Los yihadistas de Madrid: veneno y bombas caseras
El juez envía a prisión a los dos detenidos, al constatar que estaban aprendiendo a fabricar chalecos explosivos y toxina de ricina
Estaban en la fase última de auto-radicalización. Fue ése el momento en que la Comisaría General de Información de la Policía Nacional apretó el acelerador y cercenó sus ansias terroristas. Ahora, el juez de la Audiencia Nacional ha enviado a los dos últimos yihadistas detenidos en Madrid a prisión incondicional.
Y en sus autos de prisión desglosa las actividades que llevaban a estos presuntos terroristas a la auto-radicalización a través de internet, cómo sus accesos a páginas vinculadas con Daesh se contaban por cientos y cómo -y es lo que más preocupó a los especialistas policiales- accedían a manuales para la elaboración y fabricación de material explosivo de manera artesanal y casero.
El magistrado Fernando Andreu ha decretado el ingreso en prisión sin fianza para los dos detenidos en Madrid. Según el instructor, ambos participaban en una célula terrorista vinculada al grupo terrorista Estado Islámico y especializada en la "yihad electrónica".
El titular del Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional atribuye a Zouhair Terrach y a Abdessamad Ghailani Hassani los delitos de adoctrinamiento terrorista. A este último le impone también adiestramiento, enaltecimiento e integración en organización terrorista al entender que visitaba "con mucha frecuencia" páginas de Facebook que aborda la temática yihadista desde una perspectiva ideológica y operativa. El perfil de este detenido es el que despertó más alarmas en las fuerzas de seguridad, por que sus consultas en internet -como apunta el juez en el auto de prisión- se centraban en "operaciones suicidas".
El juez apunta que Abdessamad Ghailani Hassani tenía un enorme grado de radicalización y, lo que es más peligroso, sus consultas en páginas web yihadistas estaban ya muy centradas y actualizadas (de hecho, los apuntes históricos señalan que fueron de las últimas visitadas) en la confección de explosivos y en la fabricación casera de veneno.
El juez agrupa los contenidos de las páginas a las que accedían los ahora encarcelados en tres grupos. El primero, los "tutoriales". El segundo grupo, "adoctrinamiento teológico e ideológico". El tercero y último: "fanatismo y barbarie". En su escrito, el juez detalla el material audiovisual almacenado. Y los investigadores desglosan que, entre otro, hay vídeos tutoriales "sobre la fabricación de un silenciador". Otro tutorial sobre "cómo comprobar el estado de un kalashnikov". Pero quizá lo más preocupante, según los especialistas, son los tutoriales que los detenidos se descargaron sobre "la fabricación de un chaleco con explosivos", la "fabricación casera de C4" o la "fabricación casera de toxina de ricina".
Los detenidos se camuflaban en perfiles falsos para seguir un canal informativo de noticias sobre el Daesh. Por ello apunta que existían "indicios racionales" de que se estaba preparando para cometer acciones violentas.
"El avance de las investigaciones reveló la existencia de un total de unos 100 focos virtuales especializados en terrorismo yihadista seguidos por el mismo, en cuyo interior destacaban las publicaciones de material dirigido a individuos captados, residentes en países considerados por Daesh como enemigos, susceptibles de cometer atentados siguiendo el modus operandi de las últimas acciones llevadas a cabo en Reino Unido, Francia o Alemania", afirma Andreu en el auto de prisión.
En los registros a uno de los detenidos se le incautó una memoria USB_en cuyo interior almacenaba audios relacionados con "material adoctrinador" yihadista.
Además, el juez argumenta que "otro alto grado de radicalidad islamista que se observaría en su actividad online" reside en que se han localizado tres amigos suyos que externalizan visibles indicios de afinidad a postulados relacionados con el terrorismo yihadista.
El magistrado acuerda prisión incondicional para ambos al constatar peligro de riesgo de fuga y para evitar que reiteren en su actividad delictiva.
La decisión del juez se produjo poco después de que el Ministerio del Interior comunicara la decisión de mantener el nivel 4 de alerta antiterrorista. Ayer se celebró la comisión de expertos para evaluar el nivel de amenaza terrorista. Allí estaban especialistas de la Policía Nacional, de la Guardia Civil, del CNI, de los Mossos, de la Ertzaintza y de los servicios de inteligencia del Ejército.
El titular de la seguridad del Estado, Juan Ignacio Zoido, explicó que estos expertos habían analizado los datos sobre la masacre de Manchester y habían concluido que, de momento, no había vínculos con España, con nadie de los que están en los archivos de la seguridad del Estado.
El ministro, que trasladó sus condolencias a las víctimas de la masacre en Manchester, descartó convocar la comisión de seguimiento del pacto antiyihadista. Entiende que no hay elementos novedosos para convocar una reunión, aunque sí aseguró que comunicará las novedades recibidas a los portavoces parlamentarios de las formaciones que integran este pacto. El titular de Interior indicó que lo que sí se ha trasladado a las fuerzas de seguridad es la necesidad de mantener la tensión en todos los dispositivos donde haya una importante concentración de gente en las tres fases: antes del evento, durante el evento y después. Porque, como recordó el ministro, fue en esta tercera fase en la que aprovechó el terrorista de Manchester para perpetrar su atentado suicida en el que fueron asesinadas 22 personas.
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