El ISIS felicita a sus 'lobos solitarios' de EE UU
“Juramos ante Alá vengarnos por mucho tiempo que nos lleve, como dijo nuestro jeque. La invasión de París no será la última. Hemos venido para aniquilaros.Ese es vuestro destino, infieles”.
Carlos Esteban
Jueves, 3. Diciembre 2015 - 20:48
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“Oh Alá, vemos lo que está sucediendo en el país del asno, Obama. Y es una acción de nuestros partidarios del Estado Islámico. Y si no lo es, lo veremos en poco tiempo, hermanos". El mensaje, en árabe en el original y firmado por un tal Abu al-Baraa al-Tunisi, fue enviado este miércoles a través de un servicio online de mensajería encriptada que usan a modo de red social los combatientes del Califato y sus militantes repartidos por el mundo, informa la publicación online Breitbart.
Al Tunisi, que hace en el mensaje referencia al ataque perpetrado este miércoles contra un centro de discapacitados que se saldó con 14 muertos, termina en estos términos: “Juramos ante Alá vengarnos por mucho tiempo que nos lleve, como dijo nuestro jeque. La invasión de París no será la última. Hemos venido para aniquilaros. Ese es vuestro destino, infieles”.
Un tal Saleel al-Sawarim manda por Telegram un significativo segundo mensaje: "Parece que nuestros combatientes en América y nuestros lobos solitarios empezaron a actuar respondiendo a la llamada de nuestro jeque al-Adnani (uno de los líderes y portavoz oficial del ISIS). Juramos repetir la misma acción que se llevó a cabo el 9/11. Y así como llenamos de plomo vuestros cuerpos en París juramos ante Alá no descansar hasta haceros temblar en el corazón de Washington y de todas las capitales de los infieles. Invadiremos Washington antes de invadir Roma. Nuestros explosivos están en camino, hijos de infieles”.
La noticia de que los autores de la masacre tenían nombres árabes y profesaban la religión islámica, retrasada por los medios convencionales tanto tiempo como se pudo, cayó ayer como una bomba entre la opinión pública norteamericana, a la que el presidente Obama intenta desesperadamente 'vender' la acogida en Estados Unidos de 10.000 supuestos refugiados procedentes de Oriente Medio.
La cuentas en redes sociales de prestigiosos medios y periodistas de renombre se mantuvieron enormemente activas durante las primeras horas de confusión insinuando que se trataba de supremacistas blancos y usando el trágico evento para presionar contra el derecho constitucional a portar armas de fuego. Con los cadáveres aún calientes y los atacantes dados a la fuga, Obama no desperdición la ocasión para renovar sus habituales demandas de un mayor control sobre las armas de fuego.
Pero al cabo de las horas la situación cambió de golpe cuando la policía dio el nombre del principal sospechoso: Sayid Farooq. De golpe, muchas de las cuentas más activas callaron y no pocos tuits se borraron precipitadamente. Desde ahí todo fue empeorando para la narrativa oficial: eran varios, estaban organizados, respondían a un plan premeditado tiempo atrás, eran musulmanes devotos...
La metedura de pata del presidente había sido más que considerable, pero ni con todos los datos ya a su disposición estaba dispuesto a deshacer el malentendido con elegancia. La mañana posterior al ataque aún afirmaba: “Es posible que se trate de un acto relacionado con el terrorismo, pero aún no lo sabemos; también podría estar relacionado con las condiciones laborales. No sabemos por qué lo hicieron”.
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