La relación entre literatura y pandemia es tan vieja como la literatura misma: Christopher Domínguez Michael
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- El Colegio NacionalCCO:erubielcamacho43@yahoo.com.mxsáb. 5 de sep. a las 10:395 de septiembre 2020ECN/223Ciencias Biológicasy de la SaludLA RELACIÓN ENTRE LITERATURA Y PANDEMIA ES TAN VIEJA COMO LA LITERATURA MISMA: CHRISTOPHER DOMÍNGUEZ MICHAEL*Como parte del ciclo Viernes viral, coordinado por Antonio Lazcano, integrante de El Colegio Nacional, el también colegiado Christopher Domínguez Michael impartió en vivo el 4 de septiembre la conferencia Literatura y pandemia* “La literatura mundial nace con el desastre y, aun cuando se pueda hablar desde Homero, también podríamos decir que desde el Diluvio universal o la propia expulsión de Adán y Eva del Paraíso”, en palabras del crítico*Desde la perspectiva del ensayista, nuestros temores vienen de “ese horror que nos da lo desconocido y esa incapacidad de saber de dónde viene el mal”A lo largo de la historia de la humanidad, las pandemias han sido contadas con una perspectiva literaria; y también, muchos de los prejuicios que encontramos en las sociedades contemporáneas tienen su reflejo en esa literatura, aseguró Christopher Domínguez Michael, integrante de El Colegio Nacional.Al participar en el ciclo Viernes Viral, coordinado por el también colegiado Antonio Lazcano, durante la conferencia Literatura y pandemia, el crítico aseguró que la literatura mundial nace con el desastre y, aun cuando se pueda hablar desde Homero, también “podríamos decir que desde el Diluvio universal o la propia expulsión de Adán y Eva del Paraíso”.“La ciencia ha evolucionado, creo en el progreso, me parece que hay una esencia humana que se adapta al progreso, que obedece: quienes estamos acostumbrados a vivir en democracia solemos aceptar la dictadura sanitaria, unos más y otros menos, pero en el fondo hay un tono de lo humano que no cambia”.Ese tono al que se refiere Domínguez Michael es la serie de ecos que tiene la literatura con lo que sucede en nuestro tiempo, si bien en su cátedra se interesó en reflejar la construcción de historias sobre distintas epidemias, al tiempo de reflexionar en torno a la reacción de los seres humanos.“Todos nos hemos vuelto especialistas en estos meses, algunos chafas y otros de a de veras, en virus, en coronavirus o en influenza, hay un conocimiento popular, a veces muy informado, a veces supersticioso, sobre la pandemia y lo mismo ocurre con el tema de literatura y pandemia, que es tan viejo como la literatura”.Diario del año de la peste, de Daniel Defoe; Alessandro Manzoni con Los novios y, en especial, con La columna infame; Louis-Ferdinand Céline y su ensayo en torno a uno de los impulsores de la higiene, Ignaz Semmelweis; Jean Giono con El húsar en el tejado, y Albert Camus con La peste, fueron los autores y títulos, objetos de la evocación del colegiado, en un arco temporal de la segunda década del siglo XVIII hasta mediados del XX.“Si uno lee a Defoe, la descripción que él tomó de un tío suyo, testigo presencial de la peste de Londres, en el siglo XVII, uno se da cuenta lo poco que ha cambiado la condición humana ante la peste: ha cambiado, sí, el conocimiento científico de estas enfermedades, que no es completo –tan no lo es que estamos encerrados y no sabemos si acaso habrá una vacuna contra la COVID-19, pero lo esencial de la reacción del ser humano ante lo pestífero es muy similar: es el terror, el enfrentarse ante una manera de morir distinta a la habitual”.En aquel mundo de las primeras ciudades de la modernidad, relató el crítico literario, la salubridad era inexistente, no había desagüe y muchos enfermos morían en la vía pública por falta de una caridad que los socorriese.Con una peste como la bubónica, la mortandad se expandía de una manera enorme y empezaba a haber prejuicios y medidas sanitarias o pre sanitarias muy similares a las que estamos llevando ahora, abundó, pero Diario del año de la peste lo que termina por transmitir es “ese horror que nos da lo desconocido y esa incapacidad de saber de dónde viene el mal”.“La idea de taparse la boca, al principio por el hedor que producía lo pestífero, también fue rápidamente interpretado como una manera lógica y vigente, salvo en algunos personajes públicos que se obstinan en no usarlo, de taparse la boca con mascarillas para poder sobrevivir entre los apestados o simplemente preservarse del mal olor”.En el caso del italiano Alessandro Manzoni, Christopher Domínguez Michael puso especial énfasis en el libro La columna infame, una historia alrededor de personas que pintaban las murallas para señalar los lugares donde podría haber familias o personas afectadas, pero que terminaban acusadas de propagar peste, con lo cual se generaba una persecución social contra quienes querían prevenir la epidemia.“Otra vez es sobrecogedora la semejanza de quienes persiguen a los miembros de la columna infame con las horripilantes escenas de las cuales hemos dado cuenta los mexicanos, quizás únicos en el mundo, de la agresión a médicos y enfermeras en el transporte público, por ser, supuestamente, portadores de la peste.“Esta conducta incalificable también tiene un referente histórico: ante lo desconocido, ante virus que llegan y se van de manera misteriosa, y ante los cuales nos sentimos impotentes para preservar nuestra vida, una de las reacciones es agredir a aquel que nos puede salvar la vida”.Tras recordar que, entre la Edad Media y la modernidad temprana, solían existir enfermedades que iban y venían, en gran parte por las condiciones de salubridad que había en las calles, mucho de ello cambió con el impulso de los hábitos de higiene, lo que revaloró Céline al escribir un ensayo sobre Semmelweis.El médico húngaro había descubierto que en el lugar donde daban a luz las mujeres, aquellas que habían sido atendidas por enfermeras que, a su vez, eran lavanderas, no morían: descubrió que el contacto cotidiano de las lavanderas con el agua y el jabón o la lejía las ponía en condiciones de higiene que permitían la supervivencia de los recién nacidos y de sus madres.En la conferencia de Domínguez Michael, la novela La peste, de Albert Camus, no podía quedar fuera de su rememoración, más allá de ser el libro del que más se ha hablado a lo largo de estos meses ante la pandemia por la COVID-19 y de la cercanía temporal, por las similitudes ante la reacción de los seres humanos.“Camus dedica el libro a cómo reacciona una ciudad ante la peste y cómo se manifiestan los sentimientos de incredulidad, de oprobio, cómo se juega la ciencia contra la religión en esta batalla que nunca acaba”, resaltó el colegiado, quien prometió que, si el doctor Lazcano lo invitaba de nueva cuenta a un Viernes viral, hablaría de la relación entre la epidemia de gripe en 1918 y la literatura.La conferencia Literatura y pandemia se encuentra disponible en el Canal de YouTube de El Colegio Nacional: elcolegionacionalmx-0-
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