Málaga, la ciudad de los doscientos cincuenta sabios.
Entrevista a Virgilio Martínez Enamorado
30/08/2017 - Autor: Redacción Webislam - Fuente: WebIslam
Virgilio Martínez Enamorado (Casabermeja, 1965) es uno de los historiadores especializados en Al-Ándalus más reputados de nuestro país. Profesor de la Universidad de Málaga y vicepresidente de la Sociedad Española de Estudios Árabes (SEEA), tiene una amplísima y referencial producción bibliográfica sobre el mundo medieval andalusí y magrebí. WebIslam se reúne con él en la exposición que ha comisariado en el Museo del Patrimonio de Málaga (MUPAM) para entrevistarle. En Málaga ciudad del saber, hasta el 24 de septiembre de 2017, se presentan piezas fundamentales que nos hacen comprender el papel del mundo intelectual en la Málaga andalusí y su relación con el mundo islámico medieval.
WebIslam_ ¿Cómo se gestó y cuáles son los objetivos esta exposición sobre la Málaga ciudad del saber?
Virgilio Martínez_ Fue una propuesta mía al Ayuntamiento de Málaga que afortunadamente esta institución acogió. En ella, se quiere mostrar una visión de la sabiduría acumulada en la Málaga islámica. No es una exposición sobre la Málaga andalusí sino una exposición sobre la gente del saber. En estos tiempos que corren es fundamental dar a conocer al gran público que el islam ha producido un elenco de gente de conocimiento y ciencia imponente. Hay en la exposición una relación de más de doscientos cincuenta sabios malagueños durante ocho siglos de existencia y sus manifestaciones materiales. Se puede decir, con las reservas que se quieran, que esos ocho siglos dieron más sabios que en todo el periodo que abarca desde la conquista (1487) hasta los años 70 del siglo XX, cuando se creó la Universidad de Málaga. Esto demuestra la potencia y la pujanza de Málaga dentro de la cultura andalusí.
WI_ Por lo que cuentas parece que Málaga fue mucho más importante de lo que suele pensarse, ¿A qué se debió ese peso en la geografía andalusí?
VM_ Málaga fue una ciudad fundamental. Estaba en contacto con el norte de África y se convirtió en uno de los puertos fundamentales del sur de Al-Ándalus, muy abierto al Mediterráneo y al estrecho de Gibraltar. Había un trasiego constante destacado de gente de diversas procedencias. La ciudad comenzó siendo irrelevante –a pesar del Califato hammudí en el siglo XI-, pero a partir del siglo XI —tras la caída de Almería en una acción liderada por los genoveses— adquirió mucho protagonismo como puerto, llegando a su cénit en el siglo XIV cuando se convirtió en el puerto del sultanato nazarí de Granada y la ciudad tuvo un esplendor económico muy notable.
WI_ ¿Cuánta importancia tuvo el puerto en todo este desarrollo?
VM_ Por el puerto no solo entraban mercancías, también entraban libros y conocimientos procedentes de todo el mundo islámico, además de los sabios que viajaban de un lugar a otro. Así, Málaga se convirtió en la cuarta ciudad de Al-Ándalus en número de sabios. Los gobernantes, bastante influidos por los sufís en su período tardío, debieron favorecer una campaña a favor de las letras, las artes y las ciencias, sin olvidar la espiritualidad.
WI_ ¿Quienes fueron los principales sabios de la Málaga andalusí?
VM_ Pues hubo varios de altísima importancia. Hay que destacar, por ejemplo, a Ibn al-Baytar (ss. XII-XIII), el gran botánico malagueño conocido en todo el mundo islámico. Otro fue Ibn al-shaykh al-Balawi, un importantísimo enciclopedista y que vivió, posteriormente, en Alejandría y que relata el faro de esta ciudad. Muy significativo también es Ibn Askar, que tiene una historia de Málaga en la que cita toda la erudición local de época almohade. Estos son algunos nombres clave para entender las relaciones de Málaga con la intelectualidad de su tiempo. Todo esto sin contar a los sufís…
WI_ Por lo que nos has dicho el sufismo fue una de las claves para que Málaga se convirtiese en ciudad del conocimiento. Podrías explicarnos ¿a qué se debe esto? y ¿quienes fueron los sufís malagueños?
VM_ Como he dicho antes, durante el siglo XIV el gobierno de la ciudad estuvo muy influido por los ulemas locales que eran, mayoritariamente, sufís. El sufismo arraigó, como doctrina, muy bien en la ciudad de Málaga. Hay constatados, por diversas fuentes, que hubo cofradías sufís muy activas en los siglos XIII y XIV, con más de veinte mezquitas. Funcionaron en la ciudad una cincuentena de mezquitas. De entre las familias más preeminentes destaca la de la familia al-Saheli. Tanto el padre como el hijo fueron shaykhs en una zawiya en la Medina y, es más, Muhammad al-Saheli “El enturbantado” (el hijo) fundó la primera madrasa de Al-Andalus.
WI_ Virgilio, acláranos eso, ¿te refieres a madrasa en el sentido de institución académica o más bien a una zawiya o espacio donde se reúnen los sufís?
VM_ Madrasa, madrasa… La primera, pues fue fundada en 1335. Esa madrasa, cercana a la mezquita Aljama, equivalía a una Universidad donde se formaba a la gente no solo en temas jurídicos y teología, sino de “la ciencia de los antiguos” (artes liberales) como filosofía, lógica, retórica, textos clásicos o medicina, tal y como Ibn Khaldun lo describe en sus obras. El hecho de la construcción de la madrasa a espaldas de la Mezquita Mayor es una prueba, aunque nos queda mucho por estudiar, de que los sufís malagueños tenían influencia y protección entre las autoridades malagueñas. Es una prueba fehaciente de la aquiescencia a su actividad.
WI_ Esta historia es absolutamente fascinante y olvidada. Ahora hay mucho interés por los manuscritos y los mitos que les rodean, así que te preguntamos: ¿Han sobrevivido manuscritos de esas épocas?
VM_ Si, y de hecho en la exposición tenemos un manuscrito la Bughyat al-Salik (El deseo del caminante) de Muhammad al-Saheli, un excepcional tratado sufí bien conocido en el Magreb. En ella se relata las actividades de estos sufís malagueños en los arrabales de la ciudad de Málaga. También está el Corán (de época almohade) y los manuscritos del alfaquí de Cútar que dan buena cuenta de que ese conocimiento pervivió hasta la conquista. De hecho, se hallaron esos manuscritos tras un tabique en una casa del pueblo de Cútar, en plena Axarquía malagueña. Los escondieron para que los conquistadores no los quemaran como pasó con tantos otros libros.
WI_ Esta es, sin duda, una de las partes más tristes de la historia moderna española. ¿Se quemaron muchos libros en Málaga? ¿Cómo influyó la toma castellana en la Málaga del conocimiento?
VM_ Efectivamente, muchos libros debieron ser destruidos tras la toma en 1487. La toma fue un gran drama para Málaga, pues en la historia moderna hasta el siglo XIX jamás la ciudad volvió a tener el papel preeminente que tuvo en época medieval. Fue una gran pérdida para el conocimiento y la cultura, y el ensayo para lo que vendría pocos años después tras la toma de Granada. Hubo dictámenes en el Reino de Granada por parte de las autoridades castellanas para quemar todos los libros escritos en lengua árabe que se encontraran. Y hay que recordar que el mundo musulmán medieval era un universo de saberes librescos.
WI_ ¿Qué valores destacarías de este Al-Ándalus iluminador y áureo, ante un mundo tras extrañado con el islam?
VM_ Yo planteé la exposición con la idea de resaltar los valores que tiene el mundo musulmán de conocimiento, sabiduría y transmisión que han beneficiado y benefician a toda la humanidad. Lo hicieron a la perfección y salvaron casi todo el conocimiento antiguo, poniéndolo a disposición de Occidente. No nos podemos olvidar que el mundo islámico es el que transmitió a la Modernidad buena parte del conocimiento científico y los valores morales, que posteriormente usaron/usamos como propios. Es algo que por justicia no se puede ni se debe olvidar.
WI_ Sabemos que no es fácil ver el islam, hoy en día, a pesar de todo esto. ¿Crees que tendríamos que tener más tolerancia en estos momentos oscuros y juzgar de forma más crítica? ¿Hasta qué punto se ha distorsionado el islam?
VM_ Pues sí, la historia muestra muchas caras y no debemos emitir juicios rápidos. Nuestros ancestros castellanos, siglos atrás, acabaron de una forma radical con el esplendor de la Málaga andalusí, y tenemos que recordarlo como un hecho diferencial. Por eso, en este momento en el que el islam esta presentado como una civilización de bárbaros e indignos, una exposición como esta resalta justo lo contrario. La tradición musulmana es culta, es de conocimiento, de gnosis y de ciencia. Y frente a un islam retrogrado, reaccionario y minoritario, existe una tradición viva en nuestros días del islam como el guardián de conocimiento, de la tolerancia y la paz representados con esa lista de doscientos cincuenta sabios universales que Málaga aportó al mundo.
WI_ Podríamos decir que durante estos siglos se ha guardado la baraka …
VM_ Efectivamente, no es difícil encontrarla en cualquier rincón de esta ciudad. Podemos decir que tal vez la baraka haya impregnado a Málaga, aquella verdadera ciudad del Paraíso cantada por los autores árabo-andalusíes, pero también por Hans Christian Andersen, Ortega y Gasset y Aleixandre.
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