EE.UU., listo para atacar Siria con un "bombardeo relámpago"
El
secretario de Defensa norteamericano, Chuck Hagel, dijo que las fuerzas
armadas están preparadas para actuar cuando lo indique Obama; Damasco
dijo que se defenderá "con todos los medios"
WASHINGTON.- La intervención militar en Siria parece inminente. El secretario de Defensa norteamericano, Chuck Hagel, d espejó las dudas sobre el momento al afirmar ayer que las fuerzas armadas "están listas para actuar" apenas reciban una orden del presidente Barack Obama.
Todo apunta a que mañana Obama daría la orden de salida
a una "incursión relámpago" de los Estados Unidos y sus aliados sobre
Siria, luego de condenar al régimen de Damasco por el "innegable e imperdonable" uso de armas químicas contra su población, en el ataque del miércoles pasado sobre un suburbio en el este de Damasco.Las filtraciones sobre cómo sería la intervención militar se multiplican a cada hora. Se habla de dos o tres días de bombardeo "quirúrgico", destinado a "limitar" su uso de armas químicas y amparados en la "necesidad de proteger a su población civil" ante la "obscenidad" de sus autoridades.
"Sería un ataque muy acotado, tanto en la intensidad como en la duración", decían anoche fuentes oficiales citadas por un abanico de medios, desde The Washington Post hasta las grandes cadenas de televisión. Los gobiernos de Francia y de Gran Bretaña se mostraron afines.
"No hay decisión aún tomada", dijo el vocero presidencial Jay Carney, cuando el cúmulo de versiones era ya imparable. El frenesí empezó horas antes de las declaraciones que hizo Hagel a la BBC.
Los temores de la Casa Blanca no son pocos. Damasco advirtió ayer nuevamente que se "defenderá por todos los medios" y el gobierno iraní saltó en defensa de su aliado. Teherán dijo que una acción militar significará "amenazar la estabilidad de toda la región", con lo que creció el miedo a represalias contra Israel o de ramificaciones sobre la seguridad en el Líbano.
"Espero que no se metan en otro pantano, como Irak y Afganistán", desafió el ministro de Defensa iraní, Hossein Dehgan. El militar aseguró que si Washington y sus aliados atacan territorio sirio, cometerán "un grave error".
De concretarse, como todo lo indica, la ofensiva será una fractura también en el ya deteriorado vínculo entre Washington y Moscú y Pekín, cuyos gobiernos condenan una acción de ese tipo.
Todo parece, sin embargo, en marcha. "Esto podría empezar el jueves", arriesgó la cadena NBC, en coincidencia con medios europeos.
Al caer la tarde, el vicepresidente Joe Biden se sumó al confirmar la certeza de que fue el gobierno sirio, y no los rebeldes, el que usó gas sarín contra la población. "No hay duda de quién es responsable de este odioso uso de armas químicas: el régimen sirio", sostuvo.
Nadie parecía esperar lo que decida la Organización de Naciones Unidas (ONU) ni su Consejo de Seguridad. Tampoco había mayor expectativa por su demorada misión técnica para determinar el uso de armas químicas.
Con la intensidad informativa crecieron las advertencias. "Cuidado con lo que hacemos, que si nos equivocamos estaremos ayudando al enemigo", advirtió el ex candidato presidencial republicano John McCain. "Si el plan militar no es el adecuado, estaremos ayudando a quien no queremos", añadió.
Otros expertos militares intentaban develar qué es eso de "ataque circunscripto en el tiempo y en el espacio". Medios militares apuntan a una ofensiva aérea que "no estará destinada a derrocar" al gobierno de Bashar al-Assad ni tampoco a "provocarle daño alguno".
Tampoco se habla de una fuerza capaz de poner coto o siquiera torcer el rumbo del conflicto interno que desde hace dos años desangra a ese país. "Lo que quiere el presidente Obama es dejar claro que las armas químicas no son tolerables", dijo Carney.
"Un ataque a Siria debería tener como objetivo reducir la capacidad de utilización" de armas químicas por parte de su gobierno, dijo el primer ministro británico, David Cameron. "Nadie está planeado derrocar a nadie", sostuvo.
"Hay una responsabilidad que llama a proteger a la población civil", argumentó, en tanto, el presidente francés, François Hollande, al insistir en la "legitimidad" de una intervención que, de concretarse, ocurrirá, a todas luces, sin el aval del Consejo de Seguridad.
Desde el Pentágono se deslizó que las opciones "a disposición" incluyen ataques con misiles desde los destructores apostados en la región, entre ellos, los portaaviones Truman y el Nimitz. Nadie habla de tropas en tierra. Sí de una operación "de dos o tres días".
"El Pentágono desea una operación rápida, de modo de evitar quedar atrapado en el conflicto interno del país", dijeron voceros militares.
El dato confirma la impresión de que Washington no tiene confianza en líderes de lo que se llama "grupos rebeldes" al gobierno de Al-Assad..
Del editor: cómo sigue.
Es probable que la ofensiva no sea ni tan corta ni "tan limpia" como EE.UU. busca. Siria, y tal vez Irán, intentarán que no lo sea.
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