DUAA (Ruegos y súplicas a
Allah)
Los ruegos y súplicas a Allah constituyen el camino de la
salvación. Hacer DUAA es el método de los virtuosos y el refugio de los
necesitados del perdón divino. Gracias a las súplicas, el musulmán obtiene muchas mercedes y es liberado de muchos
desastres. Por su innegable importancia,
el musulmán necesita siempre hacer DUAA. Hacer DUAA es uno de los más
beneficiosos remedios, es el enemigo de
los problemas que agobian al musulmán pues los suaviza, o los elimina por
completo. El musulmán debe saber a ciencia cierta las virtudes y beneficios del DUAA y asimismo las
conductas relacionadas con ello.
VIRTUDES DEL DUAA
Las virtudes del DUAA son innumerables y para resumirlas es necesario decir que el DUAA es adoración a Allah, pues el Profeta Muhammad (PBSE.) dijo: “
DUAA es la adoración”.
Dejar de hacer DUAA constituye una rebeldía. Al respecto el Corán dice:
“Vuestro Señor dijo: Invocadme yo os responderé. Los que se muestran arrogantes ante Mí y
dejan de adorarme, entrarán al infierno
humillados”.(40: 60)
El DUAA es un arma fuerte que el musulmán utiliza para obtener
beneficios y para defenderse ante los daños causados. El Profeta (PBSE)
dijo:
“Aquel a quien se le abren las puertas
del DUAA, se le han abierto con ello,
las puertas de la misericordia. Sabed
que Allah le agrada que le pidan buena salud.
El DUAA es beneficioso siempre.
¡Siervos de Allah!, rogadle”
(Transmitido por At-tirmizi).
En los momentos más difíciles, hacer DUAA era el arma que los Profetas de Allah
utilizaron.
Nuestro Profeta (PBSE) en
la batalla de BADR, al ver que los idólatras contaban con mil guerreros mientras que
los musulmanes no eran más que 319, miró
al QUIBLAH ( dirección hacia la Sagrada Kaabah ) y con las manos en alto invocó a Allah
diciendo:
“¡Allah! Cúmpleme las
promesas, otórgame lo que me has prometido.
Si este pequeño grupo de musulmanes pereciera, no serás adorado en la tierra”.
El Profeta siguió haciendo DUAA, con las manos extendidas en
dirección al Quiblah hasta que se le cayó el manto que lo cubría, Abu Bakr lo recogió y nuevamente lo colocó
sobre los hombros del Profeta y le dijo: “¡Profeta de Allah!, Es suficiente tantas súplicas, pues Allah cumplirá Sus promesas”.
(Transmitido por Muslim)
El Profeta Job (La paz sea con él) invocó a Allah en los momentos
más difíciles que atravesaba, pues se
enfermó gravemente, se quedó
absolutamente solo, salvo la compañía de su esposa. Pese a todo ello, se aferraba a la paciencia, pero como la enfermedad perduraba en el
tiempo, invocó a Allah diciendo:
"¡Señor!, me ha alcanzado el
mal y me ha provocado sufrimiento y dolor,
¡Señor!, Tú eres el más Clemente
Dador de misericordia. Y le otorgamos lo
que rogaba apartándole del mal”.( 21: 83-84)
El DUAA es alivio de la congoja,
tristeza y preocupación. Gracias a él,
el musulmán se siente bien y sus
problemas se allanan. En él, el creyente invoca a Allah demostrándole su
incapacidad, debilidad y reconociendo a
la vez su abrumadora necesidad del Creador y Protector. Es también una razón para eliminar la ira de
Allah. El Profeta
dijo:
“El que no invoca a Allah
es merecedor de Su ira”. (Transmitido por Ahmad y At-tirmizi)
El DUAA es el arma de los oprimidos, es la respiración de los débiles y
desamparados y es para todos aquellos que se encuentran muy solos.
Conductas del DUAA
1) Comenzar DUAA alabando a Allah,
glorificándole y saludando al Profeta Muhammad
(S.A.W.)
Fudalah Ibn Ubaidullah dijo: Una vez estando el profeta Muhammad
(S.A.W.) sentado vio a un hombre rezar,
este hombre dijo: “¡Allah! Tu
piedad y Tu perdón”. El Profeta le dijo:
"Te apresuraste pues al cumplir con la oración, debes sentarte, alabar a Allah y rezar por mí; después ruegas
a Allah por lo que quieras". Otro hombre rezó después del primer hombre citado, al terminar
alabó a Allah, rezó por el Profeta. Este último le dijo: "Haga DUAA de lo que más quieras”. (Transmitido por At-tirmizi)
2) Reconocer que Uno Cometió El
Pecado
El reconocer el pecado implica que uno es realmente buen siervo de
Allah, tal como lo reconoció Jonás al
decir:
“ ¡Señor!, Tú eres el
único, en verdad, digno de adoración, con exclusión de todo otro y reconozco que me
he perjudicado a mi mismo, haciendo lo
que no te placía”. (21: 87)
3) Hacerlo repetidas veces y con mucho
entusiasmo.
Al respecto, el Profeta
(S.A.W.) dijo:
“Cuando uno realiza DUAA pues que lo tome en serio y que no
diga: Allah si quieres dame o si no
quieres no me des”.(Transmitido Por Albujari y Muslim)
4) Hacer la ablución,
dirigirse al Quibla y elevar ambas manos.
Al realizar lo dicho, el
musulmán se siente más tranquilo.
Abdullah Ibn Zaid dijo:
“El Profeta (S.A.W.) fue al oratorio para rezarle a Allah para que
enviase lluvia, lo hizo en dirección al
Quibla y dio vuelta a su ropa”. Abu Musa Al Asharí dijo: “Cuando el Profeta (S.A.W.) terminó la
batalla de HUNAIN, pidió agua, hizo la
ablución, elevó sus manos y dijo:
“¡Allah!, Perdona a Ubaid Ibn
Amir”. (Transmitido por Albnujari y
Muslim)
5) Hacerlo en voz baja e
íntimamente
Allah dijo:
“Invocad a Allah
demostrándole humildad y hacedlo en secreto.
Allah no ama a los agresores”.
(Al Araf: 55)
El Profeta dijo:
“¡Gente! No hace falta rogarle a Allah a gritos, pues no invocáis a sordo ni a ausente,
sino a Oyente y muy cercano a vosotros”. (Transmitido por
Albujari)
6) No tratar de hacer DUAA con prosa
rimada.
El que está realizando DUAA debe estar en momento de humildad y
sumisión y no debe rebuscar intencionalmente palabras llamativas. Ibn Ab-bas
recomendaba a uno de sus amigos diciéndole: “Al hacer DUAA debes alejarte de la
prosa rimada, pues tanto el Profeta de Allah como sus compañeros se alejaban de
ello”.
7) Hacer DUAA en los tiempos en que es recomendable realizarlo y
aprovechar los mejores momentos en que de cercanía de Allah se
trata.
Hacerlo después de las cinco oraciones, durante el llamado a la oración, entre este último y ALIQAMAT, el último tercio de la noche, el día viernes, el día de ARAFAT, durante la lluvia, al estar prosternado, durante el avance del ejercito, etc.
8) No pedirle a Allah algo negativo contra ti mismo,
familia o bienes.
El Profeta (S.A.W.) dijo:
“No pedís de Allah lo perjudicial para vosotros mismos, vuestros hijos, o vuestra hacienda, pues tal vez al hacerlo de la
coincidencia que Allah les responda y
seréis perjudicados realmente”.
Ejemplos de DUAA del Libro de Allah
1.
“¡Allah nuestro!,
Sálvanos del castigo del
infierno, porque éste es severo. El infierno es una pésima morada”. (25:
65- 66)
2.
“¡Allah nuestro!, Otórganos
una enorme alegría consistente en tener esposas y descendencias piadosas, esto satisface nuestros corazones. Y que seamos líderes en
la realización de buenas acciones”.
(25: 74)
3.
“¡Allah nuestro! Perdónanos
y a nuestro hermanos que nos anticiparon en el Islam. Haz que nuestros corazones
estén libres de ira en cuanto a los creyentes. Tú eres Clementísimo y
Misericordioso”. ( 59: 10)
4.
“¡Allah nuestro! No nos
castigues si nos olvidamos lo que nos has impuesto hacer, o si
nos exponemos a situaciones en las que
se provoquen nuestros errores; Señor nuestro, no nos fuerces como forzaste con dura ley a los judíos por motivo de su obstinación y
perversión. No nos impongas lo que no
tenemos energías para hacer de nuestros
deberes. Perdónanos y ten misericordia de nosotros. Tú eres nuestro Señor; otórganos la victoria sobre los incrédulos
que Te niegan, para elevar Tu Palabra y
extender la religión verdadera”. (2:
268)
5. “¡Allah mío!, Ablanda mi
corazón, Facilítame la tarea del mensaje
y desata el nudo de mi lengua para que pueda expresarme con claridad y para que
la gente entienda bien lo que digo”. (20: 25- 28)
6.
¡Allah! Haz que mi saber
islámico aumente”. (20:
114)
7.
“¡Allah! Acepta nuestra
obras. Tú eres Quien todo lo oye y todo lo sabe”. (2:
127)
Ejemplos de DUAA de la Sunnah—tradición del
Profeta.
1- “¡Allah! Haz que mi
manera de adorarte sea la más correcta,
que mi vida mundana sea para satisfacerte a Ti. Haz que mi Vida en el más
allá sea plena. Y haz que mi vida
terrenal sea para hacer el bien y que mi muerte sea descanso de todo
mal”.
2- “¡Allah! Te pido que me
guíes, que yo sea piadoso, recatado y
complacido”.
3- “¡Oh Allah! Tú eres
Quien tiene el control sobre los corazones,
haz que el mío se aferra a la fe islámica”.
4- “¡Allah! Me refugio en
Ti de la incapacidad, pereza, cobardía, vejez y de la avaricia. Me refugio en Ti del castigo de la tumba y de
las tentaciones mundanas y de ser muerto sin el Islam”.
5- “No hay dios más que Allah, ¡Gloria al Señor!, he sido de los
injustos”.
6- “¡Allah! Tú eres
Perdonador y Generoso, amas el
perdón,
perdóname”.
“¡Señor nuestro!
Haz que Te tema y que respete Tus órdenes y que esto me sirva para alejarme de los pecados.
Haz que te obedezca para obtener
el paraíso y
que tenga fe certera para ver simples los problemas
mundanos.
¡Señor nuestro!
Haznos gozar de oídos, vista y fuerza mientras vivamos.
Haz que cobremos venganza
de los que nos opriman y que la victoria sea nuestra al enfrentar al enemigo. Que no nos azotes de
problemas en nuestra religión que la vida terrenal
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