and the Pentagon (in which some claim the Bush government were complicit) and more besides.

Aaronovitch argues that belief in conspiracy theories is harmful since it “distorts our view of history and therefore of the present” and can lead to disastrous decisions. He detects a pattern in which conspiracy theories are “formulated by the politically defeated and taken up by the socially defeated”. Conspiracies become an excuse to explain away a movement’s own inherent weaknesses or unpopularity by attributing blame to a ruthless enemy. Aaronovitch claims that capitalism is not the cause of conspiracy theories since “[s]tate ownership in Russia was no guarantee against the most fabulous of conspiracy theories”. But this mistakenly assumes that state ownership is incompatible with capitalism. When President Bush effectively nationalised some financial institutions in last year's “credit crunch” this was done for the benefit of American capitalism as a whole. In any case, capitalism's continued existence does not require a conspiracy or a conspiracy theory. All it requires is the support, or more likely acquiescence, of the overwhelming majority in their own exploitation

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