La importancia de vivificar la visión akbarí tradicional del Islam en el mundo actual

La actualidad del pensamiento de Ibn Arabi

06/07/2014 - Autor: Mahmud Erol Kiliç, Traducción: Juan Fernández Fernández - Fuente: ibnarabisociety.es

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Ibn Arabi

Para entender de manera global los problemas del mundo de hoy resulta muy útil analizar los motivos que han llevado a la transformación del concepto tradicional de jerarquía. La idea de los estados múltiples del Ser ha estado durante mucho tiempo en la base de nuestra visión del mundo:  una cosmovisión en la que Dios era considerado el Único (con existencia real) y esencia de la Unicidad. Cuando Dios creó las cosas, les dió forma y les infundió  su aliento atendiendo a sus respectivas necesidades y a un principio de gradación (al-mizan). Paso a paso, la creación continuó: desde la unidad a la multiplicidad, de lo sublime a los estratos inferiores de la creación o, en otras palabras, de lo más sutil a lo más denso, de lo interior a lo exterior. Y desde aquel tesoro esencial y escondido, la creación sigue conduciéndose de igual modo hasta hoy. Y así, Dios obra de continuo en la creación al tiempo que Su aliento se propaga (sari) mediante Sus asistentes (ansar), que no son otros que "Sus palabras". Con ellas refuerza y hace manifiesta Su religión. Por ellas, todos los divinos lugares de descenso (manzil) en el universo, todo lo que es otro que Dios, se tornan manifiestos desde ese punto de descenso: el "lugar de descenso del aliento del Misericordioso".
El aliento del Misericordioso es específico para cada género, especie e individuo concretos; por ello la forma, el espíritu y la asistencia divina (imdad) son necesarios para el universo. La multiplicidad (katra) y la diferenciación constituyen la esencia de este mundo creado, sin que nada en él, espiritual o material, escape a esta norma. Esta gradación ontológica alimenta, a su vez, otra de corte epistemológico. En el mundo creado existen, pues, diferentes grados de conocimiento y diferentes grados, también de conocedores. Un repaso a las fuentes del Islam nos muestra cómo versículos coránicos y hadices abundan en esta verdad perenne. Así lo vemos reflejado en expresiones alcoránicas del tipo: "Aquel que profundiza en el conocimiento..." (wa-l-rasihuna fi l-ilm) y "Oh mi Dios, aumenta mi conocimiento" (Rabbi zid-ni ilman). Se ha transmitido que, en cierta ocasión, el Profeta advirtió a sus Compañeros: "Si conociéseis lo que yo, lloraríais mucho y reiríais poco", lo que implica que su nivel de conocimiento difería del de sus Compañeros. Y también entre ellos comprobamos esa diferenciación natural. Por ejemplo, diversas fuentes históricas relatan cómo a Hudayfa al-Yamani le fué otorgada la ciencia de desenmascarar a los hipócritas, cualidad no concedida a ningún otro. Por último el profeta Muhammad dijo una vez: "Hay siete esencias en el Alcorán (al-Sab´al-matani). Conocéis algunas, más Ibn Abbas y Ali las conocen todas". Estos ejemplos, en suma, ilustran cómo en los albores del Islam se aceptaba esta gradación como algo natural. Desde entonces, los herederos del legado muhammadí viven y piensan en consecuencia.

Texto completo en el siguiente pdf.

La impotancia de vivificar la visión del Islam en el mundo actual. Mahmud Erol Kiliç

La impotancia de vivificar la visión del Islam en el mundo actual. Mahmud Erol Kiliç

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