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domingo, 12 de mayo de 2013

Las bendiciones especiales del mes de Rajab

Las bendiciones especiales del mes de Rajab
Irshad, Sheikh Muzaffer Ozak al Yerrahi al Halveti

Bismillahir Rahmanir Rahim
En el Nombre de Dios Clemente Misericordioso

Ciertos días son muy especiales porque en ellos abunda la misericordia del Sustentador. Su gracia y Generosidad se desbordan como el océano. , Él absuelve y concede Su perdón en Sus servidores, y Él trae la alegría a aquéllos que se arrepienten ante Él, honrándolos con el Paraíso y Su Belleza. Es a través de Su divina misericordia que Él nos concede tales días, tales noches, tales horas.

Estos tiempos especiales incluyen la primera noche del mes de Rayab, y la primera noche del jueves de ese mismo mes. La siguiente noble Tradición fue reportada por el venerado Hassan, el querido nieto del bendito Profeta:
“Hay cuatro noches en el año cuando la misericordia de Al-láh, Su perdón, Su generosidad, Su recompensa cae como la lluvia sobre este el mundo. Benditos son aquellos que saben o vendrán a saber el valor de estas noches, a saber:
1)la primera noche del noble mes de Rayab;
2)la noche llamada Bara"a (la Absolución), la decimoquinta noche del noble mes de Sha"ban;
3)la noche de la fiesta de Ramadán;
4)la noche de la fiesta de Sacrificio".


Ya que el Islam sigue un calendario lunar, el principio de cada día se cuenta desde ocaso. Así la décimo quinta noche del noble mes de Sha"ban es la noche del decimocuarto al decimoquinto día. La noche de fiesta que marca el fin del mes de ayuno es la noche entre el último día del noble mes de Ramadán y el primer día de la fiesta. La primera noche de la fiesta de Sacrificio es la noche entre la víspera de esa fiesta y su primer día. El viernes por la noche es la noche entre jueves y viernes.
Aquéllos que aprecian el valor de tales noches no pasan estos benditos momentos en la desobediencia sino en el culto y la obediencia, caridad y buenas acciones, oración y súplica. En tales noches ellos obtienen la complacencia de su Señor.

Thawban, uno de los nobles Compañeros, relata: "Estaba con el bendito Profeta cuando pasamos por un cementerio. Nuestro maestro se detuvo allí y empezó a llorar. Su pecho se humedeció con las lágrimas que fluían de sus ojos. Me acerqué a él y le pregunté: “Oh Mensajero de Al-láh, mi madre, mi padre y yo seamos su rescate, ¿por qué estás llorando? ¿Te ha llegado alguna revelación?" Él contestó: "Oh Thawban, aquéllos que están aquí, los muertos que ocupan este cementerio, están sufriendo el Tormento de la Tumba. Es a causa de su condición que estoy llorando lloro"". Él continuó entonces: "Si ellos hubieron pasado cualquiera de los días del mes de Rayab en ayuno y rendido culto a Al-láh por la noche, ellos se habrían evitado este tormento".
El bendito Mensajero también se reportó que dijo: "Si alguien guarda la vigilia en la primera noche del mes de Rayab en recuerdo de Dios, mientras otros corazones mueren, su corazón no morirá. El Uno Todo Glorioso sumerge a ese servidor en Su misericordia y lo hace deja limpio de errores y sus consecuencias como en el día en que su madre lo dio a luz. A través de la misericordia de esa noche, él recibe el permiso para interceder por setenta personas condenadas al Infierno".

¡Qué gracia y generosidad nosotros vemos aquí!... No sólo él es perdonado sino que también recibe la autoridad para interceder por otras setenta personas. ¡Qué gracia, qué generosidad, que noche tan bendita es esta! ¿Qué se le puede decir a aquéllos que no pueden apreciar el valor y la recompensa de esta noche, que se apartan de Al-láh y siguen otros caminos, quienes no aprecian lo valioso de sus vidas y la tiran a los vientos?

Si un hombre fuera a arrojar su oro y sus diamantes en el mar, a destruir la casa en que vive y prenderle fuego a su propiedad, nosotros le tendríamos lástima y diríamos: "Este pobre hombre debe haber perdido la razón". Y nosotros tendríamos razón al sentir compasión por él. Por lo menos, en ese caso, él tendría la posibilidad de trabajar y de ahorrar como para recuperar estos bienes. Pero ni el dinero ni el trabajo pueden devolver a la vida aquellos que se han ido. ¿Es posible para aquéllos que gastan sus vidas, incluso si la gastan en el error, el volver a la vida cuándo la muerte ha llegado? Claro que no. Esto significa que su preciosa vida es más valiosa que el oro, las esmeraldas o cualquier otra cosa.

El bendito Mensajero dijo: "Mi Comunidad, benefíciense del Mes de Al-láh. El mes de Rayab es ciertamente el Mes de Al-láh. Si alguien espera la recompensa de Al-láh, ayunará durante un día por ese mes, y el Paraíso será suyo por derecho. Él experimentará el Paraíso. Si él guarda ayuno durante dos días, él logrará una posición a la vista de Al-láh como nadie en cielo o la tierra pueda describir. Si él ayuna durante tres días, él se vuelve inmune a los dolores de este mundo y a los tormentos del Más Allá, a la locura, elefantiasis y lepra, y al engaño de otras personas. Para cualquiera que ayune durante siete días en el mes de Rayab, las siete puertas del infierno se le cerrarán. Si él ayuna durante ocho días para obtener el placer de Al-láh, las ocho Puertas del Paraíso se abrirán para él. Si él ayuna por diez días Al-láh le concederá cualquier cosa que él desee. Si él ayuna durante quince días, sus errores anteriores no sólo son perdonados, sino que son transformados en hechos buenos. Si cualquiera ayuna por más de quince días, Al-láh aumentará por consiguiente su recompensa".

Según otra noble Tradición, registrada en un libro llamado el Rawdatu-l Ulama, ayunar para complacer a Al-láh en el primer día del noble mes de Rayab limpia por completo los errores de los últimos tres años y todas sus consecuencias, mientras ayunar en el segundo día expía los de los últimos dos años, mientras que ayunar en el tercer día expía los errores del ultimo año, mientras que ayunar en el cuarto y los días subsecuentes dan la expiación de los errores cometidos durante el mes anterior. Sólo son perdonados aquellos errores que son entre el ser humano y Al-láh; los que implican a otras personas no son afectados. El cumplimiento de los derechos humanos es una obligación absoluta, es decir que es nuestro deber imprescindible el satisfacer a cualquiera que tiene un derecho encima de nosotros.

Nuestro Amo noble dijo que en la noche de su Ascensión él vio un río en el Paraíso donde el agua era más dulce que la miel, más fría que la nieve y olía más dulcemente que el almizcle. Él le preguntó a Gabriel, con él sea la paz: "¿Quién bebe de este río?" El bendito Gabriel contestó: "El nombre de este río es Rayab. Si cualquier miembro de tu Comunidad ayuna en el mes de Rayab y pronuncia bendiciones sobre ti, el Señor Exaltado le concederá que él beba de este río".

Aquéllos que desean beber de este río deben ayunar en Rayab, “el Mes de Al-láh”, y enviar las bendiciones al Mensajero del Omnipotente, el Intercesor en el Día de Juicio.

Deletreando en árabe la palabra "Rayab" sólo consiste en tres consonantes “R”, “J” y “B”. La letra “R” es la inicial de Rahma, la Misericordia de Dios; “J” representa la de jurm, significando el crimen, mientras que la letra “B” a la palabra bari, que significa el inocente. El Uno Todo Glorioso dice: "Mi servidor, eres culpable de crimen y error, pero te absuelvo de éstos y te vuelvo inocente. Por causa de tu desobediencia y error te He concedido este mes". Los sabios estudiosos han declarado que estas letras tienen este valor simbólico.
Cuando el mes de Rayab ha terminado y entra en la Presencia Divina, el Todo Glorioso y Exaltado le dice: "¡Oh Mi Mes! Te pregunto si ellos te han amado. Mis Servidors, ¿te han tratado con respeto?" El mes de Rayab no dirá nada en respuesta, aunque el Señor hará una y otra vez la misma pregunta hasta que finalmente Rayab dice: "¡Iá Rabb, Tú eres el que cubre todas las Faltas! Les has ordenado a Tus servidores que cubran las faltas de otros. Tu Mensajero me nombró el “Mes Sordo”. Yo he oído lo que Tus servidores han entregado por amor pero fui sordo a su desobediencia y error". Esto explica por qué el mes de Rayab es conocido como el “Mes Sordo”.

El Uno Todo Glorioso dice: "Tú eres Mi mes, no oyes ningún error. Desde que aceptaste a Mis siervos junto con sus errores, yo he hecho lo mismo y los he perdonado por tu causa. Con tal de que ellos muestren el remordimiento una vez, yo les perdonaré cualquier error y desobediencia que ellos hayan cometido durante tu Mes".
Otra razón por la que el mes de Rayab se llama el “Mes Sordo” es esta: dos ángeles de registro siempre están en a nuestro lado anotando las cosas buenas y malas que nosotros hacemos, pero es una peculiaridad de Rayab que durante este mes ellos graban sólo nuestras acciones dignas y no las malas. Entonces en este mes de Rayab las malas acciones de aquéllos que despliegan penitencia y remordimiento de la vista y oído de los ángeles, ellos no pueden grabarlos.
Nuestro noble Amo dijo: "Ciertamente Rayab es el Mes de Al-láh. El mes de Sha"ban es mi mes y Ramadán es el mes de mi Comunidad."

Según el Imán al-Suyuti en su libro llamado al-jami al-Saghir, el venerado Abu Hurayrah dijo: "Aparte del propio Ramadán, el bendito Mensajero ayunó más a menudo en los meses de Rayab y Sha"ban".

El significado literal de Rayab es: “Venerar, considerar grandioso". Los custodios de la Kaaba la mantienen abierta desde el primero de Rayab al último, en reverencia y respeto por este mes. En otros meses, ellos mantienen la Kaaba cerrada excepto los lunes y jueves. Ellos dicen: "Este mes es el Mes de Dios y esta casa es la Casa de Dios. Ya que el ser humano es servidor de Dios, ¿cómo nosotros podemos dejarlo fuera de la Casa de Dios durante el Mes de Dios?"
Había una vez una mujer en la Sagrada Mezquita en Jerusalén. Ella trabajaba como empleada de servicio para complacer a Al-láh. Cuando Rayab llegaba, ella agregaba el Sura al-Ikhlas doce veces en honor de este mes a su práctica diaria. Durante un año ella continuó su práctica usual de recitar este capítulo especial del Sagrado Qur"an, cuando un día ella clamó: "Mi hijo, mi muerte está cercana. Cuando Al-láh me lleve lejos quiero que tu me envuelvas en una mortaja hecha por mí de estas ropas viejas que yo siempre he llevado mientras le rendía culto a mi Señor y cuando servía". Éste fue su última voluntad.

Unos días después ella murió (o más bien, pasó al otro reino de ser, porque los creyentes se "vuelven"; son sólo los incrédulos los que mueren), pero el hijo no llevó a cabo el testamento de su madre. Él compró una nueva mortaja para enrollar a su madre en ella. Él se sentía mal ante amigos y enemigos por igual acerca de no haber hecho su amortaje con su ropa vieja. Esa noche él vio a su madre en un sueño. Ella le preguntaba a manera de reproche: "¿Por qué tú no has llevado a cabo mi testamento?"

Cuando llegó la mañana el hijo tomó la ropa vieja de su madre y se dirigió hacia el cementerio; no tenía ninguna otra opción que abrir la tumba de su madre, y seguir sus instrucciones ya que en su sueño ella le había dicho: "¿Por qué no has llevado a cabo mi testamento? Estoy disgustada contigo. Sostengo esto contra ti".

Pero cuando él miró, la tumba estaba vacía. Su madre no estaba en ella. Él estaba descarriado. Sólo ayer él la había enterrado aquí con sus propias manos y le había realizado los últimos ritos. Él empezó a llorar; ¿qué él iba a hacer ahora? Él oyó una voz diciéndole: “¿Tu no lo has oído, tu no lo sabias? Si alguien honra Rayab, que es Nuestro mes, Nosotros no dejamos a esa persona sola en la tumba”.
Aquéllos que sirven a Al-láh, que aman a Al-láh y son amigos de Al-láh no son dejados en la oscuridad. Cuando ellos dejan este mundo, encuentran la felicidad eterna. Ellos van a la vida eterna. A ellos se les otorgan las recompensas que ningún ojo ha visto alguna vez, u oídos escuchado, inconcebibles a la mente humana y al corazón. Saquen provecho de tales días; tomen la oportunidad que ellos representan. Luego de un tiempo tú serás tomado de esta casa de invitados en un ataúd y, al dolor de tus amigos y al deleite de tus enemigos, serás depositado a ese agujero terrible, solo allí con tus acciones.
Un compañero que había rendido culto a Al-láh en su juventud, pero que después lo había dejado, se miró un día en el espejo y vio unos cabellos grises en su cabeza y en su barba. "Señor, ¿qué he hecho yo?" él dijo. Entonces empezó a desear arrepentirse ante Al-láh, para que su Señor le perdone. Él pensaba: "¿Qué haré después de haber desperdiciado mi vida en la desobediencia a Al-láh?". Entonces oyó una Voz dirigiéndose a él: "Mi servidor, yo te amo. Tú me amas. Aunque me has dado la espalda, yo no te destruí sino que te di tu sustento. Si te arrepientes y regresas a Mí, yo te amaré de nuevo".
Al-láh es el Señor de la Soberanía, Su misericordia es abundante, Su gracia extensa y Su generosidad interminable. Él perdona a aquéllos que se arrepienten ante Él. Él perdona sus errores. En tres meses sobre todo, Su misericordia y Su generosidad son desbordantes. Todas las noches una Voz puede oírse:
“¿No hay ninguno que nos ame para que Nosotros le amemos? ¿No hay ninguno que se arrepienta para que Nosotros podamos aceptar su arrepentimiento? ¿No hay ninguno que busque el perdón para que Nosotros podamos perdonarle? ¿No hay ninguno con demande para que Nosotros podamos concederle? ¿No hay ninguno buscando el Paraíso para que Nosotros podamos dárselo? ¿No hay ninguno buscándome para que yo pueda mostrarle Mi Belleza?".

El venerado Abu Bakr dijo: "La primera noche del viernes de Rayab es la que nosotros llamamos Laylat al-Ragha"ib. En el tercer cuarto de esa noche, hacia la mañana, los ángeles del cielo y de la tierra se reúnen frente a la Ka"ba y realizan su súplica a Al-láh. El Uno Todo Glorioso les dice: “O Mis ángeles, pregunten a Mi cualquier cosa que ustedes deseen. . .”Los ángeles contestan: “Lo que nosotros preguntamos de Tu Ser más Glorioso y Exaltado es que si perdonas a la Comunidad de Muhammad que guarda ayuno en honor del mes de Rayab”.

El Señor de la Majestad dice: “Ciertamente los perdono y los alegro con el Paraíso y Mi Belleza”. Diciendo esto, Él nos sumerge, a la Comunidad de Muhammad, en Su misericordia".

Aquéllos que llevan el Trono y aquéllos que alrededor de él cantan los himnos y las alabanzas a su Señor y creen en Él y ellos piden el perdón para aquéllos que creen: “Nuestro Señor, Tú contienes todas las cosas en la misericordia y conocimiento; por consiguiente, perdona aquéllos que se arrepienten y siguen Tu camino, y se guardan contra el castigo del Infierno"(40:71).

La venerada A´isha, Madre de los Creyentes, informó lo siguiente acerca del bendito Mensajero:

"En el Día de la Resurrección todos los hombres tendrán hambre. Las únicas excepciones serán los Profetas, las familias de los Profetas, y aquéllos que ayunen los meses de Rayab, Sha"ban y Ramadán. Aquéllos que ayunen los meses de Rayab, Sha"ban y Ramadán no experimentarán ni el hambre ni la sed".

El bendito Mensajero de Al-láh también se informa que dijo: "Cuando llegue el Día de la Resurrección, un heraldo convocará: “¿Dónde están aquéllos que ayunaron en honor del mes de Rayab?"

Después de esto una luz aparecerá. Gabriel y Miquel seguirán la dirección de la luz. Aquéllos que honran el mes de Rayab y guardan el ayuno los seguirán y pasarán como un relámpago por el puente del Infierno llamado Sirat. Cuando ellos hayan hecho ese terrible cruce, ellos agradecerán a Al-láh por haberlos cruzado a través del Sirat. Cuando ellos realicen la postración oirán una Voz que les dirá: "O ustedes quienes respetaron el mes de Rayab, levanten sus cabezas de la postración. La postración era algo a realizar en él más bajo mundo. ¡Ahora entren a sus moradas en el Paraíso y saboreen a puro deleite!". Cosas así serán los favores mostrados a aquéllos que honren Rayab.

El bendito Mensajero dijo: "Si ustedes desean que sus almas sean llevadas en el momento de la muerte en consuelo y sin dolor o sedientos, que estén protegidos en ese momento del mal de Satanás y morir en fe, entonces arrepiéntanse con pesar de sus pasados errores cometidos durante el mes de Rayab y gasten la mayoría de sus días en ayunar. Recuerden muy a menudo a su Señor. Entren a salvo en el Paraíso por gracia de su Señor".

El venerado Anas dijo:
"Ocurrió que me encontré con Muadh ibn Jabal y le pregunté: “O Muadh, ¿dónde has estado? “. “He estado con el bendito Profeta”, dijo él. “¿Él dijo algo?”, Le pregunté, después de lo cual él me respondió:
“Yo escuché que si una persona dice que hay ningún otro dios sino Al-láh", y lo dice de manera genuina y sinceramente, él entrará en el Paraíso. Él dijo que si alguien ayuna durante un día en honor a Al-láh en el mes de Rayab, él también entrará en el Paraíso”. Entonces fui a la mezquita dónde me encontré al bendito Mensajero. Yo le dije:
“O, Mensajero de Al-láh, Muadh me informó que tú has dicho que si alguien dice: “que no hay ningún otro dios sino Al-láh”, y que si ayuna para complacer a Al-láh durante un día en Rayab, él entrará en el Paraíso”.
Él dijo: “Sí, Muadh te ha dijo la verdad. Yo dije eso".
Cuando Rayab llegaba, el bendito Mensajero exclamaba:"¡Oh Al-láh, bendice nuestro Rayab y Sha"ban, y tráenos a Ramadán!".
¡Oh Al-láh, bendice nuestro Rayab y Sha"ban, y tráenos a Ramadán!".
 
                                                      LAS BENDICIONES ESPECIALES DEL MES DE RAJAB
IRSHAD, De Sheikh Muzaffer Efendi (ra)
Bismillahir Rahmanir Rahim
En el Nombre de Dios Clemente Misericordioso
Ciertos días son muy especiales porque en ellos abunda la misericordia del Señor, Su gracia y sus dádivas se derraman como el océano. Les concede el perdón y la absolución a Sus siervos, y alegra a aquellos que se arrepienten ante Él, honrándolos con el Paraíso y Su Belleza. Nos concede días semejantes, noches semejantes, horas semejantes, debido a Su afectuosa misericordia.
Estos tiempos especiales incluyen la primera noche del mes de Rajab, y la noche del primer Viernes de ese mismo mes. El venerable Hasan, nieto bienamado del Profeta bendito, informó la siguiente noble Tradición: “Hay cuatro noches en al año en las cuales la misericordia, el perdón, la generosidad, las dádivas y la gracia de Allah caen como lluvia sobre el mundo. Benditos son aquellos que conocen o llegarán a conocer el valor de esas noches, a saber: 1) La primera noche del noble mes de Rajab; 2) La noche llamada Bara’a (Absolución), la quinceava noche del noble mes de Sha’ban; 3) La noche de la fiesta de Ramadán; 4) La noche de la fiesta del Sacrificio”.
Dado que el Islam sigue un calendario lunar, el comienzo de cada día se calcula a partir de la puesta del sol. Por lo tanto la quinceava noche del noble mes de Sha’ban es la noche del catorce al quince. La noche del festival que marca el final del mes de ayuno, es la noche entre el último día del noble mes de Ramadán y el primer día del festival. La primera noche de la fiesta del Sacrificio es la noche entre la víspera de ese festival y su primer día. La noche del Viernes es la noche entre el Jueves y el Viernes.
Aquellos que aprecian el valor de tales noches, no pasan esos momentos benditos en la desobediencia sino en la adoración y la obediencia, la caridad y las buenas obras, la oración y la súplica. En tales noches se ganan el buen placer de su Señor.
También se informa que el Mensajero bendito dijo: “Si alguien mantiene la vigilia durante la primera noche del mes de Rajab en adoración y obediencia, cuando otros corazones mueran el suyo no morirá. El Todo Glorioso sumerge a ese siervo en Su misericordia y lo deja tan limpio de pecado como el día en que su madre lo dio a luz. A través de la misericordia de esa noche, recibe el permiso para interceder por setenta personas que de otro modo estarían condenadas al Infierno”.
Qué gracia y generosidad vemos aquí. . . No sólo se lo perdona a él, recibe también la autoridad para interceder por otras setenta personas. Qué gracia, qué generosidad, qué noche bendita es esta. Qué podemos decirles a aquellos que no pueden apreciar el valor de esta noche, que desobedecen a Allah y siguen otras costumbres, que no aprecian esta preciosa vida suya sino que la arrojan a los vientos.
Si un hombre fuera a arrojar su oro y sus diamantes al mar, destruir la casa en la que vive y prenderle fuego a sus propiedades, nos apiadaríamos de él y diríamos: “El pobre hombre debe haber perdido la razón”. Y tendríamos razón en sentir pena por él. Por lo menos tendría la posibilidad de trabajar y ganar para poder recuperar esos bienes. Pero ni el dinero ni el trabajo pueden traer de vuelta la vida que se ha ido. ¿Les es posible a aquellos que desperdician su vida, pasándolas incluso en el pecado, regresar a la vida cuando la muerte ha llegado? Por supuesto que no. Eso significa que nuestra preciosa vida es más valiosa que el oro, las esmeraldas o cualquier otra cosa.
Se informa que el Mensajero bendito dijo: “Mi comunidad, asegúrense de aprovechar el Mes de Allah (es decir, el mes de Rajab). El mes de Rajab es ciertamente el Mes de Allah. Si alguien que espera la recompensa de Allah ayuna un día en ese mes, el Paraíso será suyo por derecho. Irá sin duda alguna al Paraíso. Si mantiene el ayuno durante dos días, alcanzará una posición a la vista de Allah tal como nadie en el cielo o la tierra podrían describirla. Si ayuna durante tres días se torna inmune a los sufrimientos de este mundo y a los tormentos del Más Allá, a la locura, la elefantiasis y la lepra, y a las maldades de otras personas. Para cualquiera que ayune siete días durante el mes de Rajab, se cerrarán las siete Puertas de Infierno. Si ayuna ocho días para ganar el placer de Allah, las ocho Puertas del Paraíso se abrirán para él. Si ayuna diez días, Allah le concederá cualquier cosa que desee. Si ayuna quince días, no sólo se perdonan sus pecados anteriores, sino que se transforman en buenas acciones. Si alguien ayuna más de quince días, Allah acrecentará su recompensa de una manera correspondiente”.
Según otra noble Tradición, registrada en un libro llamado Rawdatu-l ‘Ulama, ayunar el primer día del noble mes de Rajab para complacer a Allah, es la expiación de tres años de pecados pasados, ayunar el segundo día es la expiación de dos años de pecados pasados, ayunar el tercer día expía un año de pecados pasados, mientras que ayunar el cuarto día y cada uno de los días subsiguientes proporciona la expiación de un mes de pecados previos. Sólo se perdonan, sin embargo, los pecados que son cuestiones entre el hombre y Allah; los derechos de otras personas no se ven afectados. El cumplimiento de los derechos humanos es una obligación absoluta, es decir que es nuestra obligación moral ineludible satisfacer a cualquiera a quien le debemos un derecho.
Nuestro noble Maestro dijo que en la noche de su Ascensión vio un río en el Paraíso cuyas aguas eran más dulces que la miel, más frescas que la nieve y de un aroma más dulce que el almizcle. Le preguntó a Gabriel, la paz sea con él: “¿Quién bebe de ese río?” El bendito Gabriel respondió: “El nombre de este río es Rajab, si algún miembro de tu Comunidad ayuna durante el mes de Rajab y pronuncia bendiciones sobre ti, el Señor Exaltado le concederá beber de ese río”.
Aquellos que querrían beber de ese río deben ayunar en Rajab, “el Mes de Allah”, y bendecir al Mensajero del Todopoderoso, el Intercesor del Día del Juicio.
En su ortografía Arabe, la palabra ‘Rajab’ consiste en sólo tres consonantes, ‘R’. ‘J’, y ‘B’. La letra ‘R’ es la inicial de Rahma, la Misericordia de Dios;’J’ simboliza jurm, que significa crimen, mientras que la letra ‘B’ es la primera de la palabra bari, que significa inocente. El Todo Glorioso dice: “Siervo mío, eres culpable de crimen y pecado. Por Mi misericordia te he absuelto de ellos y te vuelto inocente. Te he concedido este mes en bien de tu desobediencia y pecado”. Los eruditos estudiosos han declarado que esas letras tienen ese valor simbólico. Cuando el mes de Rajab finaliza, entra en la Presencia Divina y el Todo Glorioso y Exaltado le dice: “¡Oh Mi Mes! Me pregunto si te amaron. ¿Mis siervos te trataron con respeto?” El mes de Rajab no dirá nada en respuesta, aun cuando el Señor le hará la misma pregunta una y otra vez, hasta que Rajab diga finalmente: “¡Oh Señor, Tú eres El Velador de Faltas! Tú les has ordenado a Tus siervos que oculten las faltas de los demás. Tu Mensajero me llamó el ‘Mes Sordo’. Oí lo que tus siervos hacían en obediencia, pero fui sordo a su desobediencia y pecado”. Esto explica por qué se conoce al mes de Rajab como el ‘Mes Sordo’.
El Todo Glorioso dice: “Tú eres Mi mes, no oyes ningún pecado. Como aceptas a Mis siervos junto con sus pecados y desobediencia, he hecho lo mismo y los he perdonado por ti. A condición de que muestren remordimiento una vez, les perdonaré cualquier pecado y desobediencia que cometan durante ti”.
Otra de las razones de por qué se llama ‘Mes Sordo’ a Rajab es esta: Dos ángeles registradores están siempre a nuestro lado escribiendo las cosas buenas y malas que hacemos, pero es una particularidad de Rajab que durante ese mes registran solamente nuestras acciones meritorias y no las malas. Dado que en este mes de Rajab las malas acciones de aquellos que exhiben penitencia y remordimiento se mantienen fuera de la vista y oído de los ángeles, no las pueden registrar.
Nuestro noble Maestro dice: “Ciertamente Rajab es el Mes de Allah. El mes de Sha’ban es mi mes y Ramadán es el mes de mi Comunidad”.
Según el Imán al-Suyuti en su libro llamado al-Jami al-Saghir, el venerable Abu Hurayra dijo: “Además del Ramadán mismo, el Mensajero bendito ayunaba con mucha frecuencia en los meses de Rajab y Sha’ban”.
El significado literal de Rajab es: “Reverenciar, considerar como grande”. Los custodios de la Kaaba la mantienen abierta desde el primero de Rajab hasta el último, por reverencia y respeto a este mes. En otros meses, mantienen la Kaaba cerrada excepto los Lunes y Jueves. Dicen: “Este mes es el Mes de Dios y esta casa es la Casa de Dios. Dado que el hombre es el siervo de Dios, ¿cómo podemos dejarlo afuera de la Casa de Dios durante el Mes de Dios?”
El venerable Abu Bakr dijo: “El primer Viernes por la noche de Rajab es lo que llamamos Laylat al-Ragha’ib[i]. En el tercer cuarto de esa noche, hacia la mañana, los ángeles del cielo y de la tierra se reúnen en la Kaaba y le suplican a Allah. El Todo Glorioso les dice: ‘¡Oh ángeles Míos, pedidme lo que queráis. . .’ Los ángeles responderán: ‘Lo que pedimos de Tu Más Gloriosa y Exaltada Esencia es que perdones a la Comunidad de Muhammad que mantiene el ayuno en honor al mes de Rajab’.
“El Señor de la Majestad dice: ‘Ciertamente los perdono y los alegro con el Paraíso y Mi Belleza’. Diciendo así, nos sumerge, a nosotros la Comunidad de Muhammad, en Su Misericordia”.
La venerable A’isha, Madre de los Creyentes, informó lo siguiente del Mensajero bendito: “El Día de la Resurrección todos los hombres estarán hambrientos. Las únicas excepciones serán los Profetas, las familias de los Profetas, y aquellos que ayunan en los meses de Rajab, Sha’ban y Ramadán. Aquellos que ayunen en los meses de Rajab, Sha’ban y Ramadán no experimentarán ni hambre ni sed”.
También se informa que el Mensajero bendito de Allah dijo: “Cuando llegue el Día de la Resurrección, un heraldo llamará en voz alta: “¿Dónde están aquellos que ayunan en honor al mes de Rajab?”
Después de eso aparecerá una luz. Gabriel y Miguel seguirán la dirección de esa luz. Aquellos que honran el mes de Rajab y mantienen el ayuno los seguirán y cruzarán como el relámpago el puente del Infierno llamado Sirat. Una vez que hayan hecho ese cruce horroroso a salvo, agradecerán a Allah por haberlos hecho atravesar Sirat velozmente. Mientras hacen una postración, oirán una Voz que les dice: “Oh vosotros que respetáis el mes de Rajab, elevad las cabezas de la postración. La postración era lo que había que hacer en el mundo inferior. ¡Entrad ahora a vuestras moradas en el Paraíso y el sabor del puro deleite!” Tal será el favor que se mostrará a los que respetan a Rajab.
El Mensajero bendito dijo: “Si desean que en el momento de la muerte se lleven sus almas fácilmente y sin dolor o sed, estar seguros en ese momento de la maldad de Satán y morir con fe, entonces arrepiéntanse y lamenten sus pecados pasados durante el mes de Rajab y pasen la mayoría de sus días ayunando. Recuerden a su Señor con mucha frecuencia. Entren a salvo al Paraíso por permiso de vuestro Señor”.
El venerable Anas dijo: “Me encontré casualmente con Mu’adh ibn Jabal y le pregunté: ‘¿Oh Mu’adh, dónde has estado?’ — ‘Estuve con el Profeta bendito’ dijo él. ‘¿Dijo algo?’ pregunté; y entonces él me dijo: ‘Oí que si una persona dice “No hay dios más que Allah”, y lo dice genuina y sinceramente, entrará al Paraíso. Dijo que si alguien ayuna durante un día para complacer a Allah en el mes de Rajab, entrará de igual modo al Paraíso’. Luego me fui a la mezquita, en donde encontré al Mensajero bendito. Le dije: ‘Oh Mensajero de Allah, Mu’adh me informa que tú le has dicho que si uno dice “No hay dios más que Allah”, y si ayuna para complacer a Allah durante uno de los días de Rajab, entrará al Paraíso’. El dijo: ‘Sí, Mu’adh dijo la verdad. Yo dije eso’ ”.
Cuando llegaba Rajab, el Mensajero bendito solía orar: “¡Allah, bendice nuestro Rajab y Sha’ban y llévanos al Ramadán!”


[i] “La Noche de los Deseos Concedidos”. Fue en esta noche que el Profeta bendito fue concebido.
 
 
ACERCA DE LAS EXCELENTES CUALIDADES DEL MES DE RAJAB
Hz. Abdul Qadir al Jilani (ks)

Bismillahir Rahmanir Rahim
En el Nombre de Dios Clemente Misericordioso

A partir del Magrib del dia Viernes 10 de Mayo de 2013, comienza el Sagrado Mes
de Rajab el Mes de Allah dentro del cual tenemos dos Benditas Noches: Laylatul
Raghaib´ (al Magrib del Jueves 16 de Mayo) y Laylatul Miraj (al Magrib del
Miercoles 5 de Junio), a lo que compartimos este material acerca del mismo,
pidiendole a Allah nos bendiga, nos perdone y nos permita estar en Su Presencia,
Amin.

Dice el Sheikh Hadrat Abdul Qadir al-Jilani (ks):

Las tradicionales oraciones de súplica son particularmente apropiadas en la
primera noche de Rajab. Cuando el adorador ha realizado debidamente su oración
ritual, recomiendan que él ofrezca la siguiente oración de súplica en la
primera noche de Rajab:

"OH Allah, esta noche TU pones a los aspirantes en práctica, a Ti los
aspirantes anhelan, y por Tu Gracia y beneficencia los buscadores permanecen en
esperanza. Tienes favores especiales para dar esta noche, recompensas, dádivas
y regalos. ¡Los Darás a quienquiera que Escojas de entre Sus sirvientes, y Los
retendrás de aquellos que no están listos a recibir Tu cuidado providencial!
¡Bien, aquí estoy, Tu sirviente que está penosamente en necesidad de Ti,
esperando por Tu generosidad y beneficencia! ¡Si Te agrada, HO mi Maestro, el
dar Tu gracia esta noche sobre una de Tus criaturas, si Eres tan generoso de
concederle una recompensa fuera de Tu bondad, entonces bendiga a Muhammad (saws)
y a su familia, y permíteme disfrutar de Tu superabundancia y beneficencia, HO
Señor de Todos los Mundos!"

Ali ibn Abi Talib (ra) se consagraba y rendía culto especial a cuatro noches
del año: La primera noche de Rajab; la noche de la Fiesta del Fin del Mes de
Ayuno; la noche de la Fiesta del Sacrificio; y la noche del 15 de Shaban. Esta
es la oración de súplica, el du'a' que él ofrecía durante esas noches:

"¡OH Allah, bendice a Muhammad y a su familia, esas luces de sabiduría,
maestros de la gracia y minas de virtud! Permíteles ser mi protección contra
todo mal. No me tomes por sorpresa o inconsciente. No provoques que el resultado
del trabajo de mi vida sea nada más que desilusión y pesar. Por favor Quieras
verme con Tu favor, ya que Tu perdón se concede a los malhechores y yo soy uno
de los malhechores. OH Allah, perdóname por aquello que sólo puede Hacerte
daño, y concédeme aquello que sólo puede Traerte beneficio. Tu eres el Uno
cuya Misericordia Todo lo abarca, el Uno cuya Sabiduría es incomparable,
concédeme las bendiciones de consuelo y calma, seguridad y buena salud,
agradecimiento, bienestar, y devoción al deber. Inspira la paciencia y la
honestidad en mí y en tus santos amigos. Permite que la facilidad sea Tu regalo
para mí, y no permitas que venga junto con la dificultad. Extiende estas mismas
bendiciones a mi esposa y niños, a mis hermanos en Ti, y a todos los hombres y
mujeres musulmanes, aquellos hombres y mujeres creyentes, quienes me han ayudado
a que me vuelva el hombre que hoy soy".

Algunos tradicionales reportes acerca de las especiales bendiciones dadas por
Allah sobre aquellos que realizan la oración ritual durante el mes de Rajab:
Fue después de que la nueva luna había aparecido para marcar el principio de
Rajab, que el Sheikh Imán Hibatu’llah ibn al-Mubarak as-Saqati (ra) nos
informó de una tradición, que el Profeta (saws) se volvió hacia Salman
al-Farsi (qs) y le dijo:

“OH Salman, ciertamente Allah borrará todos los pecados del registro de
cualquier creyente hombre y mujer, que realice treinta ciclos de oración ritual
en el transcurso de este mes, recitando por cada ciclo la Sura de Apertura del
Libro, al Fatihah y el Sura que empieza con: “Di: Él es Allah, Uno" (112)
tres veces, y el Sura que empieza con: “Di: O incrédulos" (109) tres veces. A
ese hombre o mujer se le concederá la misma recompensa a la de una persona que
haya ayunado el mes entero. A él o ella se los tratará como a uno de aquellos
que continúan realizando la oración ritual durante todo el siguiente, y se le
acreditará todos los días una acción tan noble como si fuera uno de los
mártires de la batalla de Badr.

Por cada día de ayuno en Rajab, el culto de un año entero será registrado
para el creyente en cuestión, cuyo crédito será incrementado mil veces. Si el
creyente guarda el ayuno a lo largo de todo este mes, así como también el
realizar esta oración particular, es decir, los treinta ciclos de oración
anteriormente mencionados, Allah librará a ese hombre o mujer del Fuego del
Infierno y declarará que él o ella están facultados para entrar en el Jardín
del Paraíso, a morar en la vecindad de Allah. Gabriel (as) me informó de esto,
y entonces él continuó:"HO Muhammad, esta es una clara señal que marca la
diferencia entre los verdaderos creyentes, en una mano, y los politeístas e
hipócritas en la otra, porque los hipócritas no realizan esa oración ritual."
Habiendo oído estas palabras dirigidas a él por el Profeta (saws), Salman (ra)
respondió diciendo: “OH Mensajero de Allah, dime exactamente cómo debo
realizar esta oración en particular, y cuando debo realizarla". "OH Salmanâ€,
dijo el Mensajero de Allah (saws): "en el primer día del mes debes realizar
diez ciclos de oración. En cada ciclo debes recitar la Sura Fatihah sólo una
vez, luego el Sura que empieza con: “Di: Él es Allah, Uno" tres veces, y
luego el Sura que empieza con: “Di: O incrédulos" tres veces. Cuando hayas
pronunciado el último saludo, debes levantar tus manos y decir:

“No hay ningún dios excepto Allah, Solamente. No tiene Ningún compañero. A
Él le pertenece el reino y la alabanza. Él trae a la vida y provoca la muerte,
mientras Él es por Siempre Viviente y nunca muere. Toda la bondad está en Su
Mano, y Él es Poderoso por encima de todas las cosas. HO Allah, nadie puede
detener lo que Has concedido, y nadie puede dar lo que Has retenido, ni tampoco
obtendrá la fortuna mundana el poseedor de tal, si él no obtiene la fortuna
que viene de Ti en el Más Allá.†"Entonces debes frotar tu cara con tus
manos, ya que habrás completado el primer grupo de diez ciclos".

"En la mitad del mes debes realizar otros diez ciclos de la oración. Por cada
ciclo debes recitar la Sura de Apertura del Libro, Fatihah una sola vez, luego
el Sura que empieza: “Di: Él es Allah, Uno" tres veces, y a continuación el
Sura que empieza con: “Di: O incrédulos" tres veces. Cuando hayas pronunciado
el último saludo, debes levantar tus manos como los hiciste anteriormente, pero
ahora debes decir:

“No hay ningún dios excepto Allah, Único. No tiene ningún compañero. A Él
le pertenece el reino y a Él toda alabanza. Él trae a la vida y provoca la
muerte, mientras que Él Vive por Siempre. Toda bondad está en Su Mano, y Él
es Poderoso por encima de todas las cosas. Qadir. Yo le rindo culto a Él como
Dios Único, Uno, Eterno, Solo, Incomparable. Él no toma hacia Él ni hembra ni
hijo.â€

"Entonces debes frotarte la cara con tus manos, ya que habrás completado el
segundo grupo de diez ciclos.â€

"Al final del mes debes realizar el tercer y último grupo de diez ciclos de
oración, y en cada ciclo debe recitar la Sura de Apertura, Fatihah, una sola
vez, luego el Sura que empieza: “Di: Él es Allah, Uno" tres veces, y luego el
Sura que empieza: “Di: O incrédulos" tres veces. Cuando hayas pronunciado el
último saludo, debes levantar tus manos como antes, pero esta vez debe decir:
“No hay ningún dios excepto Allah, Único. No tiene ningún compañero. A Él
el reino Le pertenece y a Él toda alabanza Le pertenece. Él trae a la vida y
causa la muerte, mientras que Él vivirá por Siempre. Toda la bondad está en
Su Mano, y Él es Poderoso por encima de todas las cosas. Quiera Allah bendecir
a nuestro Maestro Muhammad y los puros miembros de su familia. No hay otro poder
ni fuerza excepto con Allah, el más Alto, el Omnipotenteâ€.

"Luego debes pedir cualquier cosa que necesites, después de lo cual ciertamente
Él dará una contestación positiva a su oración de súplica. Allah
interpondrá setenta surcos entre tú y el Infierno, y cada uno de esos surcos
será tan ancho como la distancia que separa esta tierra del cielo. Por cada
ciclo de oración que hayas realizado, Él te acreditará un millón de ciclos.
También Inscribirá en tu registro una exención del Fuego del Infierno y un
permiso para cruzar el Puente Estrecho, llamado Sirat".

Se reporta que Salman (ra) dijo: "En cuanto el Profeta (saws) hubo terminado de
hablar, yo me hundí en tierra en humilde postración, llorando y buscando
expresar mi gratitud a Allah por lo que simplemente había sido privilegiado de
oír".

Muchos reportes tradicionales resaltan con gran énfasis el mérito especial de
ayunar en el primer jueves de Rajab, y de realizar la oración ritual durante la
primera noche del viernes de ese mes.

El siguiente reporte ha llegado a nosotros a través del Sheikh Imán
Abu'l-Barakat Hibatu ibn al-Mubarak as-Saqati (ra), quien cita una fuerte
tradición en apoyo de su autenticidad: El Mensajero de Allah (saws) una vez
dijo: Rajab es el mes de Allah, Shaban es mi mes, y Ramadán es el mes de mi
Comunidad. Alguien le preguntó entonces: “HO Mensajero de Allah", ¿qué
quieres decir exactamente, cuándo dices que Rajab es el mes de Allah?" Entonces
lo explicó (saws): "Lo llamo el mes de Allah porque está específicamente
asociado con el perdón, porque se detiene todo derramamiento de sangre, porque
en él Allah rescata a Sus Profetas, porque en él, Él rescata a Sus santos de
las manos de sus enemigos, y porque cualquiera que ayuna durante este mes queda
señalado para recibir tres cosas de Allah. La primera y segunda de éstas es el
perdón por todos los pecados que él ha cometido previamente, y la virtud
impenetrable para el resto de su vida. En cuanto a la tercera, no sufrirá la
sed en el Día de la más Grande Revisión".

En ese momento un viejo y débil hombre se puso de pie y dijo: “HO Mensajero
de Allah", soy físicamente incapaz de ayunar durante todo el mes", entonces el
Mensajero de Allah (saws) le respondió: "Ayuna durante el primer día del mes,
durante el día que entra en el medio de él, y también durante el último día
del mes, ya que entonces recibirás la misma recompensa de alguien que ha
ayunado el mes entero,desde que una buena acción es igual a diez en valor del
mismo tipoâ€.

"Es muy importante, sin embargo, que ninguno de ustedes descuide el Primer
Viernes de Rajab, ya que esa es la noche que los ángeles llaman la Noche de
Conceder los Deseos. Esto es porque, cuando el primer tercio de la noche ha
pasado, no habrá ni un sólo ángel en los cielos, ni en cualquier región de
la tierra. Ellos estarán todos reunidos en la Kaa'ba y en el área que la rodea
inmediatamente. Allah se dignará a notar que ellos se han congregado allí, y
Él dirá: "¡Mis ángeles, Pídanme cualquier cosa que deseen"! Su
contestación a esto será: "Nuestro Señor, los que deseamos es que Concedas el
perdón a aquellos que fielmente guardan el ayuno en Rajab", después de lo cual
Allah les dirá: “¡Ya lo He hecho!â€

Entonces el Mensajero de Allah (saws) dijo: "Nadie se quedará sin recompensa si
ayuna durante los días jueves, el primer jueves de Rajab, y si él realiza los
doce ciclos extras de oración durante el período entre el magrib y el ishaa',
es decir, durante el primer segmento de la noche del viernes. Por cada ciclo él
debe recitar la Sura de Apertura del Libro, Fatihah una sola vez, luego la Sura
Qadr (97) que empiezan: “Es cierto que lo hicimos descender la Noche de Poder"
tres veces, y luego la Sura Ikhlas (112) que empieza: “Di: Él es Allah, Uno"
doce veces. Los doce ciclos deben ser divididos en juegos de dos, con un saludo
para marcar la conclusión de cada par". Cuando se haya completado su oración,
se debe invocar bendiciones sobre mí, setenta veces,: “HO Allah, las
bendiciones sean con Muhammad, el Santo Profeta, y con su familia y
compañerosâ€. Luego deben arquearse entonces en postración, repitiendo
setenta veces: “¡Todo Glorioso, Todo Sagrado, Señor de los Ángeles y del
Espíritu!†Entonces se debe levantar la cabeza y repetir setenta veces: “Mi
Señor, perdona y ten la misericordia del perdón de aquello que Tu conoce bien,
Tu eres el Poderoso, el Supremo.†Y luego deben arquearse por segunda vez y
repetir las palabras proferidas durante la primera postración. Finalmente,
mientras todavía se está en la postura de postración, deben pedirle a Allah
que les conceda su pedido, por lo que ese pedido ciertamente se cumplirá.â€

El Mensajero de Allah (saws) también dijo: "Por Él en cuya Mano está mi alma,
yo les aseguro que cualquiera de Sus sirvientes, tanto criado o criada, que
alguna vez realicen esta oración particular, Allah les perdonará todos los
pecados que ese individuo haya cometido alguna vez, aun cuando estos sean como
las manchas de espuma en el océano, tan numerosos como todo los granos de
arena, tan fuertes como las montañas, y tantos como las gotas de lluvia y las
hojas de todos los árboles. En el Día de la Resurrección se le permitirá
interceder en nombre de setecientos miembros de su familia".

En la primera noche que el sirviente adorador pasa en su tumba, la recompensa
por esta oración vendrá a visitarlo en la forma de un ser humano, con una
cara alegre y una lengua elocuente. "¡HO mi estimado amigo", le dirá,
"regocíjate con las buenas noticias, porque estoy aquí para decirte que has
sido librado de cualquier severa aflicción!â€. Esto incitará al sirviente a
exclamar: “¿Quién eres? Por Allah, prometo que nunca he visto a un hombre
con una cara tan buena parecida a la suya. Nunca he oído hablar de una forma
más encantadora que su manera de hablar, y nunca he olido una fragancia más
deleitable que su perfume". Entonces le dirá: "HO mi estimado amigo, soy la
recompensa por esa oración, la que has realizado una noche tal, de un mes tal,
de un año tal. He venido aquí esta noche para cumplir tu pedido, acompañarte
en tu estado solitario, y desterrar la soledad. Después, cuando la trompeta
aparezca, te proporcionaré la sombra para proteger tu cabeza del calor
abrasador en los Campos de la Resurrección. Para que te regocijes con las
buenas noticias, tú nunca serás privado de las bendiciones que vienen de tu
Señor."

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