Cómo nombrar al terror, cuando el terror es propaganda
Día 13/10/2014 - 10.11h
La organización terrorista Estado Islámico prepara a conciencia los mensajes e imágenes que quiere colocar en los medios de comuniocación
Cuentan que el presidente estadounidense Barack Obama, después de que anunciara el bombardeo contra posiciones del grupo Estado Islámico en Irak y Siria, llegó a reconocer un hecho relevante: «Sin esos vídeos no hubiera podido sacar adelante la operación. La Opinión Pública no lo hubiera tolerado». Lo dijera o no, no le hubiera faltado razón. Los vídeos de las decapitaciones quedaron en la retina de todo Occidente y fue cuando, realmente, comenzó a preocuparse por su existencia.
El primer vídeo, en el que se veían los últimos momentos del periodista James Foley, se trataba de un arma indudable de propaganda que pilló por sorpresa a los medios de comunicación de todo el mundo. Llegó incluso a ser publicado, al menos parcialmente, por algunos de ellos. Luego Youtube lo eliminó. Los medios también. Pocas semanas después, el consenso parecía claro en torno a los vídeos: no se han vuelto a ver en la mayoría de los medios.
El cambio respecto a los vídeos de AQ supone un salto cualitativo
Las grabaciones transmiten muchos mensajes. Con los monos naranjas de los ejecutados, aluden a los presos de Guantánamo: lo que ocurre en un sitio del mundo, influye en otro. Con el impecable inglés y nacionalidad de los verdugos, destacan su vocación internacional: la organización terrorista Estado Islámico es global. Con las alusiones al califato, implantan la idea de permanencia en el tiempo: somos un califato que adopta la forma de Estado. Con el formato dinámico y espectacular de los vídeos, subrayan la idea de que conocen bien el mundo occidental: no se trata de un problema regional, sino que están en todos sitios.
Quien también hace una comparativa de las dos organizaciones para destacar sus diferencias es Juan Carlos Estarellas, experto en Salafía Yihadía y colaborador en el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE). «La estrategia seguida por el EIIS se ha desvinculado casi por completo de los objetivos perseguidos por Ayman Al Zawahiri. Mientras el líder de AQ mantiene como objetivo prioritario ‘golpear al enemigo lejano en su propio territorio’, el líder del EIIS pretende cambiar esa estrategia», dice. Así, mientras la organización terrorista Estado Islámico combate «al enemigo cercano», ha introducido otra actividad más «para mantener la amenaza sobre el enemigo lejano». Esta es desarrollar «acciones violentas y de impacto» contra occidentales como la elaboración y difusión de ejecuciones de ciudadanos estadounidenses y europeos. Así, explica Estarellas, aterrorizan a Occidente y desgastan a sus principales dirigentes.
El papel de los medios
Así, los yihadistas del EI han conseguido transmitir su mensaje basado en el terror. «No soy partidario de dar los vídeos, pero el ciudadano tiene derecho a conocer la realidad y el contexto, y el periodista el deber de no dejarse utilizar», cuenta Fernando González Urbaneja, miembro de la comisión de Deontología de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE). «Es evidente que esos vídeos están muy bien hechos y su objetivo es asustar, pero tambiénhan conseguido el efecto contrario, y es que se lleve a cabo una operación internacional contra ellos», dice. Según González Urbaneja, emitir sus atrocidades ha provocado que la sociedad tome conciencia del problema. Sin embargo, hay que tener cuidado.
La agencia de noticias AFP publicaba el pasado mes de septiembre un post especial en su web con motivo de la cobertura que se le da al Estado Islámico. «Hay videos que son pruebas de vida, otros que son pruebas de muerte. No podemos rehuir la mirada ni abstenernos de tenerlos en cuenta», escribían. Pese a que, según explicaban, su primer reflejo es no publicar nada, cuando se dan cuenta de que en las imágenes hay información están «en la obligación» de utilizarlas aunque con precauciones: identificar bien la fuente y solo usar, en cualquier caso, imágenes estáticas y las menos degradantes para la víctima.
El nombre de la discordia
Las medidas adoptadas por AFP son, en realidad, unas directrices que en general todos los medios han adoptado. Pero no existe el mismo consenso aún respecto a la denominación del grupo. «Asesinos Cobardes» es, de hecho, el nombre que Interpol propuso para rebautizar a la organización terrorista la semana pasada. No sería la primera vez que cambia su denominación: que si Estado Islámico de Irak, de Irak y el Levante, de Irak y Siria y, por último, simplemente Estado Islámico. También Daesh, para aquellos que como François Hollande, prefieren el acrónimo árabe. O incluso «Separatistas de Al Qaida en Irak y Siria», como propuso la institución Dar al Ifta, perteneciente al ministerio de Justicia egipcio. El nombre, al igual que los vídeos o las fotos, son parte del equipo propagandístico.
Llamarse solo «EI» consigue que otras organizaciones se adscriban a ella
«Los medios de comunicación, de primeras pueden caer en la propaganda, pero después toman medidas para solucionarlo», afirma González Urbaneja. De hecho, también la agencia AFP reflejaba en un post su determinación de no llamar nunca más a la organización terrorista Estado Islámico simplemente «Estado Islámico». «Desde ahora, AFP utiliza la expresión “organización Estado Islámico” o “el grupo Estado Islámico”. En los títulos de las noticias o en las alertas, utilizaremos, si es posible, “yihadistas del Estado Islámico”». Todo ello para no caer en la trampa de los yihadistas.
Por qué ahora
I. M.MADRID
Preguntado por el motivo que ha llevado a la organización terrorista a alcanzar la «fama» global ahora, pese a existir desde la década pasada, el especialista Juan Carlos Estarellas hace un análisis que, por el interés que pueda resultar para el lector, reproducimos:
«El precipitante que provocó el resurgimiento del autodenominado Estado Islámico de Irak y Siria (EIIS), en paralelo a la labor desarrollada por Jabhat Al Nusra en el conflicto sirio (ambas organizaciones nodos de Al Qaeda y partidarias entonces de seguir las instrucciones del líder de Al Qaeda Ayman Al Zawahiri), se produjo en agosto de 2013, con motivo del supuesto ataque con armamento químico del aparato militar del régimen de Bashar Al Asad, quienes pudieron ser responsables de la muerte de más de 1.300 musulmanes. Las imágenes mostradas por los medios y canales de comunicación internacionales en las que la inmensa mayoría de fallecidos habían sido en menores de edad y niños, mujeres y ancianos verdaderamente indefensos, daría inicio a la primera movilización verdaderamente importante dentro de la organización islamista radical».
«Los hechos servirían al EIIS y al resto de movimientos islamistas radicales para aumentar el reclutamiento y exigir públicamente un llamamiento verdadero dirigido a la responsabilidad de ‘todos los musulmanes’ y la defensa del islam en Al Shams (Siria). Una ‘llamada religiosa y de servicio a Alá’ para aplicar el sexto pilar del islam, a la que prácticamente muy pocos, por no decir nadie, puede ni debe renunciar, y quien lo elude peca, al ser un deber primordial, al igual que la oración o el ayuno. Y aquí es donde reside el problema, en la medida que seguiremos observando como muchísimos jóvenes y adultos musulmanes y conversos abandonan sus hogares (incluyendo familias enteras) para integrar las filas del EIIS. Por lo que, en el plano internacional sería importante establecer nuevas estrategias capaces de ‘anular este tipo de llamamientos que son monopolizados por los radicales’, y desde un punto de vista moral y razonable desvincularlo por completo de esas visiones rigoristas del islam y la religión».
«Por otro lado, debemos afirmar que desde la aparición del EIIS ha continuado operando en diversas zonas estratégicas como, por ejemplo, la capital iraquí, en Bagdad. Donde los ataques contra las autoridades iraquíes y sus fuerzas de seguridad, consideradas también como musulmanas apóstatas al ser dirigidas por los cruzados –el gobierno estadounidense y sus países aliados-, han ido in crecendo durante los últimos años primordialmente desde la salida de las tropas estadounidenses del país».
El enfoque del enemigo cercano
«El enfoque religioso ha sido y continúa siendo el estandarte principal del EIIS explotado por el sancionador ideológico Abu Bakr Al Husaini Al Qurasi ‘Al Bagdadí’ (el autoproclamado Califa Ibrahim), y puesto en práctica por sus líderes operativos sobre el terreno. Aunque también debemos mencionar otro aspecto igualmente importante para estos movimientos, incluyendo al EIIS, la necesidad imperiosa de disponer de un territorio donde desarrollar e implementar sus ideas político-ideológicas y religiosas, como lo supone la idea del Emirato o Califato islámico, que se traduce en la práctica en gobernar e imponer a la población musulmana al imperio de la ley islámica interpretada desde una visión salafí del islam».
«Sin embargo, la ‘evolución de la amenaza yihadista’ -que no acaba en el EIIS- ha tenido como origen precisamente la enorme frustración y odio generado entre los combatientes y líderes radicales ante la imposibilidad de poner fin al ‘enemigo cercano’, al régimen de Bashar Al Asad, y hacerse así con un feudo territorial importante en el país. Un logro significativo que habría servido a la organización para establecer su superioridad en la región, tanto en el plano ideológico salafí como religioso (imposición de la Sharía)».
«A diferencia de lo acaecido en Libia y su actual escenario yihadista, los apoyos internacionales prestados por diversos países árabes y la comunidad internacional (EEUU y la UE) generadoras de sinergias y de ayuda indirecta beneficiando al EIIS, y su desaparición casi inmediata ante la imposibilidad de acuerdos en el seno del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para autorizar una intervención militar internacional en Siria (negativas de Rusia y China a autorizarla), provocarían ese giro en los dirigentes de la organización y el aumento inusitado de la violencia durante el pasado verano, que habría incluido una estrategia dirigida contra quienes apoyaron indirectamente a los rebeldes en Siria. Esa evolución en cuanto a la dirección de la yihad al situar en la diana al enemigo cercano en pro del enemigo lejano es a la que debemos prestar mayor atención. En primer lugar, porque el egipcio Ayman Al Zawahiri, máximo responsable de la organización Al Qaeda (AQ), consciente de la imposibilidad de golpear al enemigo lejano en su propio territorio (EEUU o la UE) debido a las dificultades técnicas y operativas de sus grupos y células para poder ponerlos en práctica sin ser detectados, ya hizo un llamamiento a mediados del pasado mes de abril para que sus nodos regionales ‘secuestraran a ciudadanos estadounidenses u occidentales’, con la finalidad inequívoca de presionar a Occidente y negociar la puesta en libertad de determinados miembros y líderes ideológicos yihadistas. Lo cual indica que la estrategia internacional contra el AQ va por buen camino. En segundo lugar, las diferencias entre el EIIS y Jabhat Al Nusra (nodo de AQ) confirmarían una crisis en el llamamiento a la yihad global en la medida que sería el propio líder de AQ quien acabara reconociendo públicamente la salida y desvinculación del EIIS de la organización terrorista. Motivada por su búsqueda prioritaria de un feudo donde consolidar su expansión en pro de la expulsión del régimen de Bashar Al Asad, y por sus actividades violentas e indiscriminadas contra el resto de musulmanes, olvidándose de los objetivos perseguidos por AQ en la región que no son otros que la caída de Bashar Al Asad, Israel, EEUU y los intereses occidentales en la región (intentar golpear al enemigo lejano). Y por último, Al Bagdadí como Emir (Califa) y líder del EIIS, en paralelo a la puesta en marcha de actividades de terror contra las poblaciones musulmanas en Siria e Iraq para garantizar un feudo de dominio a la organización, siendo consciente de la superioridad moral y religiosa de Ayman Al Zawahiri, habría dado instrucciones para cumplir sus exigencias a la hora de secuestrar occidentales, primordialmente estadounidenses y británicos».
«Debemos subrayar que el objetivo prioritario y la estrategia seguida por el EIIS se ha desvinculado casi por completo de los objetivos perseguidos por Ayman Al Zawahiri. Mientras el líder de AQ mantiene como objetivo prioritario ‘golpear al enemigo lejano en su propio territorio’, el líder del EIIS pretende cambiar esa estrategia. Lo cual indica un nuevo giro, insisto, una evolución en la futura actividad terrorista que esperemos no consoliden».
«En definitiva, el objetivo actual del EIIS es combatir con inusitada violencia al enemigo cercano pero como actividad novedosa, para mantener la amenaza sobre el enemigo lejano, ‘desarrollan acciones violentas y de impacto’ contra occidentales mediante la elaboración y difusión de ejecuciones de ciudadanos estadounidenses y europeos, con la finalidad de aterrorizar a Occidente y desgastar a sus principales dirigentes. Así lo confirman las últimas cuatro ejecuciones de occidentales del EIIS y la última de su nueva filial en el Magreb».
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