Esta vida, un sembradío para la Otra
Alabado sea Allah, el Altísimo, por haber hecho de este mundo una tierra de cultivo para cosechar los frutos en esta vida y en el Más Allá
06/10/2014 - Autor: Sheij Nasser Al Mgbel - Fuente: Cciar
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El Corán nos exhorta a las buenas obras en esta vida
Atestiguo que no hay otra divinidad excepto Allah, Único, sin asociados. Atestiguo que Muhammad es Su siervo y Mensajero. ¡Oh Allah! Bendice a Muhammad, a sus familiares, compañeros y todos los que sigan su guía hasta el Día del Juicio Final.
¡Hermanos y hermanas en el Islam! Tengamos temor de Allah, pues la piedad es la mejor provisión y el camino más recto hacia la salvación. Allah dice en el Sagrado Corán: “¡Oh, creyentes! Teman a Allah como es debido y no mueran sino musulmanes sometidos a Él.” (Corán 3:102)
Alabado sea Allah, el Altísimo, por haber hecho de este mundo una tierra de cultivo para cosechar los frutos en esta vida y en el Más Allá. Cierto es que quien obre bien, cumpliendo con las obligaciones y alejándose de las prohibiciones, encontrará recompensa y debe agradecer a Allah. Y quien haya obrado mal, se hará merecedor del castigo, y no debe culparse sino a sí mismo.
Allah, Enaltecido Sea, dice en su Sagrado Libro: “Aquel que busque obtener la recompensa de la otra vida a través de sus obras, se las multiplicaremos; pero quien sólo pretenda obtener bienes en este mundo sin temer el castigo en el Día del Juicio, se los concederemos, pero no obtendrá recompensa alguna en la otra vida”. (Corán 42:20)
Fue narrado de Ibn Masud que dijo: “Ciertamente estáis en un camino de la noche y del día, con un plazo que se va acortando y obras guardadas. La muerte llega de forma repentina. Quien siembre algo de bien estará por cosechar lo deseado, y quien siembre el mal no cosechará sino profundo dolor y contrición. Y a cada labrador le toca lo que haya sembrado”.
Fue transmitido de Muhajer Ibn Umair que lo que más temía Ali Ibn Abi Talib (que Allah esté complacido con él) eran dos cosas: ser de aquellos que siguen a sus pasiones y sentir una falsa esperanza de tener una vida longeva.
Él solía decir: “Temo abrigar el deseo de vivir una vida longeva porque esto hace que uno se olvide de la Otra Vida, y temo andar detrás de mis pasiones porque éstas nos impiden seguir la verdad”.
Es de saber que el conocimiento religioso es la guía hacia la prosperidad y la salvación. Además, por medio del conocimiento se sabe el agradecimiento de Allah que es su obediencia, mientras que la ignorancia del conocimiento religioso es algo negativo. Pues, algunos predecesores dijeron: “el ignorante quiere hacer bien y termina corrompiendo todo” a causa de su ignorancia; porque el ignorante es como quien está perdido en el desierto sin guía, camina y no sabe si se está acercando a su meta o se está alejando. El ignorante se convierte en blanco de Satanás porque éste le hace creer que tal asunto lo acerca de Allah, y en realidad lo hace alejar del Altísimo. El ignorante no garantiza la validez de su purificación, salat, zakat, peregrinación ni ayuno. ¿Cómo puede hacerlo si él desconoce los preceptos? ¿Cómo puede asegurar que su oración y ayuno son válidos?
Algunos sabios del Islam dijeron: “La vida de este mundo y la otra son como el oriente y el poniente; cada vez que te acercas a uno te encuentras alejado del otro”. Allah, Altísimo Sea, dice en el Sagrado Corán: “¡Oh, Creyentes! ¿Por qué cuando se os ordena combatir por la causa de Allah os aferráis a la vida? ¿Es que preferís la vida mundanal a la otra? Sabed que los placeres mundanos en comparación con los de la otra vida son insignificantes”. (Corán 9:38)
Los predecesores piadosos nos dieron el mejor ejemplo de cómo debemos adorar con perseverancia a Allah (swt):
- En este sentido, Al Walid Ibn Muslim dijo cierta vez: “vi a Al Awzai firme en su oratorio invocando a Allah hasta la salida del sol”.
- Abu Issac dijo también: “Peregrinó Al Aswad ochenta veces, entre peregrinación mayor y menor, y concluía la recitación del Sagrado Corán cada seis noches, fuera de Ramadán”.
- Thabit dijo: “Sufrí el rezo veinte años y lo disfruté veinte años”.
- El sabio musulmán Ibn Abi Dib rezaba durante toda la noche, esforzándose en la adoración. Y si se le dijera que el día de la Resurrección es mañana, no tuviera más esfuerzo.
- Suleiman Ibn Hamza Al Maqdisi dijo: “nunca recé las oraciones obligatorias en soledad excepto en dos ocasiones; y es como si no las hubiera rezado” y eso que su edad rozaba los noventa.
¡Hermanos y hermanas en el Islam! Tengamos temor de Allah, pues la piedad es la mejor provisión para la otra vida y el camino más recto que todos debemos seguir. Y recordemos las palabras del Altísimo cuando dice en el Sagrado Corán: “Temed el día en que seréis retornados a Allah, y en que cada persona reciba lo que merezca sin ser oprimido”. (Corán 2:281)
¡Quiera Allah bendecirnos con el Grandioso Corán y beneficiarnos con la guía de nuestro Profeta Muhammad! Pedid perdón a Allah por vuestras faltas y volved a Él arrepentidos; Él es Indulgente, Misericordioso.
Viernes 17 de Dhul-Qadah de 1435 de la Hégira acorde al viernes 12 de Septiembre de 2014
Traducción de la jutba pronunciada por el Sheij Nasser Al Mgbel
Mezquita del Centro Cultural Islámico "Custodio de las Dos Sagradas Mezquitas" Rey Fahd en Argentina
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