En la guerra de Siria va ganando la estupidez
03-03-2017 06:49 PM
No cabe duda que para los gobiernos que se encuentran detrás de la Guerra de Siria, el futuro de los combatientes y las víctimas han pasado a segundo término.
La prueba de ello es que el miércoles pasado un número indeterminado de aviones rusos decidió bombardear la ciudad de Al Bab, Siria, en la que se encontraban algunas tropas aliadas al gobierno de Estados Unidos y que, supuestamente, fueron confundidas con soldados extremistas del Estado Islámico.
Pero eso no fue todo, y es que cuando el alto general estadounidense, Stephen Townsend, --responsable del área bombardeada-- hizo llegar un mensaje a los medios de comunicación en el que contaba los hechos, no dudó en agregar que “sólo algunas de las fuerzas de la coalición árabe habían sido bombardeadas; en parte gracias al mal funcionamiento de los aparatos rusos y los del régimen del presidente sirio Bashar Al Assad”.
Es decir, el general olvidó dar la cifra de los muertos y heridos por el accidente, olvidó explicar cómo es que en la zona hay bombardeos cuando aún queda un amplio número de civiles dentro del área, y peor aún, minimizó los hechos al decir que “solo algunas fuerzas de la coalición árabe habían sido atacadas”.
Pero, ¿qué habría sucedido si los afectados fueran soldados norteamericanos...? ¿Acaso Estados Unidos no hubiera hablado públicamente pidiendo una explicación clara de los hechos?
Además, aquí un punto que es mucho más terrible, esta es la segunda ocasión en el año en la que por un “accidente”, el ejército de Rusia comete una imprudencia en el territorio; ya que a principios de febrero, un caza moscovita mató a cuatro personas de origen tunecino y dejó cerca de diez heridos en la misma localidad.
Cabe agregar, que hasta este momento el gobierno ruso tampoco ha hecho ninguna declaración sobre el asunto, y menos aún ha pedido una disculpa tras los vergonzosos hechos.
Y es que desgraciadamente para el mundo parece que en Siria la estupidez, la violencia y falta de diplomacia están ganando la guerra; mientras las familias, los refugiados y los soldados siguen fungiendo como fichas en un tablero donde el ganador no gana nada y los verdaderos rostros detrás del conflicto se mantienen seguros en sus países.
¿Será posible que algún día esto de verdad acabe?
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