Según el INEGI, hoy existen en México casi 30 millones de mexicanos considerados en el rango de jóvenes.

Es decir, mexicanos de entre 18 y 29 años de edad.

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Y una cantidad similar de jóvenes pertenecerán a ese rango en la elección federal del 2024; contienda que convocará no sólo a esos millones de jóvenes sino, en general, a los mexicanos a votar por el nuevo presidente.

Claro, si no es que a “El Loco López” se le ocurre buscar la reelección, como aquí hemos sostenido por años y aún hoy seguimos augurando.

Y viene a cuento el tema de los jóvenes porque ese sector social se ha sumado a partir de hoy a los nuevos enemigos del presidente mexicano; enemistades que paso a paso pavimentan la carretera que llevará a la derrota de Morena y sus gobiernos fallidos; los peores de la historia.

Y es que, como saben, Obrador convirtió en enemigos de su gestión y de él mismo, no sólo a millones de mujeres a las que ha ignorado y vapuleado con sus reiteradas políticas fallidas.

En efecto, despropósitos como desaparecer guarderías, refugios para mujeres, medicamentos para niños y mujeres con cáncer; la criminalización de menores por falta de “quimios”, han convertido a las mujeres y a las familias de esos menores en los peores enemigos del gobierno de López.

Y, claro, esos millones de familias nunca más votarán por Morena.

Pero hay más: la epidemia de feminicidios es otro clavo en el ataúd del partido oficial y de sus gobiernos de desastre.

Pero además de las mujeres y los niños, también existen otros millones de mexicanos defraudados y enojados al extremo.

Se trata de todo el sector salud, cuyos trabajadores y su salud –médicos, enfermeras y empleados de ambos sexos–, se pusieron en grave riesgo a causa del mal manejo de la pandemia.

Todos esos millones de mexicanos agraviados por el desprecio a su salud y por descomunales recortes presupuestales son –junto con sus familias–, millones de votos perdidos para López, su partido y sus candidatos.

¿Y qué decir de los millones de mexicanos que perdieron a un hijo, un hermano, un padre, una madre, un abuelo… a causa de la pandemia?

Bueno, pues a todos esos mexicanos agraviados por la violencia, por el crimen, por el mal gobierno, ahora se suman dos sectores que hasta hace poco tiempo eran aliados estratégicos de AMLO; los jóvenes y los universitarios.

En efecto, los casi 30 millones de jóvenes con derecho a voto en la presidencial del 2024, estarán dentro del esquema de terrorismo fiscal que impone la reforma al Artículo 27 del Código Fiscal Federal -como parte de la Miscelánea Fiscal–, y que obliga a que al cumplir los 18 años, todos los mexicanos deberán obtener su registro ante el SAT.

Así, todos los datos de esos 30 millones de jóvenes estarán en el Sistema de Administración Tributaria y, por tanto, el gobierno de AMLO podrá ejercer el terrorismo fiscal contra ellos.

¿Y por qué terrorismo fiscal? 

Porque todos esos jóvenes podrán ser perseguidos por el SAT si se les ocurre –y se les detecta-, el manejo de un solo peso al margen del pago de impuestos.

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Por ejemplo, un jóvenes mexicanos podrá ser requerido por el SAT y hasta terminar en prisión, si recibe una ayuda de sus padres para estudiar; ayuda que será vista por las autoridades hacendarias como un ingreso no reportado y no sometido al respectivo pago de impuestos.

Pero además, millones de universitarios de todo el país hoy son sometidos al estigma de “neoliberales”, “conservadores” y “derechistas” por un presidente que decidió un nuevo disparo en la cabeza de su partido y de su potencial sucesor.

Y es que, en efecto, López Obrador “declaró la guerra” a las universidades públicas de todo el país, a las que recortó el presupuesto, al tiempo que pretendió enfrentar a estudiantes contra directivos universitarios.

De esa manera, el presidente mexicano sigue sumando enemigos a su gobierno y, sobre todo, añade votos contra su partido, su proyecto y, en especial, contra sus potenciales sucesores.

Se los dije: López es el peor enemigo de Obrador