AL TIEMPO
Por años, el Zócalo de la Ciudad de México fue el escenario de las más rentables manifestaciones de ese formidable líder llamado López Obrador.
La plaza central de la capital del país fue un jugoso botín político que llenó los bolsillos de AMLO con miles de millones de pesos que, por arte de magia, desaparecieron.
Hoy, sin embargo, AMLO y la jefe de gobierno, Claudia Sheinbaum, cierran los accesos al Zócalo a los opositores de FRENAAA (Frente Nacional Anti-AMLO), quienes el pasado sábado pretendieron llegar a la Plaza de la Constitución y fueron reprimidos por policías, militares y provocadores a sueldo.
Es decir, que en una clara violación a los artículo 6, 9 y 11 de la Constitución, tanto el presidente, como la jefa de gobierno de CDMX, prohibieron la libertad de expresión, la libre manifestación y el libre tránsito; todas ellas libertades que construyeron al líder AMLO, al candidato presidencial Obrador y al presidente López.
Sin embargo, a pesar de las graves violaciones constitucionales, a pesar de la represión oficial, de las provocaciones y de que los manifestantes de FRENAAA decidieron permanecer en plantón en la Avenida Juárez, el presidente mexicano volvió a mentir al señalar que su gobierno no los reprime.
Más aún, se burló de los manifestantes, a quienes retó a quedarse no uno ni dos días en un plantón en Reforma, sino de manera indefinida, “como lo hicimos nosotros”, dijo Obrador.
Y es que en un discurso pronunciado en Jojutla, Morelos, López insistió en la cantaleta de que él, contrario a sus antecesores: “No somos iguales”.
Pero dijo más: “Nosotros no somos autoritarios, ni represores y se garantizan las libertades plenas… ellos deben saber –los manifestantes de FRENAAA–, que tienen todas las garantías, que no van a ser molestados… se van a quedar allí… ojalá se queden un tiempo suficiente… que se queden todos, vamos a estarlos cuidando”.
Se trató, como todos saben, de una mentira más de AMLO.
Y es que durante décadas, el formidable líder opositor llamado Andrés Manuel López Obrador, hizo de las libertades de expresión y de manifestarse, sus armas más efectivas.
Hoy, sin embargo, AMLO no tolera la protesta ciudadana, tampoco la crítica y menos a los opositores. Y el mejor ejemplo es la represión que, por orden presidencial, sufrió FRENAAA.
El Frente Nacional Anti-AMLO, es una organización de la sociedad civil, abiertamente opositora al actual régimen. El fin de semana, miles de simpatizantes de FRENAAA, intentaron llegar al zócalo, en una manifestación pie-tierra –en anteriores protestas, se habían expresado a bordo de sus automóviles–, y fueron reprimidos cuando intentaron llegar al zócalo; la misma plaza, que por más de dos décadas vio crecer al líder Obrador.
En efecto, a lo largo de 20 años, AMLO protagonizó miles de movilizaciones en todo el territorio nacional pero, las más notorias, terminaron en la plaza emblema del país; el Zócalo de la Ciudad de México.
Llegar al Zócalo, para López fue la mayor victoria en decenas de ocasiones, sobre todo luego de los llamados “éxodos”, de Tabasco a la capital del país.
Pero acaso la más impactante y la más grande de esas protestas se llevó a cabo luego de las elecciones presidenciales de julio de 2006, cuando AMLO se dijo defraudado y por más de un mes se plantó en el corredor Reforma-Zócalo.
Más que una manifestación, en realidad se trató de una escenificación “engañabobos” ya que en 2006, salvo las primeras horas, las cientos de tiendas de campaña permanecieron vacías y los manifestantes eran paleros de ocasión.
Pero la represión a FRENAAA no es un caso aislado. Apenas ayer, Javier Sicilia, el poeta y luchador social llama “traidor” al presidente Obrador, en una nueva carta pública.
Así lo escribió: “Tu traición nos ha costado ya 56 mil asesinatos más –hombres, mujeres y niños–; más de 5 mil desaparecidos, masacres en todas partes de la República y un absurdo intento por normalizar el horror”.
“Dejo a un lado tu desprecio por los niños que mueren de cáncer y por las decenas de miles de muertos por la pandemia”.
“Ante ese panorama, que la masacre de la familia Le Barón evidenció, del 23 al 26 de enero de este año realizamos la “Caminata por la Verdad, la Justicia y la Paz”, que buscaba retomar la agenda de Tlatelolco.
“Pese a la dignidad de la caminata, tu actitud no sólo fue el desprecio –“Me dan flojera”, “son un show”–, sino que, además, Morena envió a un grupo de provocadores que nos cerró el paso al Zócalo, mientras los tuits y los bots de tus correligionarios deslegitimaban con mentiras e insultos las razones de la caminata”.
“Lo que no quieres entender, presidente, es que el Estado, aún bajo tu gobierno, está capturado por la corrupción y el crimen… El Estado mexicano que hoy encabezas es, por su podredumbre, incapaz de juzgarse a sí mismo. Requiere de ese acto de humildad y grandeza… pero no lo harás, porque no tienes esa grandeza”.
“Pasarás a la historia no como el gran reformador que pretendes ser, sino como uno más de los traidores que destruyeron la patria”.
Sí, López Obrador ya se comporta como todo un dictador.
Se los dije.
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