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martes, 27 de junio de 2017

Terrorismo: dos caras de la misma moneda (1ra parte)

22/01/2014
Asins, Teherán.-
                                            Desde la Mesa de Estudios de América Latina del Instituto de Estudios de América (ASINS) se publica una serie de artículos sobre el terrorismo, donde se preguntan cuándo comenzaron los actos terroristas por parte del wahabismo, que similitudes tienen el wahabismo con el sionismo y en qué fundamentan sus acciones brutales y su expansionismo.  
El diario árabe Asharq al-Awsat publicó un artículo escrito por Muhammad Al-suri donde se analizan las actividades de las corrientes extremistas religiosas en Oriente Medio, como el wahabismo y el sionismo, considerando los orígenes de estos movimientos y el apoyo de Occidente para crear sediciones y conflictos en la región.
En este artículo, Al-suri escribió: “a pesar de todas las dificultades, la primavera árabe reveló muchas verdades en los países árabes. Una de estas verdades es el apoyo de los países imperialistas a los terroristas en la región, quienes a su vez alegaban ser enemigos del terrorismo”.
El terrorismo sionista y el terrorismo wahabí son los terrorismos más importantes en la región. Antes de hablar sobre el terrorismo wahabí, se debe analizar el terrorismo sionista y algunas opiniones planteadas desde Occidente, para luego comparar estos terrorismos brutales de raíces racistas.
El Sionismo no proviene del judaísmo
El sionismo fue un movimiento político que aprovechó las órdenes del judaísmo a fin de realizar sus objetivos secretos. Los fundadores de este movimiento fueron los judíos comerciantes de oro, inversionistas, propietarios de imperios mediáticos, centros de investigación y educación, así como los diferentes bancos judíos. Esos mismos, hasta ahora siguen apoyando el sionismo. Este movimiento consolidó el lobby sionista que tiene un gran poder e influencia en todas las esferas políticas, comerciales, económicas, sociales y sobre todo religiosas en Occidente.
Netanyahu y el retrato de Theodor Herzl, fundador del sionismo
Este lobby ha podido influir en los parlamentos occidentales y ha construido el neo-sionismo y el sionismo cristiano. Algunos de estos elementos en Estados Unidos son conocidos como los neoconservadores. Los partidarios de estas ideologías rechazan los no cristianos y no sionistas y los llaman “incívicos”. El sionismo cristiano no tiene nada que ver con el cristianismo. Es una ideología particular creada por los capitalistas apoyados por los lobbies sionistas y respalda los proyectos del régimen israelí en los territorios ocupados palestinos.
Los sionistas cristianos creen que el objetivo puede justificar los medios, es decir, la misma creencia a la que recurren los israelíes para justificar sus acciones.
De hecho, en el sionismo cristiano, los cristianos no dejan las órdenes de su religión o no se convierten en judíos, sino que permiten que las órdenes del sionismo entren en el cristianismo. De este modo, según el sionismo cristiano, los cristianos establecen una política en el que hacen uso de las órdenes sionistas en su religión para comerciar en el mundo mientras que actúan -sostienen- en base de los principios “fijos” del cristianismo. El racismo, el imperialismo y el terrorismo son las características más sobresalientes del sionismo cristiano.
En el sionismo cristiano, las creencias de los cristianos y sionistas se analizan a base de su regla de oro: “el objetivo justifica los medios”. Las tendencias racistas de los sionistas atraen a sus amigos y amenazan a sus enemigos. Una de las hipótesis del irresuelto asesinato del ex presidente estadounidense John F. Kennedy justamente sostiene que habría sido perpetrado por este movimiento. La “difamación del carácter” es otro de los medios empleados asiduamente por el sionismo cristiano. Los sionistas cristianos acuñaron ciertos términos en los países occidentales aplicados para respaldar los intereses del régimen israelí. Uno de estos términos más comunes es la denuncia constante de “antisemitismo” ante cualquier tipo de manifestación o declaración anti-sionista.
Oposición de los judíos a las ideas sionistas  
Se debe decir que ninguna religión, como el cristianismo o el judaísmo, acuerdan con las ideas sionistas. En realidad, se enfrentan a ellas. Desde el principio, el pueblo judío y los círculos religiosos judíos se opusieron al establecimiento del sionismo. De hecho, la oposición de los judíos con las ideas de los sionistas ocasionó el traslado de la sede de la primera conferencie del sionismo de Múnich a Basilea en 1897.
Todavía algunos no saben que los rabinos de Viena, la capital de Austria, donde estudió Theodor Herzl, el padre del sionismo, se opusieron a las opiniones sionistas. Hay muchos documentos que señalan que el enfoque del sionismo no proviene de las órdenes del judaísmo, sino que sería un movimiento político ilegítimo que en el nombre de la religión se impone aspiraciones imperialistas brutales. Además, existen otros documentos que muestran que el Comité Ejecutivo del consejo de rabinos judíos en Alemania protestó contra el sionismo antes de la celebración de la primera conferencia sionista anunciando que la idea de establecimiento de un gobierno para los judíos iba en contra de las opiniones de la “emancipación de judíos”.
En los principios del establecimiento del régimen de Israel, el Reino Unido publicó la declaración Balfour en la que el gobierno británico declaraba su acuerdo acerca de la creación de un hogar nacional judío en Palestina. En el Reino Unido existían los dos principales institutos judíos: la Cámara de Diputados judíos de Inglaterra y Consejo Judío de Gran Bretaña. Los dos institutos se opusieron a las opiniones sionistas.
Estados Unidos fue uno de los principales aliados del sionismo. Los rabinos estadounidenses en la principal conferencia anunciaron su oposición con los análisis sionistas sobre el judaísmo y confirmaron que estos análisis provenían de un enfoque racista. Asimismo, el Comité Judío estadounidense adoptaba una postura contra el movimiento sionista desde 1906 hasta 1940. En 1919, Julius Kahn miembro del Congreso de los Estados Unidos (estado de California), junto con 30 importantes figuras judías escribió una carta para Thomas Woodrow Wilson, presidente estadounidense durante la Primera Guerra Mundial. El texto completo de la carta fue publicada por The New York Times el 5 de marzo de 1919 bajo el título “Protestas ante Wilson contra el Estado Sionista. Representantes judíos le solicitan que la cata sea presentada ante la Conferencia de Paz”. Allí, los firmantes sostenían que la creación de un hogar nacional judío en Palestina sea considerado un “crimen contra los profetas y líderes judíos”. (Leer la carta original).
Por lo tanto, puede decirse que las estructuras sionistas no provinieron de la religión del judaísmo. En realidad, el sionismo abusó de las órdenes y palabras principales del judaísmo con el fin de realizar sus objetivos racistas a través de cualquier medio, entre ellos, del terrorismo. Entonces, poco a poco, el método sionista fue influyendo en las estructuras judías, al punto que actualmente no se puede distinguir fácilmente las diferencias entre el sionismo y judaísmo.
Creación de wahabismo tras matanza y profanación de santidades religiosas
El wahabismo es otro movimiento terrorista en la región. Es una corriente política y religiosa musulmana de la rama mayoritaria del sunnismo. Este movimiento racista fue fundado por Muhammad ibn Abd al-Wahhab y Muhammad ibn Saud en Najd, una región de la parte central de la península arábiga. Después de que Muhammad ibn Abd al-Wahhab fuera expulsado de la ciudad de Uyainah (ubicada a setenta kilómetros al noroeste de Riad, capital de Arabia Saudí) y su familia se opusiera a sus herejías contra el Islam, se unió a Muhammad ibn Saud, fundador de un Estado independiente en Najd. Desde aquel tiempo, los dos decidieron trabajar juntos y fundaron la dinastía saudí según los principios del salafismo. Ibn Saud formó el grupo de los famosos bandidos en Diriyah, ciudad de Arabia Saudí, soñando con convertirse en rey. También, Muhammad ibn Abd al-Wahhab buscaba crear una ideología religiosa para atacar al Islam. Ibn Abd al-Wahhab se comprometió a ser el muftí del rey ibn Saud, emitiendo fatuas inhumanas para la matanza, destrucción y agresión de la población.
Ibn Abd al-Wahhab analizaba los órdenes religiosos a favor de la familia de Al Saud, e ibn Saud insistía mucho para emitir estos análisis wahabíes. Por lo cual, la corriente terrorista del wahabismo se formó a base de la corrupción, a la matanza de inocentes, la agresión hacia las mujeres y la destrucción de casas en Najd. Estas acciones brutales se continuaron en Uyainah, la ciudad del nacimiento de ibn Abd al-Wahhab, transformándola en ruinas.
Después de estas brutalidades y matanzas en Najd, los wahabíes atacaron otras regiones. En la ciudad de Taif, provincia de La Meca, asesinaron a muchas personas, saquearon el pueblo, robaron y violaron mujeres y niños, destruyendo los lugares sagrados. Los ataques de los wahabíes a La Meca y Medina, ciudades sagradas donde Mahoma, el profeta fundador del Islam recibió revelaciones de Dios, tuvieron resultados desastrosos por los ataques de los wahabíes saudíes.
Algunos resultados de los ataques wahabíes:
–         Los wahabíes saudíes destruyeron el cementerio de Al-Baqi, las tumbas de algunos imames chiíes y algunos de Ansar y Mohajir (acompañantes del profeta Mahoma).
–         Destruyeron la casa donde nació el profeta Mahoma.   
–         Destruyeron la casa de Jadiya, la primera esposa musulmana del profeta Mahoma.
–         Destruyeron la cúpula de la mezquita del Profeta del islam e intentaron exhumar su tumba, pero tuvieron que detenerse obligados tras masivas protestas de los musulmanes.
–         Robaron la plata de la cúpula de la mezquita del Profeta del islam.
–         Destruyeron el lugar de nacimiento de Fátima az-Zahra (hija del profeta Mahoma) y casa del profeta Mahoma, en la calle de al Hajar, en La Meca.
–         Dejaron en ruinas la casa de Hamza ibn Abd al-Muttalib, tío del profeta.
–         Destruyeron la casa de Al Arqam donde el profeta Mahoma se reunió con sus compañeros secretamente.
–         Destruyeron las tumbas de los mártires musulmanes en la región de Al Moala
–         Dejaron en ruinas las tumbas de los mártires de la batalla de Badr y el lugar histórico de Al-Arish.
–         Destruyeron la casa de Abu Bakr, primer califa sunita.          
La raíz histórica del wahabismo se basa en la creencia fundamental de que solo existe un grupo legítimo en el Islam (el wahabismo) y que las otras sectas del Islam, y las otras religiones son falsas, por lo que sus creyentes serán quemados en el infierno. También consideran paganos a todos los que se oponen a las opiniones del wahabismo o lo critican. Por eso no importa derramar su sangre o destruir sus propiedades. La otra base fundamental del wahabismo es su lucha contra lo que ellos consideran herejía o idolatría. En su opinión, aún Meca y Medina son consideradas ciudades de los paganos. De ahí la justificación de sus actos de barbarie contra los lugares sagrados.
George W. Bush y el rey Abdullah bin Abd al-Aziz Al Saud
Después de que el movimiento del wahabismo dominó la Península Arábiga y reunió a los jefes de las distintas tribus a través de amenazas y sobornos, empezó una gran movilización hacia Sham en el norte del país, para luego sitiar Damasco y llegar a Homs. Los pobladores de Sham pidieron ayuda del imperio otomano y al imperio egipcio para que pongan fin al desarrollo del wahabismo. Mohamed Ali Pasha envió su ejército para hacer frente a los wahabíes saudíes para finalmente detenerlos luego de una guerra de siete años, con lo cual termina el primer periodo del wahabismo.
El segundo periodo está marcado por el descubrimiento de petróleo por parte del wahabismo saudí, en los desiertos de Arabia Saudí. Con ello se hicieron de grandes riquezas que fue utilizada para expandir su pensamiento y enfrentar a sus enemigos. Somalia fue el primer país invadido por el wahabismo en este segundo período de su desarrollo. La destrucción y los conflictos actuales en Somalia deben buscarse en esta penetración wahabí.
Las similitudes básicas entre el wahabismo y el sionismo
En las creencias del wahabismo saudí solo valen las partes del Islam que están en el interés político de esta secta. El resto es rechazado y considerado como blasfemia, aunque figure en el libro del Corán. El sionismo también posee dicha característica en su interacción con el judaísmo. A pesar de que en muchos versículos del Corán son alabadas la tolerancia y la bendición, el wahabismo permite la violencia, la matanza y la acusación de blasfemia.
En el momento de su creación, al igual que el sionismo, también el wahabismo ha adoptado el enfoque de asesinar a sus oponentes. Adham bin Davas, gobernador de Riad y Uthman bin Hamd bin Muammar, gobernador de Al eine, fueron víctimas del wahabismo. Bin Muammar fue asesinado mientras estaba rezando en una mezquita. Las bases del wahabismo fueron establecidas a través de la intriga, la guerra civil, las matanzas y la destrucción de lugares sagrados islámicos.
A pesar de las diferencias entre el wahabismo y el sionismo, ambos encuentran su origen en el terrorismo regional. El wahabismo por su parte, es un ejemplo atrasado y primitivo del sionismo. Tal vez dicho retraso se deba a la diferencia de los tiempos en los que vivieron Theodor Herzl y Muhammad bin Abdul Wahab. Pero, como lo mencionamos, ambos son movimientos políticos abusan de la religión para desarrollar y justificar todos sus crímenes con el uso de la regla de oro: “el objetivo justifica los medios”.
Por otro lado, hoy en día si alguien critica las acciones de los sionistas, será llamado un terrorista, un nazi, un antisemita. La misma estrategia está presente en el wahabismo, de modo que si alguien critica las medidas de esta secta, o a la familia de Al Saud, será llamado un pagano, un rafezi y el enemigo de Dios y del islam.
El wahabismo, como el sionismo, se ha extendido en el mundo y ha penetrado en los pueblos con sus falsas creencias. También ha creado un verdadero lobby activo no solo en los países islámicos, sino en todo el mundo. Con el uso de dicho lobby, los wahabíes tienen la intención de reunir jóvenes extremistas yihadíes en Siria para que integren los grupos terroristas.
Cabe decir que gran parte del poder económico de los Sauditas, como el de los sionistas, es invertido en la formación de redes satélite y sitios para publicar libros y periódicos en distintos partes del mundo con el fin de promover la visión wahabí y de sostener la asociación antigua de Ibn Saud y Ibn abdulwahab.
Además de lo mencionado, también existen otras similitudes centrales entre los movimientos del sionismo y el wahabismo:
1.         El racismo: ambas sectas disfrutan de motivaciones raciales profundas y tienen un fuerte odio hacia los extranjeros. Llaman al no-sionista, esclavo y bastardo, y suponen que será quemado en el infierno después de su muerte, animando el ataque contra los no-Judíos. Los wahabíes tienen el mismo enfoque. Consideran a sus oponentes de otras sectas del Islam y no musulmanes como paganos y herejes, por lo cual, históricamente, su matanza o la captura de sus esposas era permisible.  Actualmente, el sionismo expresa ese odio hacia la mayoría de los pueblos árabes. Recientemente se han producido fuertes manifestaciones racistas contra inmigrantes africanos negros que intentan establecerse en Israel. La ley en Israel, así como otros métodos racistas-científicos como el muro de exclusión, el sistema de check point entre otros elementos, constituyen un verdadero sistema de apartheid contemporáneo. Las matanzas y atentados terroristas contemporáneos por parte de grupos del wahabismo se justifican como ataques contra paganos o herejes.
2.         El aumento del terrorismo: El sionismo y el wahabismo colaboran con el aumento del terrorismo en el mundo de manera extrema. El wahabismo es una manifestación radicalizada y actualmente está involucrado con muchas guerras en distintas partes del mundo. Por su parte, los sionistas han concentrado sus actividades militares en Palestina ocupada y en el ataque a Líbano. Tal vez dicha diferencia es debido al pensamiento elemental de los wahabíes. Los sionistas, en su lucha por la construcción del estado propio, llevaron adelante una gran cantidad de atentados terroristas, detonando bombas contra la población árabe y musulmana, entre ellos,  los palestinos. Todas las matanzas y el terrorismo cometido por los sionistas contra los palestinos fueron con el fin de expulsarlos de las regiones estratégicas para la consolidación del estado sionista de Israel. La misma medida está siendo llevada adelante actualmente por los wahabíes en Irak, Siria, Afganistán, Somalia y Yemen. Mediante la generación de disturbios, miedo y caos los wahabíes tienen la intención de extender su dominio en zonas críticas, ya que en un ambiente estable y pacífico, no hay lugar para el desarrollo del wahabismo. Desde su nacimiento, en cualquier parte del mundo en el que se desplegaron los wahabíes, hubo guerra.
3.         El abuso de la religión: Ambas sectas abusan de la religión como una medida para promover su agenda política, extrayendo las partes de la religión que sirve para su interés, ignorando o despreciando el resto. Ninguna de dichas escuelas son verdaderas sectas ni del cristianismo, ni del judaísmo ni del Islam.
4.         El uso de amenazas y sobornos para promover sus objetivos: Las dos sectas utilizan el dinero y el terrorismo para extender su pensamiento y opiniones. Con el uso de su poder económico llevan adelante un terrorismo intelectual en todas las regiones que controlan o que buscan controlar. Consideran que quienes los critican, están criticando a su Dios o su profeta.
Según los eventos de la primavera árabe y los procesos que desencadenó, es claro que el wahabismo y el sionismo son dos caras de una misma moneda: el terrorismo regional. El wahabismo está tratando de tener relaciones de amistad con el sionismo a pesar de las matanzas de Israel en los países islámicos. Lo mencionado muestra las paradojas de la situación. Los anti-sionismos son llamados por los wahabíes “enemigos de Dios y la religión”, exactamente tal como los sionistas llaman a sus oponentes, los “enemigos del libro sagrado y sus predicciones”.
Esto es el juego macabro que ha instalado el sionismo en el Cristianismo y en el judaísmo, y el wahabismo en Islam.
Los musulmanes y especialmente los sabios islámicos deben permanecer vigilantes y encontrar una solución antes de que la historia se repita, y lo que ocurrió en el judaísmo pase en el Islam.  En conclusión, podemos llamar al wahabismo como “el sionismo islámico” ya que es la reproducción de las creencias sionistas en la religión del Islam exactamente como “el sionismo cristiano”, un punto de vista común en los núcleos de poder político y económico en los países centrales de Europa y en Estados Unidos.
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