El presidente y el ministro de
Defensa de Suiza, Ueli Maurer, manifestó que su país se opone a una
eventual intervención militar en Siria, así como el presidente de
Austria, Heinz Fischer que exigió esperar hasta que se aclare la autoría
de uso de armas químicas en ese país árabe.
El líder suizo
advirtió que la situación en Siria y en todo el Oriente Medio “es muy
explosiva, como un polvorín. Cada cerilla encendida podría tener
consecuencias fatales”, por lo que destacó la necesidad de resolver el
conflicto por vía diplomática y no militar.
El mandatario
austríaco, por su parte, consideró lógico esperar el informe de los
expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), encargados de
investigar el supuesto ataque químico, pues a su juicio, hay una enorme y
decisiva diferencia entre si fue el Gobierno sirio o los terroristas
quienes usaron armas químicas.
Casi la mitad de los países miembros de
de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se negaron a participar en la agresión militar contra Siria.
De
hecho, Reino Unido, uno de los aliados principales de Estados Unidos se
vio obligado a no acompañar a Washington en su eventual ataque por la
negativa de su Parlamento.
El expresidente de Francia, Giscard
d’Estaing (1974-1981), también mostró su oposición a una ofensiva
militar contra la nación siria sin permiso de la Organización de las
Naciones Unidas (ONU).
El líder francés afirmó que toda
intervención militar extranjera contra el país árabe debe hacerse desde
el marco de la ONU y que se debe respetar al Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas (CSNU).
Los expertos en armas químicas de
Naciones Unidas abandonaron el sábado por la mañana Siria, después de
concluir sus investigaciones sobre el supuesto uso de gas venenoso en
este país árabe.
Según la ONU, aún no se sabe
cuándo se podrá publicar el informe con las conclusiones de las
investigaciones y el análisis de las muestras tomadas en el terreno se
podría necesitar dos semanas.
Mientras, la comunidad
internacional en pleno, a excepción de Estados Unidos y sus aliados
militares y económicos más cercanos, rechazan la actitud belicista e
injerencista de los países que pretenden ejecutar un ataque militar
contra el pueblo sirio.
Acusan al Gobierno de Bashar al-Assad por
presuntamente usar armas químicas contra civiles, acusación que carece
de pruebas y de un argumento veraz.
El secretario general de la
Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, el Parlamento
Europeo, Rusia , China, Irán, Líbano, los países de la Alianza
Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y otras naciones
de África y América Latina han cuestionado las amenazas lanzadas por
Washington y Londres sobre Damasco.
Suiza, Austria y
Francia se suman a una buena parte de la comunidad internacional que rechaza la injerencia militar en Siria.
Sin
embargo, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, declaró el
sábado que está preparado para lanzar una ofensiva contra Siria en
cualquier momento, aún sin presentar las “pruebas” que tienen del
presunto uso de armas químicas y sin esperar el resultado de la misión
de la ONU, que investiga el supuesto uso de estas armas.
(Con información de teleSUR)
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