Irán apoya los bombardeos de Rusia sobre Siria
Teherán no quiere dejar caer a Asad con el fin de la guerra
Cree que el derrocamiento del mandatario sirio abonaría el terreno para la expansión del terrorismo integrista
Irán ha dado hoy la bienvenida a la acción militar aérea que está llevando a caboRusia sobre Siria, y que comenzó ayer con ataques sobre la ciudad de Homs y ha continuado este jueves con nuevos bombardeos sobre posiciones rebeldes próximas a la ciudad de Jisr al-Shughour, en manos de los insurgentes.
Irán, aliado incondicional del gobierno sirio, combate desde hace meses con fuerzas terrestres y apoyo logístico el terrorismo yihadista en Irak y Siria. Teheránaboga por impulsar una cumbre internacional para poner fin a la guerra en el país árabe con el presidente Bashar Asad sentado en la mesa de negociaciones.
Así, la portavoz del ministerio de Exteriores iraní, Marziyeh Afkham, ha señalado hoy que es necesario llevar a cabo una "lucha genuina contra el terrorismo", al representar una "amenaza contra la paz y la seguridad regional y global". Afkham ha agregado que para realizar esta lucha hay que demostrar "voluntad y determinación" y desarrollar una "acción conjunta basada en la cooperación con los gobiernos de Irak y Siria".
Tras la petición expresa de ayuda militar de Bashar Asad a Rusia, la República Islámica considera que la respuesta de Moscú a la demanda de Damasco "sitúa el devenir de la guerra un paso más cerca del final", ha precisado la portavoz.
El propio ministro de Exteriores, Mohamed Javad Zarif, también ha asegurado al respecto que la intervención rusa y "cualquier intento de terminar con el Estado Islámico son importantes porque movilizarán a la opinión pública hacia una solución política de la guerra".
La opinión pública en contra
Rusia e Irán coinciden en no dejar caer a Asad con el fin de la guerra, lo que les enfrenta a EEUU y a Europa, que ven al mandatario sirio como a un tirano que ha asesinado a miles de personas de su país. Aunque la opinión pública iraní desaprueba este apoyo incondicional al líder sirio, Damasco fue el único país que apoyó sin reservas a Irán durante la cruenta guerra con Irak (1980-1988). Desde entonces, y por razones geoestratégicas, Irán es un fiel aliado de Siria.
"Rusia ha redoblado sus posiciones en Siria y no dejará caer al gobierno de Bashar Asad", aseguraba el pasado domingo en Teherán Leonid Reshetnikov, un asesor del presidente ruso, en una reunión con el diplomático y ex ministro de Exteriores iraní Sayed Kharrazi.
Para Irán, el derrocamiento de Asad abonaría todavía más el terreno para la expansión del terrorismo y convertiría a Siria en un refugio para extremistas. Teherán insiste en que lo más urgente ahora es poner fin al baño de sangre y a la crisis humanitaria que sufre el país desde hace años, y una vez atajado este drama, la comunidad internacional debe negociar con el mandatario una salida negociada del conflicto.
El presidente iraní, Hasan Rohani, en su reciente intervención ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), afirmó que la República Islámica está preparada para "establecer la democracia" en Siria y Yemen -donde Teherán apoya logísticamente a los rebeldes hutíes frente a la invasión saudí-.
"Apoyamos la consolidación del poder a través del voto y por encima de las armas. [...] Hay que crear un frente unido para combatir el extremismo violento", zanjó el mandatario persa en Nueva York.
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