Líbano: Dos muertos en combates vinculados con la guerra civil siria
Al
menos dos personas murieron en combates entre partidarios y detractores
del régimen sirio en la ciudad norteña libanesa de Trípoli, que sufre
una escalada de la violencia desde hace siete días.
Los enfrentamientos, con armas ligeras y semipesadas, se concentraron en los barrios de Bab el Tebaneh, de mayoría suní, y Yabal Mohsen, de predominio alauí, confesión del presidente sirio, Bashar al Assad.
La violencia, que se intensificó como es habitual al caer la noche, también se extendió a otros distritos de Trípoli como Al Rifa, Bakar, Malula, Chaarani y Al Mankubin.
Tras estos choques, la tensión se mantiene elevada en la ciudad, la segunda del Líbano, con enfrentamientos esporádicos entre los dos bandos y disparos de francotiradores.
El Ejército libanés, que comenzó a aplicar un nuevo plan de seguridad en Trípoli, no ha podido completarlo tras el rechazo de los combatientes de Bab el Tebaneh, que exigen antes la detención de Rifaat Eid, jefe del Partido Árabe Democrático (alauí).
Los combates
estallaron el domingo pasado en Trípoli
coincidiendo con la ofensiva lanzada por el ejército sirio, apoyado por
combatientes del grupo chií libanés Hezbollah, contra el bastión rebelde
de Al Quseir, fronterizo con el Líbano.
Esta semana de violencia ha provocado el cierre de la mayoría de los
negocios e instituciones públicas de la urbe, así como de los colegios y
universidades.
La Yamaa Islamiya, rama libanesa de los Hermanos Musulmanes, convocó una manifestación en apoyo a los rebeldes sirios y contra la implicación de Hezbollah en el conflicto del país vecino, en la que quemaron banderas de este grupo y de Rusia e Irán, los aliados del régimen de Al Asad.
El primer ministro saliente Nayib Mikati, juntos a otros exjefes de Gobierno y el designado Tamam Salam, pidió a las fuerzas de seguridad "actuar con puño de hierro" en Trípoli e insistió en la necesidad de mantener una política de disociación respecto a la guerra en Siria.
Debido a la continuación de la violencia en Trípoli, no hay cifras exactas de víctimas desde el domingo pasado, pero según los medios de comunicación locales el número de muertos superaría los veinte. EFE
Los enfrentamientos, con armas ligeras y semipesadas, se concentraron en los barrios de Bab el Tebaneh, de mayoría suní, y Yabal Mohsen, de predominio alauí, confesión del presidente sirio, Bashar al Assad.
La violencia, que se intensificó como es habitual al caer la noche, también se extendió a otros distritos de Trípoli como Al Rifa, Bakar, Malula, Chaarani y Al Mankubin.
Tras estos choques, la tensión se mantiene elevada en la ciudad, la segunda del Líbano, con enfrentamientos esporádicos entre los dos bandos y disparos de francotiradores.
El Ejército libanés, que comenzó a aplicar un nuevo plan de seguridad en Trípoli, no ha podido completarlo tras el rechazo de los combatientes de Bab el Tebaneh, que exigen antes la detención de Rifaat Eid, jefe del Partido Árabe Democrático (alauí).
Los combates
La Yamaa Islamiya, rama libanesa de los Hermanos Musulmanes, convocó una manifestación en apoyo a los rebeldes sirios y contra la implicación de Hezbollah en el conflicto del país vecino, en la que quemaron banderas de este grupo y de Rusia e Irán, los aliados del régimen de Al Asad.
El primer ministro saliente Nayib Mikati, juntos a otros exjefes de Gobierno y el designado Tamam Salam, pidió a las fuerzas de seguridad "actuar con puño de hierro" en Trípoli e insistió en la necesidad de mantener una política de disociación respecto a la guerra en Siria.
Debido a la continuación de la violencia en Trípoli, no hay cifras exactas de víctimas desde el domingo pasado, pero según los medios de comunicación locales el número de muertos superaría los veinte. EFE
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