Libro en PDF 10 MITOS identidad mexicana (PROFECIA POSCOVID)

Libro en PDF 10 MITOS identidad mexicana (PROFECIA POSCOVID)

  Interesados comunicarse a correo: erubielcamacho43@yahoo.com.mx  si quieren versión impresa o electrónica donativo voluntario .

jueves, 22 de diciembre de 2011

2012, ¿un año apocalíptico? maya y de falsas elecciones

2012, ¿un año apocalíptico?
Por Orlando J. Ferreres | Para LA NACION
.Ver perfil
Ver comentarios ."2012 está destinado a ser un año de traumas y convulsiones sin precedentes" dice Lawrence E. Joseph en la página 29 de su libro Apocalipsis 2012 (Editorial Planeta). Primero pensé que tal vez incluía algo de la Argentina para ese año, por lo que seguí leyendo aún con mayor atención.

Al llegar a la página 31 me tranquilicé pues se refería a otra situación. Allí el autor da nueve razones para que 2012 sea un año traumático: las profecías Mayas sobre el fin de una era; el comportamiento de la actividad del Sol con un pico violento ese año; las oleadas de huracanes que se van a incrementar; el intercambio del Polo Norte por el Sur que estaría por ocurrir -o incluso ya podría estar ocurriendo-; una nube de energía interestelar que ingresó al sistema solar y va a desestabilizar las atmósferas de todos los planetas y va a llegar a la Tierra en 2012; un cometa o asteroide que va a impactar en el planeta, con 99% de probabilidades de que ocurra; el supervolcán Yellowstone, que aparece cada 600.000 o 700.000 años está por explotar; y también la interpretación de libros religiosos, como el I Ching, que sostienen que 2012 es la fecha del fin.

Al terminar de leer la lista de calamidades, dentro de todo, me sentí aliviado ya que no se refería a nosotros. De todas maneras, mucha gente me dice que en el país lo vamos a pasar mal aunque no ocurra ninguna de las profecías que lista Joseph. Es que tenemos que arreglar muchas cosas -dicen- y no será nada fácil. Entre otras cosas me preguntan, ¿cómo haremos para bajar un gasto público consolidado (Nación, provincias, municipios, fondos fiduciarios, etc.) que está en 160.000 millones de dólares cuando más de U$S 75.000 millones, ya es riesgoso? ¿Lo haremos gradualmente? ¿Con un shock? ¿O quizá no haga falta nada? ¿Lo podemos tolerar todo el tiempo? ¿Podremos soportar los impuestos distorsivos como el impuesto al cheque que viene de 2001? ¿O los derechos de exportación de enero de 2002? Todos me recuerdan que en ambos casos eran por un año.

¿Y los subsidios? ¿Y el congelamiento de tarifas desde 2001? En el terreno social, ¿no se va a controlar la inseguridad? ¿Cómo va andar el desempleo con todos esos cambios? ¿Como será la inflación, si ya vamos preparando el camino institucional para emitir más, expandiendo el programa monetario? ¿Otra vez habrá que mirar las cotizaciones en 2012?

¿Por qué estas preguntas? ¿Tienen alguna base? Sí, los problemas que se mencionan existen y aun hay otros, pero todos los países tienen sus problemas, como lo confirma que en este momento se está pronosticando una nueva recesión mundial, un double dip, como la llama Nouriel Roubini. Pero lo nuestro es distinto: cada 8 o 10 años tenemos una convulsión, producto de desvíos de variables que se van acumulando sin corrección y finalmente, como nadie hace nada para subsanar los desvíos en base a un razonamiento de largo plazo, la situación no resiste más y se corrige de la peor manera, en forma desordenada. La próxima corrección podía calcularse para el 2011-2012, ya que la anterior fue 2001-2002 y la anterior de la anterior en 1989-90.

Estas oscilaciones se han llamado también "el péndulo argentino", variables desfasadas que van hacia un lado y después violentamente hacia otro, hacia el opuesto, sin quedarse en el nivel lógico que es el sustentable de largo plazo. Otros me dicen que siempre hay analistas que pronostican desastres, que después no ocurren. Puede ser cierto, o por pronósticos influidos por temas ideológicos o por errores de timming, o sea, el pronóstico es correcto, pero la fecha en que va a ocurrir no. De todas maneras, cuando se echa mucha agua en un vaso el agua no se vuelca enseguida, pero si seguimos echando, se va derramar inexorablemente en algún momento. El gran secreto es tener cuantificado el problema para pronosticar el desorden y la fecha de ocurrencia al mismo tiempo.

¿Cómo resolver esta paradoja argentina? Creo que necesitamos un grupo de reflexión para pensar 2020 o 2030 y que todas las medidas que se tomen lo sean en forma consistente con ese programa de largo plazo. No puede haber remiendos o razonamientos como "esto que está medio desgastado lo ato con alambre", es decir, medidas improvisadas, incoherentes con las metas trazadas. No caer en el cortoplacismo es lo que hicieron Brasil, Chile o Perú, para mirar sólo a vecinos nuestros y les dio resultado.

Mientras tanto, habría que avisarle a Lawrence Joseph que puede ocurrir algo en la Argentina que podría incluir en su libro sobre 2012. .

No hay comentarios:

Publicar un comentario