Compró el Popocatépetl y ahora lucha por vivir
Rabanales (de pie a la derecha) asistió al reencuentro de boxeadores en Cancún
(Foto Reuters)
(Foto Reuters)
SERGIO CARRILLO
| DIARIO
sábado 4 de febrero de 2006 12:00 AM
DPA/EL UNIVERSAL
México.- En su época de mayor esplendor, el campeón mundial de los pesos gallo Víctor Manuel Rabanales "compró" el volcán Popocatépetl y un departamento en el que nunca vivió. Hoy lucha por sobrevivir abajo del cuadrilátero. Es la historia de Rabanales, uno de los grandes campeones mexicanos, que como muchos otros pugilistas ganó cientos de miles de dólares, pero que hoy combate en el cuadrilátero de la vida por un pedazo de pan y por dejar el alcohol. Rabanales conquistó el título gallo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en 1992. En el momento más brillante de su carrera, la fama y el dinero llegaron por montones y con ello los "amigos" y personas que se le acercaban para pedirle dinero o proponerle algún negocio. Al boxeador, un hombre de cuna humilde, tez morena y cabello crespo y corto, le ofrecieron comprar el volcán Popocatépetl, localizado en el centro de México, e ingenuamente aceptó. Le "vendieron" un departamento hipotecado y también aceptó, e hizo negocios con amistades, que lo dejaron sin dinero ni negocios. El dinero se fue terminando y Rabanales, con poca preparación escolar, dedicó la mayor parte de su vida a divertirse con los amigos y a derrochar los miles de dólares que ganó arriba del ring. De los años en que le vendieron el Popocatépetl, Rabanales prefiere no acordarse. "Cuando tenía dinero llegaban personas a pedirme dinero o invertir en negocios que perdí", dijo en Cancún el ex peleador de 43 años, que aún luce su figura delgada, aunque le faltan dientes y tiene algunas canas en su cabeza. Su mirada es de tristeza y de añoranza de los momentos felices al lado de su esposa y sus cuatro hijos, que perdió cuando él se dedicó a beber y a la vagancia. Rabanales, que tuvo un récord de 73 peleas disputadas, con 49 victorias, 21 empates y tres derrotas en sus años de gloria, pasó los últimos años lavando autos en las calles. "Ahora quiero dedicarme a dar consejos a los jóvenes, aprovechar mi experiencia en el boxeo y darles charlas para que sean alguien en la vida", agrega Rabanales. "Extraño la vida de antes y sólo pienso en trabajar, en tener un empleo fuera de las calles y tener una vida mejor". Recientemente, el ex monarca de los pesos gallo prometió al presidente del CMB, José Sulaimán, rehacer su vida y estar más cerca de su familia. "Es un orgullo encontrarme de nuevo con todos los ex campeones del mundo y los actuales para que abran los ojos". Dice ahora que intenta ganar la pelea más importante de su vida, contra el alcoholismo.
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