Bashar el Assad no cree en una invasión norteamericana
27 de agosto de 2013
En una entrevista al periódico 'Izvestia' el presidente de Siria,
Bashar el Assad, explica su visión sobre la situación en el país y
comenta las declaraciones de los políticos occidentales sobre una
posible intervención militar y explica por qué Moscú es su aliado.
¿Cuál es la
situación en Siria? ¿Qué territorios quedan bajo control de los insurgentes?
El problema no son
los territorios que se encuentran bajo control de los terroristas y los
territorios bajo control del ejército. Ningún ejército en ningún país del mundo
no puede estar preparado para el combate al cien por cien en todo el territorio
de su país. Los terroristas se aprovechan de esto, intentando penetrar en todo
lugar donde no está presente el ejército. El problema no es el territorio donde
se encuentran los terroristas, que por otro lado cambia cada día y cada hora.
El problema son los numerosos insurgentes armados que llegan desde el
extranjero.
El principal motivo
por el que continúan las acciones militares es la gran cantidad de terroristas
que llegan continuamente a Siria desde el extranjero. Además, continúa su
financiación desde el extranjero así como el suministro de armamento.
Esta entrevista
será traducida a muchas lenguas, muchos líderes mundiales la leerán. ¿Qué les
quisiera decir?
Quisiera explicar
que el terrorismo no es como una carta de naipes en el bolsillo que puedes
sacar y utilizar cuando lo deseas y después volverla a guardar. El terrorismo,
como el escorpión, muerde en cualquier momento. En consecuencia, no se puede
estar a favor del terrorismo en Siria y en contra de él en Mali.
El miércoles el
gobierno de Siria hizo frente a la acusación lanzada por los insurgentes de
haber utilizado armas químicas. ¿Qué puede responder a esto?
Es un
contrasentido: primero se presentan las acusaciones y únicamente después se
recogen las pruebas. Es decir, el miércoles nos acusaron y el gobierno
norteamericano no anunció hasta al cabo de dos días que empezaba la recogida de
pruebas.
Nos acusan de que
el ejército empleó armas químicas en una zona que parece que se encuentra bajo
control de la insurgencia armada. En realidad en esa zona no hay una línea
exacta de frente entre el ejército y la insurgencia armada. ¿Acaso el Estado
puede utilizar armas químicas o cualquier otro de tipo de armamento de
destrucción masiva en un lugar donde están concentradas sus tropas? Por eso ese
tipo de acusaciones son exclusivamente políticas.
Durante las últimas
semanas mantuvimos negociaciones con la ONU sobre el trabajo de la comisión y
finalmente han llegado los especialistas. Los resultados de su investigación se
presentarán en la ONU.
¿Admite que Estados
Unidos podrá actuar en relación a Siria como lo hizo en Irak, intentando
encontrar un pretexto para la invasión?
No es la primera
vez que se plantea la cuestión de la intervención militar en Siria. Desde el
principio de la crisis EE UU, Francia y Gran Bretaña intentaron realizar una
intervención militar pero no pudieron convencer a sus pueblos y a todo el mundo
de que esa política fuera sensata y útil. También resultó que la situación aquí
es diferente de la de Egipto y Túnez.
Otro obstáculo para
la intervención militar es que todos comprenden que lo que tiene lugar en Siria
no es una revolución popular ni la exigencia de reformas. Se trata de
terrorismo. En una situación así los líderes occidentales no pueden decir a sus
ciudadanos: “Vamos a Siria para apoyar al terrorismo”.
Continuando con el
tema ruso ¿Qué pasará si Rusia cede a la presión de Occidente?
Con la disolución
de la URSS, a EE UU le parecía que Rusia estaba aniquilada para siempre. Pero
con la llegada de Vladímir Putin Rusia empezó de forma cada vez más insistente
a defender sus posiciones. Como resultado empezó una nueva guerra fría.
Pueden preguntarse
por qué Rusia apoya a Siria. Rusia hoy no defiende al presidente Bashar Assad,
ya que el pueblo sirio puede elegir a cualquier presidente. Rusia defiende el
principio de independencia y de no injerencia en los asuntos internos de otros
estados.
Además, Rusia
defiende sus intereses en la región y es su derecho. Estos intereses no se
limitan únicamente al puerto en Tartus. Los ataques de los terroristas en Siria
ponen en peligro la estabilidad en todo el Próximo Oriente. Y la inestabilidad
de aquí también se reflejará en Rusia.
¿Se mantienen
negociaciones con Rusia sobre el suministro de combustible, mercancías y
armamento? En concreto quiero preguntarle por el contrato para suministrar
sistemas S-300, ¿les han llegado?
Evidentemente,
ningún país no puede anunciar qué tipo de armamento tiene ni tampoco decir qué
contratos se han firmado sobre su suministro, esto es parte de los secretos del
Estado y de las Fuerzas Armadas.
Pero quiero decir
que todos los contratos firmados con Rusia se están cumpliendo. Y ni la crisis,
ni la presión de Estados Unidos, Europa y los países del Golfo no han impedido
su cumplimiento. Rusia suministra a Siria lo que ésta necesita para su defensa
y para la defensa de su población.
¿Qué tipo de ayuda
espera Siria de Rusia: económica o armamento?
El apoyo político
de Rusia y también el exacto cumplimiento de los contratos militares, a pesar de la
presión norteamericana, han hecho mejorar de forma apreciable nuestra situación
económica.
¿Quiénes son sus
principales aliados y quiénes sus adversarios?
Los países que
están detrás nuestro en la arena internacional son Rusia y China y a nivel
regional Irán. Sin embargo, puedo decir que en el mundo se observa un cambio
positivo, algunos países han empezado a cambiar sus actitudes.
Hay unos países que
apoyaron abiertamente a los terroristas en Siria, Catar y Turquía. Catar es el
patrocinador de los terroristas y Turquía les entrena y les garantiza
corredores. Ahora Arabia Saudí ha sustituido a Catar en calidad de
patrocinador.
Artículo abreviado.
Publicado originalmente en ruso en Izvestia
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