Cultura y política sionista

Surgimiento y formación del sionismo I

15/12/2012 - Autor: Ahmad Vakhshiteh - Fuente: lhvnews.com

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israelología

El sionismo, semánticamente, se refiere a un par de aspectos: la política y la cultural. La cultura sionista ha surgido desde antes de la invasión israelí a Palestina y la ocupación de su territorio. Este tipo de sionismo contradice la inmigración judía a Palestina así como la fundación de Israel.
El sionismo, como un movimiento político, surgió y se desarrolló después de la Segunda Guerra Mundial. La actividad de los dirigentes de este movimiento se intensificó en la última década del siglo XIX. En los principios de la Primera Guerra Mundial y tras la redacción de la "Declaración Balfour", en noviembre de 1917, Gran Bretaña estableció una patria para los sionistas.
Las reivindicaciones judías de formar un país judío en Palestina se basa en una promesa divina para el retorno a la Tierra Prometida. Herzl, el fundador del Estado judío, califica tal promesa como un esfuerzo para alcanzar los objetivos del sionismo y una vocación profética.
Asimismo, en el Congreso Sionista en Suiza en 1987, los estados occidentales enfatizaron en el derecho histórico de los judíos a asentarse en la tierra prometida, para que la promesa divina se cumpla.
El primer documento redactado en relación con el tema fue el "Manifiesto Bilu", publicado en 1882 por un grupo de sionistas miembros de un movimiento homónimo en Rusia. El manifiesto sirvió para incitar a los judíos de todo el mundo a unirse para realizar la divina promesa así como regresar a la tierra prometida y por consiguiente fundar una patria judía en Jerusalén.
Desde luego el movimiento, en primer lugar, no era independiente y se formó a la par del desarrollo de unas rivalidades coloniales e imperialistas de Europa, por lo que su existencia dependía de las potencias occidentales durante los años anteriores a 1948.
Este movimiento, en términos reales, proviene del crecimiento de la burguesía europea y americana en el siglo XIX.
El apoyo de la burguesía condujo al desarrollo de este flujo, sin embargo, algunos judíos sionistas incultos se oponían al este corriente.
Herzl, padre del sionismo, publicó un libro titulado "Estado judío" emitiendo el manifiesto de Basilea en 1897, a la vez que hacía esfuerzos generalizados para ganar apoyos de las potencias coloniales y de los círculos capitalistas europeas así como convencer a Sultán Abdulhamid, Emperador de los otomanos, para el establecimiento de un estado judío. Él formalizó la fundación del estado mencionado después de la Primera Guerra Mundial y la emisión de la Declaración Balfour.