Tres años de horror
"Horror, horror". El vocablo tan asociado en el mundo del celuloide al coronel Kurtz de Apocalypse now va ahora de la mano en la política internacional con el Estado Islámico. Hoy se cumplen tres años del anuncio del «horror». Fue en la mezquita de Mosul, derribada recientemente por los propios yihadistas. Allí se proclamó el Califato del IS. Y desde allí se propagó el horror como pocos imaginábamos. Horror en Irak, en Siria, donde sufren a diario civiles golpeados y olvidados. Horror salpicado, y cada vez más frecuente, en la ya no tan segura Europa, donde no se esperaba ver de nuevo el lado oscuro del ser humano sólo décadas después de la barbarie del nazismo. El Califato puede estar retrayéndose en Oriente Próximo, pero se expande a su vez hasta los extremos de Asia y hasta el corazón de África. El horror de película se ha instaurado en la vida real. En Occidente, nos vemos forzados a convivir con ello. En Oriente, están atrapados en el mismísimo huevo de la serpiente.
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