Siria y la mentira del “I have a Dream”
A estas alturas, no hace falta decir que esto, esta posible justificación del posible genocidio, es una gran mentira, una peligrosísima mentira
04/09/2013 - Autor: Pura María García - Fuente: Blogg La Mosca Roja
Regreso de Berlín donde, por puro azar, asistí a
parte de la celebración
del Festival del S.P.D, una fiesta anunciada y ampulosa que transformó la
capital alemana por unos días en un paisaje decorado con pancartas y cubos de
cartón con logo que se transformaban en sillas improvisadas en discursos,
proyecciones, conciertos y arengas diversas. Los organizadores tomaron,
literalmente, la Puerta de Brandeburgo, que se divisaba como un espacio difuso
entre las intersecciones de metal formadas por los andamios y escalinatas,
escaparates perecederos de demagogia y palabras. A lo largo del día era
inevitable encontrarse con alguno de las decenas de actos que se habían planeado
para acordonar Berlín: fastuosas exposiciones o proyecciones multimedia,
técnicamente perfectas e impactantes, llenas de contenidos ególatras, con una
mirada a la historia totalmente sesgada, por incompleta, al esquivar
intencionadamente “la otra versión” del pasado, recitando un eslogan que se
resumía en "todo lo hicimos, nos levantamos y conseguimos la paz de dos
Alemanias, somos una nación limpia y esforzada".
Me acompañaba en este viaje mi hijo, un muchacho de 23 años que no tiene el
bagaje vital que le permitiría comprender con cierta intensidad la realidad de
la pacificación de Alemania, su pasado y otras realidades, más allá de ese
asesinato a la esperanza y esa injusticia que se esconde tras el eufemismo de la
llamada actual crisis de Europa, pero con la sensibilidad y capacidad de
indignación suficiente como para mostrar hasta qué punto se ha instaurado la
desconfianza en nosotros. Aun no conociendo a fondo la Historia, y con un
pragmatismo que en muchas ocasiones admiro, al ver una de las mega proyecciones
de la celebración, me dijo: “Así que el utilizar la Historia como una alfombra
debajo de la que esconder la porquería, es una técnica nada nueva ¿no?” Hablaba
de “la porquería”. La nuestra. Hablaba de “esconder”, de “esconderla”.Al cabo de unos días comenzaba ya a afirmarse, descarada y públicamente, lo que llevan más de dos años tramando entre sus manos, genocidas e imperialistas, los USA: el genocidio de Siria. Mentiras con acento americano, pronunciadas sin ningún tipo de vergüenza y manipulación de la información hasta el punto de que los datos veraces, si los hubiera, pasarán ante nosotros sin que los percibamos, manipulados como estamos por los falsimedia vendidos a los intereses económicos, que no humanitarios ni sociales.
La portada de hoy, 30 de agosto, de The New York Times incluye un titular que es
uno más de los insultos a la verdad y una partícula de la porquería de la que
hablaba mi hijo, con consecuencias letales y crueles no solo para los habitantes
de Siria sino también para el resto del mundo. Según este diario el objetivo del
ataque con misiles que los USA está planeando es restaurar la borrosa “linea
roja” que Obama marcó hace un año contra el uso de armas químicas. Produce
escalofríos leer cómo se pretende definir (y justificar ya ni siquiera
subliminalmente) la acción homicida, imperialista y genocida del gobierno
americano, ese que nos vende un líder de color como una muestra de su talante
democrático y no racista. El ataque genocida, denominado, también
eufemísticamente “posible intervención”, se justifica como un actuación (manera
infame de evitar decir asesinato de población civil) que ayudará al orden
mundial porque marcará una amenaza para que los “malos” (es decir el resto del
planeta que no son los sobrinos del tío Sam y sus aliados) no utilicen armas
químicas y contengan sus ímpetus bélicos, sus pretensiones de conquista.
A estas alturas, no hace falta decir que esto, esta posible justificación del
posible genocidio, es una gran mentira, una peligrosísima mentira. Se nos ha
querido hacer cómplices del genocidio a través de discursos, de la mentira de la
necesidad y búsqueda de la Unidad de Naciones Unidas, de imágenes y noticias, no
porque se busque nuestra opinión –no contamos, para el poder económico-político,
en absoluto, ni para esto ni para nada- sino para avanzar en los planes de
manipulación y domesticación que ellos saben que les auparán más fácilmente
hasta la cumbre del poder y, además, para tantear a países y descubrir quién
está con ellos y quién no, para dar y prometer, conceder a cambio de pactos y
compromisos que impulsan el engranaje de la economía (venta de armas,
exportaciones, empresas que reconstruirán lo asolado, compras de recursos y
tierras que depreciarán momentáneamente su valor, mapa de comunicaciones y
accesos económicos…)
Nos han querido vender que la información sobre el
ataque con armas químicas del gobierno sirio es veraz, y se ha demostrado
que es totalmente falso, pero no han sido difundidas, ni explicadas, con
tanta profusión noticias como
- la aceptación, realizada por parte de ese gobierno, de ser investigados, e investigar el ataque, por observadores externos;
- las posturas en contra de la posible intervención con misiles;
- la extraña antelación, junio 2013, con la que Obama anunció que ayudaría militarmente a los rebeldes sirios ante las irrefutables (nunca las aportó) pruebas de que el gobierno había utilizado armas químicas; la información que recuerda que los supuestos “rebeldes extremistas” han sido armados y financiados por alguien (se supone que no por el mismo gobierno sirio) con la aprobación tácita y coordinada del este, desde que se quisieron presentar, interesadamente, las protestas sirias como un “levantamiento”;
- la existencia de un grupo de inteligencia, una alianza probada, entre Estados Unidos, Israel, Reino Unido, Francia, Qatar, Turquía, Arabia Saudita, Jordania, Emiratos Árabes Unidos y grupos paramilitares libaneses, bajo la influencia de Arabia Saudita, que tiene intereses económicos y estratégicos poderosos comunes, entre los que está el control de Siria, pretendido por esos gobiernos, sus instituciones, donantes privados de esos países, contratistas militares y empresarios, unidos para facilitar desde marzo de 2011 la transferencia de armas a los rebeldes.
- Hace unas horas, Obama se ha atrevido a comentar públicamente que él, el que buscaba la unión de posturas, realizará la intervención con o sin la ONU, con o sin el Reino Unido, que ha dicho No a la intervención. En el colmo de la hipocresía, para redondear un plan macabro, que le reportará suculentos beneficios, Obama se ha despachado con un titular que no tiene desperdicio y que explica que El presidente reconoció que su intervención "no terminará con la muerte de civiles inocentes en Siria", pero hará que el régimen entienda que el uso de armas químicas interfiere con los intereses nacionales de Estados Unidos.
Más "porquería" que no cabrá bajo la alfombra de la
Historia. Y en paralelo, dejando al descubierto la verdadera verdad, permítanme
el juego de palabras, la hipocresía, el mismo impulsador del genocidio, hace dos
días, presidia los actos de conmemoración del pronunciamiento del discurso I Have a
Dream, de M. Luther King: “De pie en la zona cero del campo de batalla del
movimiento por los derechos civiles, el presidente Barack Obama
retó a las nuevas generaciones el miércoles a apoderarse de la causa por
la equidad racial y honrar a los "gloriosos patriotas" que marcharon
hace medio siglo a los mismos escalones desde los que el reverendo
Martin Luther King habló durante la Marcha sobre
Washington”. "El arco del universo moral podría doblarse hacia la
justicia, pero no lo hará por sí solo", dijo el presidente
genocida, pero evito decir que el sentido de justicia al que se refería es el
sinónimo de imperialismo e injusticia, invasión, expolio y mentiras.
Evito recordar que el artículo 2/4 de la Carta de Naciones Unidas
declara ilegal cualquier uso de la fuerza realizado por un país sobre otro, que
el 2/7 prohíbe la intervención en las disputas internas de otro país…
Obama sufre una peligrosa amnesia selectiva: su país
utilizó napalm y cantidades elevadísimas de gas Agente Naranja en Vietnam, mucho
antes que se produjese el supuesto uso de armas químicas del gobierno sirio. Su
país, el que pretende ser el sheriff mundial, y según prueban informes
desclasificados de la CIA, ayudó con armas químicas a Sadam Hussein en el
conflicto que enfrentó a Irán e Irak. Su limpio y democrático país ha estado
utilizando otros países para sus experimentos sobre armas químicas, como es el
caso de las Islas Vieques, en Puerto Rico, en donde durante más de 60 años, los
estados unidos han experimentado con humanos y el medio ambiente los
efectos del Agente Naranja, el napalm, el uranio enriquecido, el mercurio, el
TNT y otros agentes químicos, utilizados letalmente en su territorio. A Obama se
le olvidan muchas cosas, por eso puede mantener la mentira de su I HAVE A
DREAM.
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