Recordando a Blas Infante el Día de Andalucía
Es un ejemplo a seguir por todos, por haber entregado su vida a la búsqueda de la verdad y a la defensa de los valores humanos. Fue un gran conocedor de la historia y de la identidad cultural andaluza. En su infatigable exploración de la historia llegó incluso a viajar a Marruecos para “reencontrarse” con los descendientes de los moriscos expulsados de Al-Andalus y visitar la tumba de Almotamid.
Fiel a sus principios, rechazó colaborar con la dictadura de Primo de Rivera y se levantó contra la concepción instrumental de la vida promovida por el capitalismo occidental. Volvió su mirada hacia el glorioso pasado cultural del pueblo andaluz en busca de soluciones que acabasen con los problemas que asolaban a las clases trabajadoras de Andalucía.
Blas Infante hizo posible que Andalucía se reencontrase consigo misma, tarea indispensable para poder seguir adelante. Era consciente de que el pueblo andaluz necesitaba recuperar su dignidad y orgullo para poder rebelarse a las imposiciones del españolismo y luchar con ímpetu por su libertad. Por ello, como reza el himno que compuso, busca entre los andaluces a los “hombres de luz que a los hombres alma de hombres les dimos”, para acabar siempre pidiendo “tierra y libertad, sean por Andalucía libres, España y la humanidad.”
Comprometido políticamente y con la lucha social, su legado sigue vivo en los símbolos que le concedió a su querida Andalucía. Por un lado una bandera verde y blanca de inspiración andalusí; «verde, como la esperanza, cuando se asoma a nuestros campos; blanca, como nuestra bondad», que dicen los versos árabes que la cantan, para que el pasado de esta tierra nunca más sea ignorado u olvidado. Y por otro lado un himno que llama a la libertad y a la justicia para que el pueblo andaluz tenga siempre el valor y el coraje de luchar por sus derechos y su dignidad y para que sirva de modelo al resto del mundo.
En su incansable defensa de los trabajadores y jornaleros andaluces, o felah-mengu -campesino expulsado- como él explica, dijo: «La tierra de Andalucía es de todos los andaluces que quieran trabajarla». En sus manifiestos siempre abogó por la universalidad y el multiculturalismo, así como por la convivencia pacífica entre las diferentes culturas y religiones, llegando a proponer incluso la restauración de la unidad con Oriente por el bien de España.
Es importante conocer la obra de Blas Infante para entender su persona, su activismo y su lucha. La esencia de su pensamiento se basaba en la idea de que Andalucía no es más que una colonia en manos de un Estado opresor que la condena sin remedio a la explotación y al subdesarrollo. Su ideología y sus exigencias siempre fueron en consonancia con «la vindicación esencial de un pueblo privado de su tierra por la conquista europea».
Su objetivo primordial siempre fue la reconstrucción y el ensalzamiento de Andalucía. En este sentido publicó diversas obras como Ideal Andaluz (1915), Motamid (1920), La dictadura pedagógica (1921), La verdad sobre el complot de Tablada y el Estado libre de Andalucía (1931), etc.
En 1936 Blas Infante fue asesinado a manos de los fascistas, sin juicio ni sentencia, por defender sus ideales, por darle voz a la verdad y por enfrentarse a las injusticias de su época.
¡Larga vida a Blas Infante!
¡Viva Andalucía libre!
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