Dice la voz popular: “el valiente vive hasta que el cobarde quiere”.

Y en un ejemplo de valentía de Estado, una revuelta al interior del Tribunal Electoral del Poder Judicial, hizo el milagro de arrebatarle al presidente López Obrador la cabeza del máximo órgano electoral y de recuperar para los ciudadanos la independencia electoral.

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Es decir, que la debilidad de López Obrador ya es tal que no pocas cabezas de instituciones autónomas empiezan a perder el miedo al autoritario dictador de Palacio.

Y el primer ejemplo lo dieron los consejeros del INE Lorenzo Córdova y Ciro Murayama, quienes retaron abiertamente al poder autoritario de AMLO y rechazaron ser manipulados en la pasada consulta ciudadana.

Y luego de ese ejemplo, la tarde del miércoles 4 de agosto, cinco magistrados del Tribunal Electoral se reunieron para destituir del cargo de presidente al titular impuesto por López Obrador, José Luis Vargas.

Y podrán decir misa en Palacio pero lo cierto es que no es un asunto menor que las instituciones del Estado empiezan a perder el miedo a López Obrador; temor que, en algunos casos, era verdadero pavor.

Y es que esa parece ser la conclusión del golpe político que, de manera inesperada, le recetaron cinco magistrados el Tribunal Federal Electoral al rey de Palacio.

Sí, en un clásico “albazo”, al mejor estilo de AMLO, valientes magistrados electorales hicieron vale la independencia de la máxima autoridad electoral del Estado mexicano y despidieron del cargo al pelele de López Obrador, al “magistrado billetes”.

Resulta que en una inesperada reunión convocada de última hora, una mayoría de cinco magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) destituyeron a su presidente.

En lugar de Vargas, los mismos cinco magistrados eligieron al nuevo titular,  el magistrado Reyes Rodríguez Mondragón.

Cabe señalar que Vargas no estuvo presente en la sesión, que convocó la magistrada Janine Otálora, en su calidad de presidenta por Ministerio de Ley y quien, como saben, fue presionada desde Palacio para retirarse del cargo.

Al momento de emitir su voto a favor de la remoción del también conocido como magistrado billetes”, su compañero Indalfer Infante recordó cómo en su calidad de presidente del organismo descalificó la forma de votar de sus compañeros.

Así lo dijo: Se ha perdido la confianza, no existe la coordinación adecuada ni la comunicación que de manera natural se debe dar entre quien presida el Tribunal y los demás integrantes del mismo”, dijo el magistrado Infante.

A su vez, Janine Otálora dijo en su intervención que la justicia electoral ha sido un elemento clave en la vida política del país, por lo que se debe garantizar la fortaleza del TEPJF.

Así lo explicó: “La justicia electoral es reflejo de quienes la impartimos, no buscamos el aplauso ni huimos a la crítica, nos sometemos siempre al escrutinio público y exigente de la ciudadanía”, comentó.

Además, Otálora aseguró que como magistrados se deben someter a una ética más estricta y Es por esto que, en congruencia con nuestro mandato y la responsabilidad que tenemos como juezas y como jueces, que nuestra decisión tiene como única finalidad asegurar una presidencia que dé certeza a la ciudadanía de que esta institución es creíble y eficaz”, agregó.

Sin duda un día histórico; el día en el que la máxima autoridad electoral del país le pierde el miedo al tirano de Palacio.

Y es que cada día el presidente mexicano se queda más solo.

Se los dije.