Mitos y mentiras sobre el terrorismo yihadista
El neoliberalismo desintegra a la sociedad civil y deja al individuo solo, frente a una realidad injusta
05/08/2016 - Autor: Ángel Álvarez Hernández - Fuente: Webislam
Francisco declaró que el islam no es terrorismo.
Una parte de la izquierda se empeña en repetir constantemente que el terrorismo es la respuesta de una parte de los pueblos de mayoría religiosa islámica frente al neoliberalismo y el neocolonialismo. Esta es una idea totalmente falsa que fomenta la desconfianza y el miedo al musulmán. En el debate, "Francia: estado de sitio", del programa "Fort Apache", (patrocinado por HispanTV) y que se puede ver por internet, la profesora de Estudios Árabes, en la Universidad Autónoma, Luz Gómez, dijo literalmente:
"Cuando hablamos del terrorismo como respuesta del mundo islámico a la realidad del colonialismo, creo que convendría matizar que no es terrorismo en abstracto, es yihadismo y que el yihadismo es una excrecencia, que tiene un componente islámico". https://www.youtube.com/watch?v=WPn_abm9RfI
Dicha manifestación, sea dicho con los debidos respetos, pues entendemos que no fue dicha con mala fe, es incorrecta, porque si es terrorismo no es islam y si es islam no es terrorismo. Si afirmamos que el Corán puede tener una interpretación "terrorista", estamos legitimando a los terroristas y dando fundamentos a los islamófobos, que atacan al islam y a los musulmanes. El profeta de Allah, (s.a.s), antes de iniciar una expedición, reunía a sus compañeros y les advertía de que “no mataran mujeres, niños, ancianos, monjes, a los que se rindiesen, ni que destruyeran o quemaran casas, cultivos o arrancaran árboles”.
Podemos afirmar que los terroristas asesinan mujeres, niños, monjes y prisioneros, grabándolos en video y difundiendo sus crímenes (cada vez más espantosos) por todas las redes sociales, por lo que están vulnerando lo que el Profeta de Allah, (s.a.s), ordenó y están saliéndose de la comunidad islámica, por sus actos, que no son aislados, sino generalizados, como un instrumento de guerra y control de la población, que ha constituido en algunos casos, auténticos genocidios. De lo que se deduce que el terrorismo no es musulmán, ni islámico, porque no respeta sus normas, y por tanto no puede ser catalogado de yihadista, porque el yihadismo es un acto de autodefensa frente a una agresión, y debe ser proporcional, y el terrorismo, ni es proporcional ni es un acto de autodefensa, luego el terrorismo tampoco es yihadismo. Ni es yihadismo, ni es musulmán.
Del mismo modo que nadie se plantea que el Ku Klux Klan sea una manifestación cristiana sino una utilización y manipulación del cristianismo para justificar el racismo y la esclavitud de la población afro-americana en Estados Unidos, mediante su segregación y discriminación, solo si tenemos prejuicios religiosos podemos ver a los terroristas como musulmanes y no como desviados, fanáticos o herejes.
El terrorismo es, por tanto, un instrumento del neoliberalismo y del neocolonialismo para justificar intervenciones armadas y el saqueo de las riquezas de los países en donde aparece.
En el programa, citado, Jorge Vestryngre, dice, "en la colonización se hicieron cosas malas y cosas muy buenas". Divulgadores como Santiago Alba Rico, (imitando a Henri Levy), apoyaron la intervención de la OTAN en Libia, y han pedido su intervención en Siria. La consecuencia de la intervención de la OTAN en Libia fue la destrucción del Estado y la creación de grandes zonas controladas por diferentes grupos terroristas entre los que se encuentra el DAESH, que venden el petróleo de estas zonas en el mercado negro y compran armas a los traficantes.
Durante el debate, Manuel Monereo, razona sobre los atentados terroristas en Francia, diciendo que la ruptura de los mecanismos de integración de la población inmigrante ha "provocado esto". Dicha manifestación no es correcta, ya que en Italia o España, la población inmigrante de origen musulmán tiene menos mecanismos de integración y la oleada de atentados terroristas no se ha producido. Los terroristas no representan ni defienden a la población musulmana, sino que son los mayores promotores de la islamofobia. El mayor enemigo de un musulmán que busca un trabajo o un alquiler es el terrorismo, que siembra la desconfianza y el miedo al islam, entre los empleadores o propietarios de pisos.
Es cierto, como dice Monereo, que el neoliberalismo desintegra a la sociedad civil y deja al individuo solo, frente a una realidad injusta, pero el terrorismo no ha defendido jamás la construcción de escuelas, hospitales o el reparto de la riqueza. El terrorismo, solo sirve a su amo y si miramos el mapa veremos que están en las rutas de los oleoductos y del petróleo, (Libia, Somalia, Nigeria, Iraq y Siria), del uranio, (Mali y Níger) y de las drogas, (Afganistán). El terrorismo no nace en los barrios deprimidos europeos de mayoría musulmana o inmigrante, sino en los elegantes salones de la oligarquía financiera. El terrorismo mueve miles de millones de dólares en la venta de petróleo y la compra de armamentos, que está depositado en paraísos fiscales.
Desmontar este enorme negocio es desmontar el terrorismo, pero mientras se relacione el terrorismo con el islam le daremos oxigeno para que el negocio siga funcionando.
México y Colombia, dos países sin población musulmana significativa, sufren la desestabilización de grupos paramilitares como en Afganistán, y coinciden con este en ser exportadores de drogas y compradores de armas.
En un momento del programa, Jorge Vestrynge se hace la siguiente pregunta: "¿El problema es el islam radical o el Frente Nacional?".
La respuesta es, que son dos caras de una misma moneda, y que el terrorismo, (que no el islam) está alimentando al Frente Nacional. Luego, a menos terrorismo, menos Frente Nacional, y la mejor manera de combatir el terrorismo es cortando su fuente de financiación, es decir un embargo del petróleo que venden en el mercado negro y de las armas que compran a través de traficantes, o de grupos moderados que son apoyados por occidente en la guerra de Siria. Algo que hoy es pura utopía. No debemos olvidar las frases del Papa Francisco, cuando dijo:
“Detrás de ese gesto están los traficantes de armas, que quieren sangre, no la paz, que quieren la guerra y no la fraternidad…"
Julián Assange, fundador de WikiLeaks, declaró a Democracy Now, que tiene en su poder correos electrónicos donde se evidencia que Hillary Clinton, supuestamente, ordenó entregar armamento al mal llamado Estado Islámico (DAESH).
La integración de la comunidad musulmana, como defiende Monereo, y una Europa que se reconozca en el islam, como algo propio, tal y como solicita la profesora Luz Gómez, son dos cosas absolutamente necesarias y muy positivas, pero siempre sin mezclar terrorismo con islam, porque en caso contrario esta integración no podrá darse nunca de manera plena y real.
Europa ha dejado, desde siempre, a los musulmanes en manos de los países del Golfo Pérsico, que han mantenido económicamente a imames y han invertido dinero en Mezquitas y Centros Islámicos, que divulgan el wahabismo, que nunca había existido en el Magreb ni en el resto de África hasta los años ochenta. Construir un islam europeo significa que los imames sean en su mayor parte europeos, que conozcan la historia, la cultura y el idioma de su país y que no están financiados por regímenes wahabíes.
Integrar a los musulmanes y hacer que el islam forme parte de Europa equivale a combatir la islamofobia. Manifestaciones como las de Jorge Vestrynge, quien desde su ignorancia se inventa la teoría de que un musulmán no puede denunciar a otro musulmán a un infiel, y por tanto la comunidad musulmana no colabora con la policía en la lucha contra el DAESH, o no acude a las manifestaciones de protesta contra el terrorismo, no se deberían permitir, ni quedar impunes, ya que criminaliza a todas las personas musulmanas por actos que repudian o de los que ellos mismos son víctimas.
Treinta de las 84 personas fallecidas en el atentado de Niza eran musulmanas, por no citar las masacres que ha realizado el DAESH en Oriente Medio.
El acto más emotivo en la lucha contra la islamofobia no ha venido de políticos o instituciones, sino del Papa Francisco, que a pesar del asesinato de un sacerdote, por el DAESH, declaró que el islam no es terrorismo, y el acto más emotivo contra el terrorismo ha sido ver a musulmanes yendo a misa en protesta contra el asesinato de este sacerdote y en condena del terrorismo, lo que demuestra que el terrorismo no tiene religión.
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