Libro en PDF 10 MITOS identidad mexicana (PROFECIA POSCOVID)

Libro en PDF 10 MITOS identidad mexicana (PROFECIA POSCOVID)

  Interesados comunicarse a correo: erubielcamacho43@yahoo.com.mx  si quieren versión impresa o electrónica donativo voluntario .

sábado, 7 de noviembre de 2015

Uruguay, el Estado Islámico y la política del "pero"


El Frente tiene una larga historia de devaneos en materia de política internacional
No sé si fue por darle un golpe más al canciller Rodolfo Nin Novoa o porque realmente lo cree, el expresidente José Mujica dijo en Turquía que para "intervenir" en un conflicto internacional "tiene que cumplirse que todas las partes estén de acuerdo en que se intervenga. Uruguay no puede transgredir ese criterio. No lo ha transgredido nunca".
Que es un cuestionamiento a Nin Novoa no hay dudas. Que el expresidente parece tener poco claro qué cosas ha hecho y está haciendo Uruguay, tampoco.
Hace ya más de una década, desde 2002, que Uruguay se ha apartado un poco de su férrea política de no intervenir en asuntos de otros países. Hasta esa fecha, las operaciones de paz en las que participaba Uruguay estaban regidas por el capítulo VI de la carta de la ONU, que sólo admite acciones para "mantener" la paz en un país donde las fuerzas en conflicto están de acuerdo en parar la mano.
Pero la realidad de un mundo donde cada vez menos gente quiere parar la mano, llevó al país a aceptar participar en estas operaciones bajo el capítulo VII, donde la ONU puede tomar decisiones para "imponer" la paz si es necesario. Esto no implica necesariamente acciones armadas, pueden ser sanciones comerciales, pero en este capítulo ya no se es imparcial.
Mujica fue comandante en jefe de las fuerzas que operan en esas misiones de paz pero parece que desconoce esto.
En 2008, por ejemplo, la ONU encomendó a soldados y policías que actuaban en Haití "reprimir el contrabando, el narcotráfico y el tráfico ilegal de personas". De no intervención, nada.
Columna del editor jefe de El Observador, Gabriel Pereyra, enfocada en la política exterior del Frente Amplio
Ahora el país está ante la situación de ocupar un sillón en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y surgen advertencias de que estar ahí es meterse de lleno en el mundo que habitamos y que podemos embarrarnos, porque el mundo nunca ha dejado de ser un lodazal.
La izquierda ha tenido históricamente serios problemas para articular una política exterior que no la agarre a traspié. Cuando aún eran oposición, sus partidos marxistas mandaban saludos a dictadores sangrientos hasta pocos meses antes de que fueran linchados por los pueblos bajo su bota.
Luego, cuando grupos armados presuntamente "antimperialistas" comenzaron a adoptar acciones terroristas, ingresó en la política del "pero". Le parecía mal eso que se pretendía condenar, "pero" no votaba declaraciones legislativas condenando porque si bien estaba mal, respondía a otros ataques.
Cuba es una dictadura "pero" sufre el embargo de Estados Unidos.
Venezuela es un caos en sus libertades públicas "pero" hizo elecciones.
¿Lo que llegó a hacer con los terroristas de ETA? Aquella marcha proetarra conocida como marcha del Filtro costó la vida de un uruguayo. Tan lejos de las bombas de los delirantes vascos.
Grupos palestinos como Hamas o Al Fatah tiran miles de misiles contra Israel "pero" la política imperialista de esa potencia les impide una condena frontal.
Al contrario, ha sido firme en condenar ataques que encuadrarían en terrorismo de Estado como los lanzados por Israel contra civiles palestinos, "pero", no parece ser capaz de disociar eso de los ataques que también sufren civiles israelíes.
De hecho, el programa del Frente sobre política internacional es una suma de vaguedades a veces contradictorias
"El relacionamiento externo atendiendo los intereses nacionales impone el diálogo con todos los sectores para buscar consensos básicos en la política exterior y encarar con flexibilidad la política a desarrollar, en un mundo dinámico en cambios y desafíos. En la materia es indispensable una política nacional o de Estado, que se respalde en grandes consensos partidarios y sociales que se mantenga con cierto grado de continuidad en los distintos períodos de gobierno", dice el programa.
¿Consensos?, no se ven.
"No alineamiento, o sea, independencia respecto a las alianzas políticas y militares bajo la hegemonía de grandes potencias mundiales", pero también "consolidación de mecanismos que impidan toda injerencia extranjera en los asuntos internos de un país", o sea, como hace el Estados Islámico con Irak, Afganistán y Siria.
Sí, vivimos en esta cueva presuntamente lejos del mundo, y salir al mundo nos puede marear como aldeano en la ciudad. Ojalá no nos haga perder la referencia de que una cosa es lo que le conviene al país y otra lo que debemos hacer como parte del mundo civilizado. Argentina también imaginó en un momento que Medio Oriente estaba lejos pero dos bombazos la trajeron a tierra. Somos parte del mundo y en el mundo hay gente de toda calaña. De qué lado queremos estar es una de las decisiones que debemos tomar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario