LA NUEVA ESTRATEGIA DEL EI
21 / 11 / 2017 Alfonso S. Palomares
Tras las caídas de Mosul, en Irak, y Raqqa, en Siria, los yihadistas quieren crear un califato virtual.
El Estado Islámico (EI) vivió sus días de gloria al establecerse en amplios territorios de Irak y Siria poblados por millones de habitantes a los que sojuzgó con una violenta barbarie. Convirtieron los degüellos de enemigos en espectáculos públicos para sembrar el terror y el miedo con el fin evitar las rebeliones internas. El dinero llegaba en abundancia por la venta del petróleo en el mercado negro y los combatientes voluntarios acudían desde los lugares más diversos, especialmente de Europa. Su expansión parecía imparable y con ella la desestabilización de todo Oriente Próximo. El poder territorial lo consideraron un don de Alá y se les subió a la imaginación y a la cabeza, la consecuencia fue crear un califato y eligieron califa a Abu al Baghdadi.
La proclamación tuvo lugar en la mezquita Al Nuri de Mosul, en Irak, fue la primera y única vez que se le vio. El nuevo califa reclamó el seguimiento de todos los creyentes suníes y más tarde también lograría el sometimiento de los chiíes. Soñaban con un califato integrado por todos los creyentes del islam. Desde ahí dirigían los atentados en todo el mundo, en los países musulmanes los dirigían contra los creyentes y las mezquitas chiíes, y en Europa y Estados Unidos, contra todos los ciudadanos.
Al tener un territorio también fue más fácil montar la ofensiva contra ellos e ir expulsándolos de esa geografía con la ayuda de los norteamericanos y otros países. En un principio la mezquita de Al Nuri fue el símbolo de su éxito y el pasado 21 de junio la destruyeron reconociendo su fracaso y derrota. Los yihadistas la volaron por los aires la mezquita, orgullo de la ciudad y famosa por su minarete torcido. Con la caída de Raqqa, la capital del EI en Siria, se consideró que el califato ya no tenía territorio como tal. Entre ellos cundió el desánimo.
Guerra de guerrillas
Uno de los puntos básicos de su doctrina dice: “La derrota llega cuando se pierde la determinación y el deseo de combatir”. Por eso sus dirigentes tratan de levantarles la moral con nuevos objetivos y nuevos modos de combate. De Raqqa, Mosul, Tal Afar, Howeija y otros lugares han liberado a centenares de soldados que preparan para la lucha utilizando la guerra de guerrillas. Necesitan acciones para levantar la moral de los combatientes y a esta nueva estrategia responden los atentados en Kabul, Nasiriya, Damasco o en Pakistán. En esta fase quieren contar con las redes que han montado en el extranjero, posiblemente se concentren más en Europa, por eso la vigilancia y la información policial van a ser básicas para combatirlos. El grueso de sus combatientes aún está desperdigado por Irak y Siria. En Irak, según sus publicaciones, aprovecharán las tensiones entre chiíes y suníes para buscar protagonismo. Si Irak y Siria se estabilizan controlarán los movimientos del EI. Libia también estaba en sus planes para establecer focos territoriales, pero tras los golpes recibidos por parte de distintos grupos lo tienen imposible de momento.
Su propaganda en esta coyuntura propone la creación de un califato virtual, un califato en el ciberespacio y mover desde allí a sus combatientes. No cabe duda de que la pérdida de un escenario geográfico les resta capacidad ofensiva y su declive va a ser evidente.
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