Corea del Norte: un país que nunca ha conocido la paz
10 abril 2013
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Desfile militar norcoreana
Image caption
El "Gran Líder", Kim Il-sung, sigue siendo una
figura de culto entre los norcoreanos.
Corea del Norte nació del conflicto entre comunismo y
capitalismo de la Guerra Fría, una historia de la que nunca ha sido capaz de
escapar.
Al final de la Segunda Guerra Mundial, Corea fue liberada de
décadas de ocupación japonesa y parecía destinada a recuperar su independencia,
con los aliados -EE.UU., China, Reino Unido y la Unión Soviética- apoyando ese
objetivo.
Lea también: El riesgo de un error catastrófico
Las fuerzas soviéticas y estadounidenses ocuparon los dos
extremos del país en lo que fue visto como un período de transición previo a
las elecciones democráticas. EE.UU. permaneció en el sur, en tanto que la Unión
Soviética ocupó el norte.
Pero, a medida en que la cooperación en la guerra entre la
Unión Soviética y EE.UU. se deterioró, emergieron dos estados: en el sur, la
República de Corea, apoyada por Estados Unidos; en el norte, la República
Popular Democrática Comunista de Corea, con un líder, Kim Il-Sung, que había
sido entrenado por el Ejército Rojo.
Jiang Zemin
y Kim Jong-il
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China ha sido uno de los grandes aliados históricos de Corea
del Norte.
Corea del Norte "nació como un monstruo", opina
John Everard, exembajador del Reino Unido ante Corea del Norte. "Fue
creada por oficiales del ejército soviético que parecían tener poca idea sobre
de la creación de un Estado".
"Ellos convirtieron a Kim Il-sung en un líder, pero
cuando hallaron que inspiraba poco respeto del público, levantaron en torno a
él un culto a la personalidad de corte estalinista, de modo que el país terminó
siendo gobernado por un rey dios, algo como los últimos reyes de Corea (antes
de la ocupación japonesa)".
Estalla la Guerra de Corea
En 1950, Corea del Sur declaró su independencia. Corea del
Norte, apoyada por la Unión Soviética y China, invadió el sur, lo que desató la
Guerra de Corea, que duró tres años.
EE.UU. intervino ante el temor de que un dominio comunista
en Corea podría tener implicaciones más amplias, dice Robert Kelly, de la
Universidad Nacional de Pusan, en Corea del Sur.
La frágil paz de una Corea dividida
Corea fue ocupada por los aliados después de la Segunda
Guerra Mundial, lo que puso fin a décadas de gobierno de Japón.
Los soviéticos ocuparon el norte y EE.UU. el sur. Primero
como aliados, después como rivales de la Guerra Fría. Las conversaciones de
unificación fallaron lo que dio origen a gobiernos separados.
En 1950, se desató la Guerra de Corea con la China de Mao
apoyando a Corea del Norte, y EE.UU. respaldando a Corea del Sur por temor a
que Asia pasara al poder comunista.
Un armisticio de 1953 creó una paz frágil y las tensiones
fronterizas han durado desde entonces.
"Si EE.UU. abandonaba la lucha en Corea del Sur,
Washington temía que en todas partes de Asia cayeran como piezas de dominó
(hacia el comunismo). Era algo que no podían arriesgar".
Una vez que la lucha llegó a un punto muerto, los
presidentes de EE.UU., Harry S. Truman y luego Dwight D. Eisenhower, utilizaron
la amenaza nuclear públicamente como un medio para tratar de poner fin a la
guerra.
Pero también estaba claro que Truman no quería que el
conflicto se extendiera o que desencadenara otra guerra mundial. En 1951,
cuando el general Douglas MacArthur -comandante de las fuerzas de EE.UU. en el
Lejano Oriente- pidió de forma pública atacar a China -partidario de Corea del
Norte- fue relevado de su cargo por insubordinación.
Kim Jong-un
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Con poco tiempo en el poder, Kim Jong-un ha amenazado con
usar su poder nuclear contra sus enemigos.
En 1953 se firmó el Acuerdo de Armisticio de Corea. Se
suponía que iba a ser una medida temporal, el establecimiento de una zona
desmilitarizada (DMZ, por sus siglas en inglés) a lo largo del paralelo 38.
Pero una paz permanente nunca fue firmada. Y las tensiones en la frontera han
perdurado desde entonces.
En sus primeros años, Corea del Norte prosperó, apoyada por
China y la Unión Soviética. Pero las tensiones fronterizas se incrementaron con
la rápida industrialización y el crecimiento económico de Corea del Sur.
"Corea del Sur llegó a ser realmente rica en la década
de 1970, mientras que Corea del Norte seguía siendo un típico ejemplo de
política estalinista. Al país le fue bien durante un tiempo, pero luego comenzó
a tambalearse", explica Kelly.
La década de 1980 terminó con la caída de la Unión
Soviética. Y la pérdida de la ayuda soviética constituyó un gran golpe. Cuando
China reconoció a Corea del Sur en 1992, Corea del Norte se sintió traicionada
y cada vez más aislada.
La Guerra de Corea aún no ha terminado. Las viejas
enemistades se mantienen, al menos a ojos de Pyongyang. Seúl ha avanzado
económicamente y se ha convertido en una democracia próspera. El Norte se ha
mantenido como en una burbuja desde mediados de los años 50.
Paul French - Autor y experto en Corea del Norte
"Su economía ha ido en caída libre desde el colapso del
bloque soviético", dice el autor y experto en Corea del Norte, Paul
French.
"La economía fracasó, la industria se estremeció hasta
terminar paralizada. Los mercados de exportación del bloque oriental se
desmoronaron".
"La agricultura norcoreana colapsó y el país cayó en
una hambruna a mediados de los años 90".
La ficha nuclear
El programa nuclear del país -que probablemente se inició en
la década de 1960, de acuerdo con el exembajador John Everard- se hizo cada vez
más importante.
"A medida que el entorno internacional se volvió en
contra de Corea del Norte, sus dirigentes llegaron a considerar el programa
nuclear como la garantía de su existencia como estado independiente", dice
Everard.
Dos choques clave de Corea del Norte
En 1976, dos oficiales del ejército estadounidense fueron
atacados en la zona fronteriza mientras podaban un árbol supuestamente plantado
por Kim Il-sung. Los mataron con sus propias hachas por funcionarios de Corea
del Norte. No hubo disculpa pero sí un mensaje de arrepentimiento de Corea del
Norte: "Nuestro lado nunca provocará de primero, pero toma medidas de
autodefensa sólo cuando ocurre una provocación. Esta es nuestra posición
consistente".
Uno de los intentos fallidos de asesinato a los líderes de
Corea del Sur ocurrió en 1983 cuando el presidente Chun Doo-hwan estaba de
visita en Birmania. 21 personas, entre ellas tres ministros surcoreanos,
murieron en el ataque. China amonestó a Corea del Norte y suspendió contactos
durante meses.
"El 'Gran Líder', Kim Il-sung; seguido por su hijo, el
'Querido Líder', Kim Jong-il; y ahora su nieto y 'Líder Supremo', Kim Jong-un,
han tenido una enorme carta de triunfo: la gran ficha de la negociación
nuclear", añade French.
Pero el programa nuclear de Corea del Norte también se
convirtió en la principal fuente de tensión con Occidente. Las relaciones con
EE.UU. y Corea del Sur han estado cerca de un punto de ruptura en varias
ocasiones.
En 1994, el gobierno del presidente de EE.UU., Bill Clinton,
estuvo al borde de la guerra con Corea del Norte, debido a la violación por
parte de este último de los acuerdos internacionales para el control nuclear.
En 2002, las tensiones estallaron de nuevo cuando Corea del
Norte expulsó a los inspectores nucleares internacionales en medio de
preocupaciones, luego confirmadas, de que estaban desarrollando armas nucleares
en secreto.
"La Guerra de Corea aún no ha terminado. Las viejas
enemistades se mantienen, al menos a ojos de Pyongyang", dice Paul French.
"Seúl ha avanzado económicamente y se ha convertido en
una democracia próspera".
Lea también: dentro de los muros de Corea del Norte
El Norte se ha mantenido como en una burbuja desde mediados
de los años 50, posicionando su narrativa histórica en términos de ser víctima,
sólo que ahora, con una capacidad nuclear, todo el mundo debe prestarle
atención".
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La URSS invirtió gran cantidad de tiempo, esfuerzo y dinero
entrenando al ejército norcoreano.
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