La visita del Presidente estadounidense Donald Trump a Arabia Saudita el 20-22 de mayo, 2017 cuyo punto culminante fue la cumbre a la que asistieron 50 países árabes e islámicos, fue ampliamente cubierta por la prensa árabe. Los artículos publicados en los diarios árabes que apoyan al “eje moderado” en el mundo árabe, que encabezan Arabia Saudita y Egipto, elogiaron e manera general al Presidente Trump por su decisión de visitar Arabia Saudita y por el discurso que pronunció durante la cumbre, en la que se concentró en la lucha contra el terrorismo y en el tema de Irán. Sin embargo, algunos de estos artículos también expresaron críticas a la política de Trump en la región y a la conducta de los líderes árabes.
Por ejemplo, Nayla Tueni, redactora jefe del diario libanés Al-Nahar, asociado a las Fuerzas 14 de Marzo, escribió que la política del Presidente Trump, tal como se refleja en este discurso, perjudica a los aliados estadounidenses en la región, ya que los trata simplemente como una herramienta para implementar la política estadounidense sin concederles los recursos necesarios para realizarlo. Trump por ende los expone a la crítica, dice Tueni y los convierte en blanco de sus rivales – Irán, el régimen sirio y Hezbolá. Ella agregó que el mundo árabe debe abrirse a otros países, principalmente a Rusia.
Marwan Al-Mu’asher, ex canciller de Jordania, escribió en el diario jordano Al-Ghad de que Trump se centró en adoptar un enfoque de seguridad para tratar el tema del terrorismo, sin referirse a los problemas económicos y sociales que afectan al ciudadano árabe común, problemas que se encuentran entre las causas del terrorismo. Al-Mu’asher dirigió duras críticas a los líderes árabes que se apresuraron a acogerse a las directrices de Trump a pesar de sus posturas hostiles hacia los árabes y el Islam y adoptar su enfoque de la lucha contra el terrorismo. Este advirtió que la política de Trump es probable perjudique grandemente a la región y pidió a los líderes árabes dejar de contar con los Estados Unidos para resolver sus problemas y comenzar a centrarse en el desarrollo económico y social de sus países.
Lo siguiente son extractos de los artículos de Tueni y Al-Mu’asher.
Presidente Trump hablando en la cumbre árabe-islámica en Riad (imagen: Arabic.cnn.com, 22 de mayo, 2017)
Editor del diario libanés Al-Nahar: Instar a los árabes a combatir contra el terrorismo por su propia cuenta no es suficiente
Nayla Tueni, editora en jefe del diario libanés Al-Nahar, escribió: “El discurso del Presidente estadounidense Donald Trump en la cumbre de Riad no le sirve a ninguno de los aliados estadounidenses en el Medio Oriente o a aquellos sospechosos de aliarse con los Estados Unidos sólo debido a su oposición a las políticas de Irán, la cual está aliada al régimen sirio y a otras organizaciones y fuerzas hostiles a los regímenes árabes moderados y a la estabilidad regional. Algunos percibirán en el discurso de apoyo a la oposición a Irán, pero de hecho el discurso es perjudicial para este, ya que crea un vacío al movimiento de oposición [a Irán] de su contenido genuino y lo presenta como si estuviese ejecutando la voluntad de Occidente… Estas fuerzas [que Se oponen a Siria e Irán] pudiesen estar rodeadas y ser acusadas de colaborar [con los Estados Unidos] y atacadas con todas las armas posibles en un esfuerzo para silenciarlos para siempre. No sería sorpresa que partidarios de Hezbolá en el Líbano, miembros del régimen sirio y aquellos que disfrutan de material de apoyo militar de Irán lancen ahora un ataque político y mediático organizado para cosechar ciertos beneficios del discurso de Trump… y ejercer presión en todo lo justo y el discurso soberano.
“Aunque las reuniones celebradas en Riad se refirieran a la lucha contra el terrorismo y al agotamiento de sus fuentes de financiación, la parte que más destacó del discurso del presidente de los Estados Unidos fue el empuje hacia la lucha contra el terrorismo en contra de los propios árabes sin poner realmente a su disposición todos los recursos del mundo para [permitirles] abordar esta difícil tarea. La lucha contra el terrorismo y el intento de frenarlo como primer paso para erradicarlo totalmente, si fuese posible, requiere colocar toda la experiencia internacional y todas las capacidades de inteligencia de las superpotencias, al servicio del gran plan. Las proclamas y estímulos no son suficientes, ya que [acusar a los árabes solos con esta tarea] es, de hecho, un llamado a los árabes a que se enfrenten unos a otros y libren guerras con sus vecinos, quienes agotarán sus recursos financieros y humanos y no beneficiarán a nadie en lo absoluto. De hecho, es probable que esto conduzca al crecimiento de nuevos grupos y organizaciones terroristas. Por sí solo, la ‘vara’ norte-americanista es inútil y nos recuerda las luchas internacionales que desencadenaron el terrorismo en muchas ocasiones. Deberíamos abrirnos a otros países, de los cuales es muy probable Rusia sea el más prominente”.[1]
Ex canciller jordano: Trump no es el salvador del mundo árabe, deberíamos nosotros resolver nuestros propios problemas
Marwan Al-Mu’asher, ex-canciller de Jordania, escribió: “Desde que asumió el poder, el presidente estadounidense ha expresado singular desprecio por los árabes y los musulmanes. Inmediatamente después de asumir el cargo, emitió una orden para impedir que los ciudadanos de siete países musulmanes visitaran los Estados Unidos. Luego el Presidente Trump se negó a reunirse con algún líder árabe en función oficial antes de reunirse con el Primer Ministro israelí Benjamin Netanyahu. A esto se sumaron sus reiteradas declaraciones de que tenía la intención de trasladar la embajada de Tel Aviv a Jerusalén y su deliberada negativa de relacionarse con la solución de dos estados.
“Aquellos que siguieron el viaje de Trump a la región y su recepción oficial en los países árabes que este visitó les costó creer que la persona quien fue bien recibida era el mismo hombre [responsable de todas esas políticas y declaraciones]. Mientras existe una preocupación legítima por Irán y sus intenciones en la región y mientras haya una necesidad de derrotar al EIIS y su brutal ideología, el ciudadano común [de todas formas] se pregunta si las posturas del nuevo presidente respecto a Irán y el EIIS justifican su desprecio por los otros problemas que preocupan a ese ciudadano. ¿Tiene sentido que la Autoridad Palestina ondee banderas dándole la bienvenida a Trump como un hombre de paz? Y cómo debería el ciudadano común entender los $400 billones en acuerdos firmados entre Arabia Saudita y Trump, de los cuales $110 billones son para el armamento militar, en ausencia de cualquier discusión sobre las necesidades de desarrollo [y] en un momento en que los precios del petróleo están cayendo? Nosotros [los jordanos] estábamos muy emocionados porque el presidente estadounidense nos mencionó cuatro veces en su discurso, como si eso borrara sus posturas anteriores y futuras, incluyendo las que asumió durante su visita a Israel y su visita al Muro Occidental, y el hecho de que no mencionó a la ocupación israelí.
“¿Qué está sucediendo en el mundo árabe? ¿Perdimos nuestra brújula o fue que nunca la tuvimos? Continuamos insistiendo en un enfoque basado totalmente en el área de seguridad de nuestros problemas, en un momento en que la tasa de desempleo continúa aumentando y la tasa de desarrollo viene desacelerándose y en un mundo que está cambiando rápidamente debido a la tecnología moderna que crea grandes desafíos de empleo en el Occidente industrializado y mucho más para nosotros. Algunos empleos están desapareciendo mientras que otros están siendo creados a través del avance tecnológico y la brecha [tecnológica] entre nosotros y Occidente, que en principio fue grande y crece cada vez más, como resultado de nuestros regímenes rentistas y nuestros fracasados sistemas de educación, en lugar de concentrar nuestros intereses y nuestros recursos en una educación de calidad fomentando innovación y creatividad, respetando todos los componentes de la sociedad y creando puestos de trabajo verdaderos, seguimos convencidos de que el terrorismo sólo debe combatirse a través de medios militares. Si bien nos jactamos ocasionalmente sobre nuestro entendimiento a la importancia del desarrollo, poco de esto es reflejado en nuestra política o en nuestros presupuestos. Los desafíos de hoy y mañana siguen siendo abordados con las soluciones de ayer.
“Parece ser que el sistema político árabe de hoy es el más débil que haya existido en toda su historia. Por un lado, no entiende que el mundo ha cambiado tecnológica, política y económicamente y que el enfoque autoritario de la gobernabilidad se encuentra obsoleto. Por otro lado, todavía se apoya en un salvador mayor [es decir, Estados Unidos] que no ha dejado de hablar abiertamente sobre su política agresiva hacia nosotros… ¿Realmente creemos nosotros que nuestros elogios por Trump garantizan que este cambiará esa política? ¿Hemos alcanzado el punto en que esas palabras de alabanza se han convertido en la política sobre la cual basamos el trato que le damos a nuestros problemas?
“Parece ser que el mundo árabe todavía no está listo para dirigir sus propios asuntos y comenzar a tratar seriamente el desafío de su desarrollo económico y político, así como también su desarrollo en el área de seguridad. Durante mucho tiempo les pedimos a los Estados Unidos que no interfieran en nuestros asuntos internos, en particular después de la desastrosa interferencia del gobierno del Presidente Bush [hijo] durante su guerra con Irak. Entonces ¿por qué alabamos al gran salvador norteamericano?, Lo que el ciudadano árabe desea es que los Estados Unidos eviten causar males mayores. ¿Podemos afirmar eso hoy, con su enfoque en el área de seguridad… en lugar de un desarrollo económico y político y dándole a los estados árabes una falsa sensación de seguridad, Trump no causará ningún daño adicional? Estas son las preguntas legítimas que deben ser planteadas hoy”.[2]
[1] Al-Nahar (Líbano), 22 de mayo, 2017.
[2] Al-Ghad (Jordania), 31 de mayo, 2017.